jueves, 27 de junio de 2013

JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN





JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN
POETA ESPAÑOL

(A María Victoria Atencia)

Escribo para oír lo que me importa:
el mar, el viento, el tiempo, los silencios



FIBONACCI Y EL NÚMERO ÁUREO



CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
24/06/2013
por Eva Martínez Cabañas





Muchos recordamos la escena de la película El código da Vinci (también novela de Dan Brown) en la que los protagonistas introducen la sucesión de Fibonacci para acceder a la misteriosa cámara secreta del banco suizo.Muchos recordamos la escena de la película El código da Vinci (también novela de Dan Brown) en la que los protagonistas introducen la sucesión de Fibonacci para acceder a la misteriosa cámara secreta del banco suizo.

Este mágico número posee propiedades muy curiosas. Fue descubierto en el Renacimiento no como una unidad, sino como la relación entre dos segmentos de una recta. ¡Y esta proporción también se encuentra en la naturaleza! Está en la concha de los caracoles, las pipas de los girasoles, el grosor de las ramas de los árboles o en los nervios de las hojas.

Cuando era niña, la palabra matemáticas me producía un sopor directamente proporcional al momento en que abría el libro. Y es que no sabía que aquello que mis profesores llamaban “problemas”, en realidad eran divertidos juegos de grifos que llenaban bañeras con su mezcla de hectolitros y centilitros, o hipotéticos choques de trenes a distintas velocidades que se encontraban en un punto del horizonte imaginario. La sucesión de Fibonacci es uno de esos maravillosos juegos que tanto me aburrían en el colegio. 

Se trata de una sucesión infinita de números naturales: 

0,1,1,2,3,5,8,13,21,34,55,89,144,233,377… 

La serie comienza con los números 0 y 1. A partir de estos, cada nuevo número es la suma de los dos anteriores. Y así ¡Hasta el infinito y más allá! que diría Buzz Lightyear. 

Leonardo de Pisa, a quien apodaban Fibonacci, fue un matemático italiano del siglo XIII. Introdujo en Europa el sistema numérico arábigo (el que utilizamos hoy en día), al aprenderlo de niño en Argelia, del que se piensa pudo ser comerciante o cónsul. Leonardo también nos legó esta magistral cadena numérica. 

La sucesión tiene numerosas aplicaciones en matemáticas, computación y en teoría de juegos, pero lo más sorprendente es que también aparece en la naturaleza repetidamente: en las ramas de los árboles, en la disposición de las hojas de los vegetales, en las semillas de flores como la margarita o el girasol, en algunos frutos, en la reproducción de los conejos, las piñas, el largo de las falanges de nuestros dedos, los brazos en espiral de las galaxias… ¡Esta serie matemática aparece una y otra vez a nuestro alrededor y en nuestra más distante lejanía! 

Las matemáticas poseen su propio lenguaje, como los médicos, abogados, administración pública, informáticos… En palabras matemáticas la sucesión se resumen de la siguiente manera xn = xn-1 + xn-2 

Y, por si fuera poco, luego tenemos el número áureo o número de oro, que se representa por la letra griega Fi (Φ,φ) en honor al escultor griego Fidias. “Hablando matemático” diríamos de él: 



Pues bien, ¡Abracadabra…! Si elegimos dos números de Fibonacci consecutivos, su cociente está muy cerca del número de oro y cuanto más grandes los números de Fibonacci, más se aproxima a este. Incluso hay una fórmula para calcular cualquier número de Fibonacci usando el número áureo, al que también se conoce como “de divina proporción”. 

Los griegos y renacentistas consideraban este número el ideal de belleza. Un objeto de arte o edificio que tuviese una proporción ajustada a la sección áurea era estéticamente más bello que uno que no lo hiciese, considerando estos como “naturales y agradables”. 

El profesor y matemático inglés Ron Knott de la Universidad de Surrey, Reino Unido, nos explica: 

“¿Por qué encontramos el número Phi (Fi) tantas veces al estudiar el crecimiento de los vegetales? La respuesta está en los empaques: encontrar la mejor manera de ordenar los objetos para minimizar espacio perdido. (…) Los botánicos han demostrado que las plantas crecen a partir de un pequeño grupo de células situado en la punta de cada sección que crece: ramas, brotes, pétalos y otras. Este grupo se llama meristema. Las células crecen y se ordenan en espiral: cada una se "dirige" a una dirección manteniendo un cierto ángulo en relación al punto central. Lo asombroso es que un solo ángulo puede producir el diseño de organización óptimo, sin que importe cuánto más va a crecer la planta. De modo que, por ejemplo, una hoja situada en el inicio de un tallo será tapada lo menos posible por las que crecen después, y recibirá la necesaria cantidad de luz solar. Y ese ángulo de rotación corresponde a una fracción decimal del número áureo: 0.618034". 

En arquitectura la sucesión de Fibonacci también está muy presente. Podemos encontrarla en el Partenón de Atenas o en la pirámide de Keops. También encontramos el número áureo en obras de arte de Durero, Da Vinci o Miguel Ángel, entre otros. Y en la Quinta Sinfonía de Beethoven, varias sonatas de Mozart, y obras de Debussy o de Schubert. Y hablando de música… Los pianos tienen siete octavas ordenadas de forma creciente de graves a agudas. Los seis primeros números de la Sucesión de Fibonacci figuran en una octava de piano. 

En el siglo XVI el matemático y fraile franciscano Luca Pacioli escribió en lengua romance el libro De la Divina Proporción, basándose en las proporciones armoniosas que proponían los griegos en sus construcciones y los pintores del Quattrocento. Pacioli describe un modelo perfecto de cuerpo humano. Estirando manos, pies y haciendo centro en el ombligo, dibujaba la circunferencia. En este modelo, encontramos proporciones áureas por todas partes. Para ilustrar el libro encargó dibujos a Leonardo da Vinci (no se le ocurrió nadie mejor, claro). 

Si algún día alguien me preguntara qué es la Magia, tendría muy clara la respuesta. Para mí es un brebaje compuesto por matemáticas, ciencia, arte, misterio, belleza, naturaleza, poemas e historias. Un poder que se encuentra en todas partes, si sabemos mirar. Es imaginación condensada, números primos, rincones ocultos, sueños y deseos, olores secretos de libros antiguos, besos de amor, brillos y sombras, sustos de volcanes, eclipses devoradores de esferas y dragones sobre tesoros. Todo en un crisol redondo; pues redondo es el planeta… El druida Panoramix sabía muy bien de qué estoy hablando, ¡por eso su marmita era grande! 

domingo, 16 de junio de 2013

ECO HUERTA




CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
17/06/2013
Eco huerta
por Eva Martínez Cabañas



  




El parque de El Pilar de Ciudad Real es una zona verde de diseño contemporáneo. Se inauguró en los años noventa y cuenta con un jardín botánico y un lago artificial con patos y peces. Es un lugar de esparcimiento para niños, padres, abuelos, deportistas y multitud de perros que pasean a sus dueños. En sus límites, se encuentran los edificios solidarios Centro de Respiro Alois Alzheimer y Asociación Autrade, y entre estos dos espacios existe un terreno. Solo terreno; con un árbol solitario y una valla de alambre.  

Pero desde hace unos meses algo ha germinado en esa tierra llamando la atención de todos los que paseamos por allí. En un periodo de tiempo muy breve se ha proyectado un huerto dentro de la ciudad. Los ciudadrealeños no estamos acostumbrados a estas cosas…  

Los bancos del parque situados frente al huerto suelen estar ahora ocupados por abuelos, grupos de chicos o madres que dan la merienda a sus retoños mientras observan el trabajo de estos agricultores urbanos.  

Como tengo curiosidad de gato me acerqué a aprender…  

Me recibieron con cariño. Allí todo el mundo es bienvenido. Así conocí a Cele y  a Carmen, dos mujeres serenas, creadoras y causantes de tanto revuelo agrícola. La idea de crear una Eco Huerta se les ocurrió paseando. Así de sencillo. Las buenas ideas no necesitan más. Y se pusieron manos a la huerta. El Ayuntamiento de Ciudad Real había cedido el espacio a las asociaciones anexas para que pudieran ampliar sus instalaciones. Como el proyecto no se realizó, las asociaciones no han dudado en ofrecer el trozo de tierra para su cultivo.  

Carmen y Cele me cuentan que la gente del barrio de El Pilar se ha integrado bien al proyecto. Pretenden cultivar un espacio intergeneracional donde germine la integración social. Crear un colectivo amplio. Abrir la puerta a todo el que quiera pasar y construir algo bueno entre todos juntos.  

La Universidad de Castilla-La Mancha les ha proporcionado semilla antigua, libre de modificaciones ni predisposiciones genéticas de ningún tipo. El goteo se lo ha facilitado la Diputación Provincial trayéndolo de la Finca Galiana; y la caseta se la ha instalado el Ayuntamiento de la Ciudad. Gracias, instituciones públicas.

Les pregunto qué han sembrado… Patatas, cebollas, tomates variados y pimientos. Todo lo que es huerto de verano; porque se trata de comer productos de temporada. Comer lo que da la tierra, como dicen los mayores.  En agosto prepararán el semillero de la huerta de invierno.  

La labor principal de estos dos meses ha sido quitar piedra. Los voluntarios han puesto ganas en la tarea. He visto realizar este trabajo a madres, niños, jóvenes y jubilados. ¡Hasta a una embarazada a punto de dar a luz! Y es que el ritmo de trabajo lo marca cada uno. Se trata de divertirse y de compartir tiempo y amor con lo que crece y se multiplica.  

Luego se instalaron los goteros. Estamos experimentando, me cuenta Cele. Han instalado una zona de goteo y otra de riego a manta, que trabaja por inundación del terreno. Dice que están educando a la vez que aprendiendo, y esto me gusta, porque en definitiva esa es la mejor definición que podemos hacer de la convivencia. En una ocasión tuve un jefe que lo resumía diciendo que todos somos vendedores y compradores… A mí la descripción de Cele me gusta más. Por ello han creado un espacio para la formación. Los últimos jueves de mes lo dedican a enseñar y a compartir experiencias. Con intercambio de información sobre ecología, plantas, plagas, insectos perjudiciales, beneficiosos, y otras cuestiones, la huerta se convierte en aula.  

La plantación la realizarán en rotación de cultivo, a la manera tradicional, para que la tierra pueda descansar después de su parto agrícola. Y no hay cabida para pesticidas ni elementos contaminantes. Solo estiércol de oveja a la hora de abonar.  

Pepe me dice que lo hace para distraerse, y a mí no se me ocurre mejor forma de ocio. Cuando les pregunto sobre qué es lo que esperan conseguir a largo plazo, me contestan que su objetivo final sería crear una red de huertos; uno en cada barrio de Ciudad Real. En la Eco Huerta hay días que se han juntado hasta treinta personas. El interés por el proyecto está garantizado.  

En cuanto a su propia formación, Cele y Carmen han visitado La Huerta del Abuelo en Miguelturra, ya que lleva más tiempo en marcha, según me cuentan, y algunas huertas urbanas en Madrid. Está claro que esta Asociación está moviendo muchas cosas.  

Cuando me intereso por problemas surgidos en el proyecto, me sorprendo. Me cuentan que se acercan por el huerto personas con problemas familiares y económicos, y que no saben qué hacer. Para ello están pensando en pedir ayuda a los distintos servicios sociales con el propósito de poder paliar esos problemas.

¿Y qué pasa con los comentarios que circulan sobre posibles robos de vecinos de la zona?, Ignacio sale en su defensa argumentando que están colaborando mucho y que si se realiza un destrozo seguramente los causantes no serán del barrio.  

El caso es ir solucionando lo que surge. Por cierto… los mirlos se comen lo sembrado, por lo que Cele está construyendo dos espantapájaros, ya que tiene experiencia haciendo muñecas. Cada uno aporta lo que sabe hacer. Con ellos están pensando en crear una mascota. El nombre se lo pondrán los niños, ya que quieren organizar actividades con ellos. Son esponjas, dice Carmen… El tiempo dirá de qué forma y manera, ya que de momento hay demasiado trabajo que hacer y mucho que coordinar. También desean crear un logo para la Asociación y buscan diseñador entre los amigos.  

Cuándo me intereso sobre cómo van a repartir los frutos cosechados, me contestan que su objetivo es hacer un buen pisto comunitario… y ecológico, claro. También me comentan que hacen asambleas para todo, y que ya decidirán sobre el tema.  

Además conozco a Vicente, un laborioso joven que ha cavado zanjas y puesto gomas con ganas y habilidad. Le pregunto qué tal va, y me contesta Con amor y compañía, admitiendo que en casa se aburre.  

En este momento tienen previsto participar en el Tercer Encuentro Joven de Ciudad Real que organiza la Asociación Juvenil Diver-gente el próximo 21 de junio en el Parque de Gasset.  

Ideas no nos faltan, comenta Cele. Ideas como la que ha propuesto un profesor jubilado: vender pequeños tiestos con cactus para poder invertir lo recaudado en la huerta. También acaban de sembrar plantas aromáticas y planean plantar lirios en el pequeño rincón que les hace de oficina al aire libre.  

En cuanto a la Asociación, hay que decir que cobran una cuota simbólica de 10 euros al año, para quienes puedan pagar, que ya son más de cuarenta socios (cuarenta y uno contando conmigo) y que no hay obligación de trabajar en el huerto. Cada uno colabora como quiere o puede, ya sea con su tiempo, ideas o económicamente. Abren jueves y viernes a partir de las 18:30 horas, aunque están pensando en abrir algún día más este verano para aumentar los días de riego.  

Cuando me despido, salgo de allí feliz. Porque es en estas situaciones cuando parece que la sociedad funciona y que somos capaces de hacer mucho con poco; si nos lo proponemos paseando…  

Como he olvidado preguntarles de cuánta superficie disponen para sembrar, mi amigo Mariano saca su ojo-de-buen-cubero-de-serie y me dice que unos 7.000 u 8.000 m2. Si acierta, se convertirá en mi medidor de cabecera, claro está…  

Gracias por tanto, amigos de Eco Huerta, el tiempo os devolverá lo sembrado en forma de hermosos frutos y buenos amigos. Que nos sirva de ejemplo a todos. ¿Alguien se atreve con un huerto vertical? Tenemos paredes e ideas de sobra, ¿no?

domingo, 9 de junio de 2013

OLOR A LLUVIA


Ciudad Real Digital 

Barricada Cultural

10/06/2013

OLOR A LLUVIA

por Eva Martínez Cabañas


  


Los que me conocen saben que me encantan los perfumes y las flores. Ya de pequeña maceraba pétalos en agua o alcohol para hacer mis propias colonias, y es que los aromas agradables me hacen sentir bien. Tienen el poder de cambiar mi estado de ánimo en solo un segundo y consiguen que “afine” el ritmo de mi respiración.  

El olfato es el más delicado de los sentidos. Bastan solo unas pocas moléculas para estimular una sola célula olfativa y somos capaces de detectar hasta diez mil olores distintos. ¡Casi nada! Pero no todos tenemos la misma capacidad olfativa. Los niños suelen distinguir más olores que los adultos, las mujeres, más que los hombres. Y los ancianos son los que distinguen menos, ya que las estructuras olfativas se deterioran con la edad, como el resto de nuestros sentidos. Hay personas que tienen mejor olfato que otras, probablemente porque sus receptores funcionan mejor o están más especializados, y personas que simplemente no distinguen olores.  

El olfato está al fondo y en lo alto de la nariz, donde se encuentra la pituitaria amarilla. Es allí donde se alojan los receptores del olfato. Por cierto, me estoy acordando del anuncio televisivo de Isabel Coixet… ¿A qué huelen las nubes?  

Pues las nubes huelen a cambio y a lluvia. El olor a tierra mojada es uno de mis preferidos. Solo imaginarlo me hace sentir feliz. Probad a recordarlo. Nos trae frescor, bienestar, ganas de estar en la calle y recuerdos de canícula y tormentas de verano.  

Petricor es el nombre que recibe el olor de la lluvia. Petricor… un precioso nombre que eligieron para este exquisito perfume los investigadores australianos Isabel Joy Bear y Richard G. Thomas, quienes en 1964 publicaron un artículo sobre el tema en la revista Nature. 

La palabra preticor deriva de los términos griegos petros, que es piedra, e ikhor, que significa fluido etéreo. En la mitología griega se dice que el ikhôr es la esencia que corre por las venas de los dioses. Jejeje… ¿A qué huelen los dioses?  

En su artículo, Bear y Thomas describen el proceso mediante el cual los aceites segregados por los vegetales quedan adheridos a la superficie de las rocas. Al entrar en contacto con la lluvia se liberan al aire. Es un aceite amarillento rico en compuestos aromáticos que se encuentra entre las rocas y en el suelo cuando aumenta la humedad del ambiente por la llegada de las lluvias tras la sequía.  

El olor a lluvia es una mezcla de muchas sustancias. Debido a que su composición es compleja (consta de más de 50 substancias) no ha podido sintetizarse en el laboratorio… Con esto se me viene a la cabeza la imagen de Dustin Hoffman olfateando un pañuelo de encaje al intentar reproducir el perfume de moda. Me estoy refiriendo a la película El perfume: historia de un asesino, que también es una fantástica novela de Patrick Süskind.  

Las sustancias más estudiadas en relación al olor a lluvia son la actinomycetes y la geosmina.  La actinomycetes es una bacteria y la principal fuente de antibióticos utilizados hoy en día por la industria farmacéutica. Vive en suelos muy secos de casi todo el mundo y se reproduce mediante esporas, que se liberan cuando llueve. La geosmina es un alcohol producido por la bacteria Streptomyces coelicolor. La sustancia permanece en la tierra hasta que caen las primeras gotas de lluvia. Siempre la lluvia… El ser humano percibe la geosmina en concentraciones de hasta 1 parte por cada 10 billones, lo que la convierte en una de las moléculas más olorosas que existen.  

Pero los microorganismos no son los únicos que aprovechan la lluvia en su beneficio. También lo hacen muchas plantas, que liberan semillas para favorecer su germinación, emitiendo durante el proceso sustancias aromáticas. Animales como los camellos, algunos insectos y las lombrices se sienten atraídos por el olor del preticor, ya que indica que la lluvia se encuentra cerca. Los cactus y otras plantas del Amazonas sí saben reproducirlo e incluyen esta fragancia en sus flores. Para los camellos el olor de la geosmina es crucial para su supervivencia. Los camellos del desierto del Gobi son capaces de encontrar agua a más de 80 kilómetros de distancia.  

No obstante, hay quienes sostienen que el precioso olor a lluvia proviene del ozono. Este gas siempre está presente en la atmósfera, pero su concentración en las zonas bajas aumenta en los días de tormenta. Los rayos favorecen su formación. El ozono contiene tres átomos de oxígeno. Se forma a partir de las moléculas de oxígeno que respiramos, que están compuestas por dos átomos y son más estables. Cuando las descargas eléctricas de los rayos inciden sobre estas últimas se rompen. Los átomos que quedan sueltos se unen entre ellos o con una molécula de oxígeno formando ozono. Otros sostienen que el ozono que se forma durante las tormentas eléctricas no tiene un aroma agradable. Al contrario, su olor es muy fuerte. En grandes concentraciones puede llegar a ser irritante.  

Bueno, entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja… que diría el brillante Quevedo. Yo particularmente pienso que la tierra está tan agradecida con las primeras lluvias, que canta su canción de secretos movimientos de vida. Y nos la ofrece envuelta en un perfume único y especial. Y solo René Lalique hubiera podido fabricar el vidrio que contuviese este aroma, ¿no creéis?

lunes, 3 de junio de 2013

GLUTAMATO MONOSÓDICO


CIUDAD REAL DIGITAL

Barricada Cultural

03/06/2013

GLUTAMATO MONOSÓDICO

por Eva Martínez Cabañas

   


A mí me gustaría tener cerquita un médico como el doctor Hiromi Shinya, Jefe de la Unidad de Endoscopia Quirúrgica del Centro Médico Beth Israel en Nueva York y profesor de Cirugía Clínica del Colegio de Medicina Albert Einstein. Y no solo porque es una eminencia en temas del sistema digestivo, sino porque explica las cosas con sencillez (signo de inteligencia) para que todos sepamos que sucede en nuestro cuerpo. En su libro “La enzima prodigiosa” nos dice:  

“Nuestras células siempre se reemplazan por células nuevas. Las células en ciertas áreas del cuerpo son completamente reemplazadas por nuevas en varios días, mientras que en otras el proceso puede durar varios años. Y al final todas son reemplazadas. Estas nuevas células están hechas del agua y la comida que consumimos a diario. Basándonos en esto podemos decir que la calidad del agua y la comida que consumimos determinan nuestra salud.  

Por lo tanto, nuestro sistema gastrointestinal, el cual absorbe la comida y el agua que ingerimos es la base de nuestro cuerpo. Si la calidad de los alimentos y el agua es mala, el sistema gastrointestinal será el primero en sufrirlo. Después los malos elementos que son absorbidos se transportarán por los vasos sanguíneos a todas las células del cuerpo. No importa lo malos que sean los ingredientes, las células solo pueden usar los materiales que se transportan para fabricar nuevas células. De esta forma, la calidad de la comida y del agua determinan la salud de todo nuestro cuerpo”.  

Así que no nos queda más remedio que fijarnos más en nuestra alimentación, por nuestro propio bien, y aprender un poco más sobre aquello que nos alimenta. Y como es algo de relevancia, me gustaría invertir un poco de mi tiempo en hablar del glutamato monosódico.  

Pues bien, este es uno de los nombres que se le da a la sal de sodio del ácido glutámico. Está presente en la mayoría de los alimentos proteicos, ya que es una proteína, y se obtiene a través de un proceso de fermentación de productos como la caña de azúcar o algunos cereales. Luego pasa por un proceso de refinado y así se obtiene el glutamato, que viene a ser ácido glutámico, agua y sal.  

Es un aditivo que se añade como potenciador del sabor en alimentos preparados. Despierta el apetito y estimula las células del cerebro y de la lengua aumentando la sensación de “cuerpo” y de viscosidad en el paladar. Pero varios estudios demuestran que inhibe la sensación de saciedad, produce obesidad y es adictivo.  

Este producto químico fue agregado por primera vez a los alimentos después de la Segunda Guerra Mundial y ha sido añadido a la comida preparada desde entonces por la industria alimentaria, y cada vez en concentraciones mayores.  

Algunos productos lo identifican como GMS o E-621. Y otros lo esconden a fin de confundir a quienes leemos la lista de ingredientes. Otros nombres que recibe son: Accent, Ácido glutámico, Aginomoto, Aislante de proteína, Alimento de levadura, Caldo en Polvo, Caseinato de calcio de gelatina, Caseinato de sodio, Concentrado, Condimentación, E-620 (Ácido L-glutámico), E-621 (Glutamato de sodio), E-622 (Glutamato de potasio), E-623 (Glutamato de calcio), E-624 (Glutamato amónico), E-625 (Glutamato de magnesio), E-635 (Mezcla de diferentes ribonucleótidos), Extracto de levadura, Extracto de proteína vegetal, Fitoproteína autolizada, Fitoproteína hidrolizada (HPP), Glutamato monopotásico, Levadura autolizada, Malta de cebada, Maltodextrina, Proteína texturizada, Proteína vegetal hidrolizada, Saborizante natural, Senomyx (extracto de trigo etiquetado como saborante artificial) o Suavizante natural de carnes.  

Perdón por la interminable lista, pero me parece importante saber identificar este aditivo, ya que se utiliza en casi todas las marcas y en casi todas las líneas de productos de alimentos procesados. También en alimentos infantiles, condimentos, patatas de bolsa y snacks, hamburguesas, pizzas, comidas preparadas, salsas y salsas ligths, congelados, patés, cereales, aceitunas, aderezos de ensaladas, sopas de sobre, comida baja en grasas, kétchups, tallarines y fideos preparados, comidas preparadas precongeladas, derivados cárnicos, fiambres, repostería, galletas… Y si decidimos salir a comer fuera nos encontramos con restaurantes que lo utilizan normalmente. Sobre todo restaurantes chinos, japoneses y de comida rápida. ¡Está en todo!  

Su consumo frecuente y a largo plazo se asocia con el riesgo de padecer tensión arterial alta o con el de contraer enfermedades cardíacas o  arterosclerosis. Y algunas formas de células cancerosas tienen receptores de glutamato en ellas. Según pruebas en animales, el glutamato puede llegar a producir un apetito voraz (un 40% superior) y favorece la obesidad, ya que además suelen contenerlo alimentos ricos en grasas y calorías.  

Los estudios realizados en la Universidad Complutense de Madrid por Jesús Fernández Tresguerres, director del departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, también aseguran que el glutamato monosódico afecta a partes de nuestro cerebro que regulan la sensación de apetito y saciedad. Y dañan la producción de la hormona del crecimiento, que es responsable de que tengamos más músculo y no un exceso de grasa. Las personas que dejen de consumir glutamato monosódico en su alimentación disminuirán su apetito y les resultará más fácil seguir una dieta y perder peso.  

Los más susceptibles son los niños (cuatro veces más vulnerables que los adultos) ya que sus barreras cerebrales sanguíneas no están completamente desarrolladas. Los ancianos también son muy vulnerables debido a que sus barreras se están deteriorando.  

Estudios mencionados en el libro de John Erb, “El lento envenenamiento de América”, relacionan el GMS con la diabetes, migrañas, dolores de cabeza, autismo, ADHD y hasta con el Alzheimer. No obstante, se añade a la comida por el efecto adictivo que tiene sobre el cuerpo humano.  

Un estudio elaborado en la Universidad Hirosaki de Japón, y dirigido por Hiroshi Ohguro, relaciona el consumo del glutamato monosódico con una posible pérdida de visión a largo plazo. También explica que puede acarrear lesiones en la retina y un aumento de casos de glaucoma.   Perjudica nuestra salud, pero se oculta la verdad al consumidor por intereses económicos. Y los grandes medios tampoco desean destapar la verdad por miedo a demandas legales de sus publicistas.  

Se habla de los beneficios del glutamato en ancianos, ya que al aumentar el hambre hace más fácil combatir la malnutrición. Una curiosidad de esta sustancia es que da nombre a un nuevo sabor: “Umami”, que en japonés significa “gusto sabroso”. Esto es consecuencia de que en unos receptores específicos de la lengua produce un gusto esencial muy particular. Los estudios defensores de este aditivo dicen que no hay riesgo para el sistema nervioso, ya que la barrera hemato-encefálica lo impide y además el 95% lo utiliza el intestino como fuente de energía. Otro argumento a favor de su consumo es que contiene menos sodio que la sal.  

Por todo esto, es importante que miremos bien las etiquetas, evitemos comprar los productos que lo contienen y preparemos nuestros alimentos con artículos no elaborados, tal y como hacían nuestras madres y abuelas. Hay personas que ante este tipo de información suelen reaccionar con frases como “¡Entonces no vamos a poder comer nada!” o “¡Yo prefiero no enterarme!”. En mi opinión es mucho más interesante conocer qué es lo que comemos. Nuestra salud depende de ello. Nuestro cuerpo es nuestro templo, ¿no estáis de acuerdo?  

Invirtamos en nuestro futuro y salud… Empresas y gobiernos del mundo, ¡por favor, sean responsables! Basta ya de multiplicar monedas por encima de todo. No queremos ser máquinas tragaperras, sino personas bien alimentadas que puedan confiar en sus representantes y compañías alimentarias. Queremos comer y beber bien. ¡Solo cosas buenas! Queremos salud y bienestar. Y queremos abrir los ojos a aquello que nos hace mal sin saberlo. No más glutamato en nuestros alimentos ni aditivos artificiales que nos provocan alergias e intolerancias ya desde niños. Os advertimos: Vamos a leer y a aprender. Vamos a compartir información y vamos a hacernos un poquito más conscientes y responsables de lo que nos rodea. Vamos a alimentarnos mejor y vamos a seleccionar lo que entra diariamente en nuestro cuerpo. Si ustedes no quieren cambiar, yo sí. ¡No quiero sus productos dañinos aunque sean más sabrosos! Bórrenme de su lista de clientes. Yo ya cerré mi monedero a su comida basura. Ya no me siento inexplicablemente mal después de haber consumido sus “delicias” en bolsa. ¡Qué a gusto me he quedado! Por cierto, voy a prepararme la comida… Hoy toca pisto manchego, of course…