domingo, 28 de julio de 2013

LA MÚSICA DE LAS ESFERAS

CIUDAD REAL DIGITAL

Barricada Cultural

 08/07/2013

La música de las esferas

por Eva Martínez Cabañas




El sabio maestro Pitágoras fue un griego que nació cinco siglos antes que Cristo, en Samos. Fue filósofo, matemático, geómetra, aritmético y astrónomo. También viajó mucho, aprendió a tocar la lira, a escribir poesía y a recitar a Homero. Fundó la Hermandad Pitagórica, una selecta sociedad que tuvo hasta 300 miembros, hombres y mujeres, donde se compartían conocimientos sobre cosmología, medicina, ética, política, filosofía y gnosis entre otras. En fin, todo el saber de la época. Influyó notablemente en Platón y Aristóteles, e impresionó sobremanera a esta humilde narradora del siglo XXI.  

Pitágoras sostenía que la esencia última de la realidad se expresa a través de números, los cuales nos permiten percibir lo que de otra forma quedaría oculto al intelecto y a los sentidos. Obsérvese que esto es más o menos lo que nos cuenta la película “Matrix” con sus pantallas de interminables secuencias de unos y ceros.  

También amaba y respetaba la música. De hecho, hacía comenzar la educación de sus alumnos por esta artística doctrina, ya que afirmaba que tenía valor ético, medicinal y sanaba los rasgos de carácter y las pasiones de los hombres. Construyó un instrumento musical: el monocordio; con el propósito de determinar la relación existente entre la armonía musical y los números. Las cuerdas que daban el tono tenían longitudes proporcionales a 12, 9, 8 y 6.  
Y a partir de esta relación entre notas y números, elaboró la teoría más bonita y sorprendente de todas sus enseñanzas. A mi entender, claro. La llamó La música de las Esferas. Con ella, Pitágoras enseñaba que cada planeta u orbe galáctico emite un sonido específico.  

Y en el principio fue el verbo…  Es decir, sonido y vibración.  

Y hay más. Según la teoría, los planetas más cercanos emiten tonos graves, mientras que los más alejados nos ofrecen tonos agudos. Todos estos sonidos se combinan en una armonía única. ¿Hermoso, verdad? Los sonidos que produce cada esfera se combinan con los sonidos de las demás, produciendo una sincronía sonora universal. Música rítmica y numérica.  

Aristóteles y Porfirio añadían «Esta música no la podemos oír, ya sea porque siempre hemos estado acostumbrados a ella y no la podemos distinguir, o porque el sonido es tan potente que escapa a nuestras capacidades auditivas».  

Pues bien. La NASA, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, Estados Unidos, ha confirmado la teoría de Pitágoras enunciando que la atmósfera del Sol emite sonidos ultrasónicos 300 veces más graves que los tonos que el oído humano puede escuchar. ¡Autentica música celestial! Uno de sus satélites descubrió que el Sol suena como un instrumento musical. La corona o atmósfera solar genera explosiones que producen pequeñas llamaradas. Este magma o gas electrificado produce ondas sonoras que se propagan por los arcos solares. La música de las Esferas es un ultrasonido solar con una frecuencia de 100.000 hertz en periodos de 10 segundos. Esto es, a intervalos predecibles. 

El ser humano no puede escuchar sonidos de frecuencia menor a 16 Hz (sonidos infrasónicos), ni mayor de 20 kHz (sonidos ultrasónicos o supersónicos). En 10 segundos, estas ondas se convierten en ultrasónicas. Esto es debido a que los átomos individuales experimentan en el Sol sólo unas pocas colisiones durante el paso breve de cada onda. Ocurre lo mismo con el ultrasonido en La Tierra.    

Las ondas ultrasónicas se producen por el choque de flujos electromagnéticos o por el choque de oleadas de ondas de baja frecuencia sonora desde la superficie del sol. Ambas razones explican perfectamente el sonido de la música de las Esferas.  
Veamos los que dicen nuestros sabios actuales.  

El doctor Jeffrey Thompson, experto en neuroacústica, colaboró con la agencia espacial para estudiar los posibles efectos benéficos de dichos sonidos sobre la mente subconsciente de las personas. ¡Casi nada! Thompson nos dice: “Las interacciones entre el viento solar y los planetas, lunas y anillos de nuestro sistema solar crean paisajes sonoros de frecuencias en el océano de energía que llena el vacío del espacio, y cada cuerpo celeste que lo circunda tiene un modelo musical distintivo”.  

Robert Von Jay-Siebenburgen, jefe del Centro de Investigación de Física Solar y Plasma Espacial de la Universidad de Sheffield en Gran Bretaña explicó a la BBC: “El efecto es muy parecido al que se produce al puntear una cuerda de guitarra”.  

El Doctor Yaoura Taroyan, profesor de matemáticas aplicadas en el mismo centro, añadió que las explosiones solares envían las ondas acústicas hacia los arcos a decenas de kilómetros por segundo. “Estos arcos pueden tener hasta cien millones de kilómetros de longitud y conducir las ondas y sus oscilaciones de manera similar a como lo haría un órgano de tubos”. ¿Música de Bach Celestial?.  

David Thomson, Louis Lanzerotti y su equipo, todos miembros del Programa Hiscale a bordo de la sonda Ulysses, llegaron a la conclusión de que diferentes sonidos predecibles son capaces de alcanzar nuestro planeta. Además, en La Tierra se producen movimientos concretos como respuesta a estos, dando lugar a una especie de “baile cósmico”.  

Y finalizamos con las palabras del profesor Donald W. Kurtz, del Centro de Astrofísica de la Universidad de Lancashire Central en Gran Bretaña: “Todas las estrellas de nuestra galaxia emiten vibraciones armónicas, produciendo una especie de melodía celestial”.  

¡Fantástico! Serenata espacial que toca el Sol y otros pretendientes bajo el balcón de La Tierra. Y esta, como mujer que es, baila al son de la tonada seduciéndolos a su vez. Como no puedo oírlo, me lo imagino. Y adorno la escena con la Pequeña Serenata Nocturna de Mozart, porque me gusta mucho. Qué cada cual imagine la suya. ¡Qué bonito! Se me sale el romanticismo por las orejas… ¡Y qué listo Pitágoras! Gracias, maestro. Gracias científicos galácticos.


lunes, 1 de julio de 2013

MADIBA


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
01/07/2013
Madiba
por Eva Martínez Cabañas


Nelson Mandela nació en 1918 en Mvezo, un poblado en el Transkei de Sudáfrica. Su clan era Madiba, de la etnia Xhosa. Fue uno de los trece hijos que Henry Mgadla Mandela, consejero principal de la casa real Thembu. Su bisabuelo fue rey, y su madre, Nongaphi Nosekeni Fanny, era la tercera de las cuatro esposas de su padre. El pueblo lo llama Madiba, reconocimiento de los ancianos de su clan.

Su vida siempre ha sido dura y ejemplar. Abogado y político, llegó a ser el primer presidente de Sudáfrica elegido democráticamente mediante sufragio universal. También fue líder del Congreso Nacional Africano. Fue condenado a cadena perpetua por sabotaje y otros cargos y estuvo prisionero veintisiete años, la mayoría en la prisión de Robben Island. Tras su liberación, Mandela lideró su partido para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, siendo presidente desde 1994 hasta 1999.

Nelson Mandela se ha casado tres veces. 

Evelin Ntoko Mase y él se divorciaron después de catorce años de matrimonio. Una hija del matrimonio murió siendo todavía lactante. Más tarde, el primer hijo falleció en un accidente automovilístico, y el segundo con cincuenta años a causa de una enfermedad asociada al sida. Evelin falleció de neumonía.

Winnie Madikizela se separó a causa de escándalos políticos después de treinta y ocho años de matrimonio. Mandela y ella tuvieron dos hijas.

Madiba y Craça Machel, viuda del antiguo presidente de Mozambique, se casaron en el octogésimo cumpleaños de Mandela.

Tuvo que luchar con el Apartheid, la política de segregación racial, lideró la Campaña de Desobediencia Civil y el Congreso del Pueblo, donde se redactó la Carta de la Libertad. Mandela y el abogado Oliver Tambo también dirigieron un despacho que proporcionaba consejo legal de bajo costo a negros con recursos económicos escasos.

Inicialmente, estuvo comprometido con los métodos no violentos de resistencia siguiendo la inspiración de Gandhi. Mandela y otros ciento cincuenta compañeros son condenados a prisión. Después de cinco años de cárcel se les declaró no culpables. Más tarde, el Congreso Nacional Africano se dividió, surgiendo una nueva clase de activistas negros, los africanistas, mucho más drásticos a la hora de luchar. Finalmente este grupo se separó de El Congreso Nacional Africano y formó el Congreso Pan-Africano o PAC

Tras la Masacre de Sarpeville sufrida por los activistas del PAC, todos los partidos deciden una estrategia común, y responden a la llamada a las armas de Mandela, anunciando la formación del comando Lanza de la Nación. Madiba fue considerado un terrorista por las autoridades del régimen sudafricano e incluso por la ONU. Fue por esto que abandonó en secreto el país y se encontró con los líderes africanos en Argelia y otros lugares. Cuando regresó a Sudáfrica estaba decidido a reorganizar los elementos nacionalistas africanos en la alianza parlamentaria.

Nelson Mandela fue encarcelado en la prisión de Robben Island, el prisionero número 466/64, donde permaneció durante dieciocho de sus veintisiete años de presidio. Mientras estuvo en la cárcel, su reputación creció y llegó a ser conocido como el líder negro más importante en Sudáfrica. En prisión, él y otros realizaban trabajos forzados en una cantera de cal. Las condiciones de reclusión eran muy rigurosas: los prisioneros negros recibían menos raciones, y los presos políticos eran separados de los delincuentes comunes teniendo menos privilegios. A Mandela solo se le permitía recibir una visita y una carta cada seis meses. Estudió por correspondencia en la Universidad de Londres, obteniendo el grado de Licenciado en Derecho. Uno de los aspectos menos conocidos de su cautiverio fue la falsa operación de fuga que preparó el Servicio Secreto Sudafricano. El objetivo era asesinar a Mandela. El Servicio de Inteligencia Británico tuvo conocimiento del complot y frustró toda la operación. El agente secreto inglés Gordon Winter lo narra en su libro de memorias Inside Boss.

Madiba fue transferido a la prisión de Pollsmoor junto con otros altos dirigentes para eliminar la influencia de estos líderes en la nueva generación de jóvenes activistas negros encarcelados en Robben Island. El Presidente Botha ofreció la liberación condicional de Mandela a cambio de renunciar a la lucha armada. Mandela rechazó la oferta diciendo: "¿Qué libertad se me ofrece mientras sigue prohibida la organización de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en contratos." Mandela fue trasladado a la prisión Víctor Verster, permaneciendo allí hasta su liberación. 

Durante todos estos años ha sido galardonado con dos Premios Bharat Ratna, Premio Internacional Simón Bolívar, Premio Sájarov, Premio Lenin de la Paz, Isithwalandwe, Orden Nacional José Martí, Premio Nobel de la Paz, Orden al Mérito del Reino Unido, Premio Nacional de la Paz, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, Medalla Presidencial de la Libertad, Llaves de la Ciudad, Embajador de la Conciencia por Amnistía Internacional, Escultura en el Palacio de Westminster, Arthur Ashe Award, Orden del Águila Azteca, Orden de San Juan, Orden del Mérito de la FIFA, Premio de la Paz de Mahatma Gandhi, Orden de Canadá y alrededor de 50 doctorados honoris causa por distintas universidades del mundo… Algo tendrá el agua cuando la bendicen, ¿no?

William Ernest Henley fue un poeta inglés. Le faltaba una pierna, por lo que inspiró a su amigo, el escritor Robert Louis Stevenson, a crear al peculiar pirata Long John Silver, en La Isla del Tesoro. Henley escribió un maravilloso poema con el que Madiba se reconfortaba en sus duros años de cárcel. Os dejo con esta desgarradora poesía. No se me ocurre mejor homenaje...



En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.
Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuan recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.