sábado, 14 de diciembre de 2013

MADIBA


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
09/12/2013
Por Eva Martínez Cabañas





Nuestro querido Nelson Mandela nació nada menos que en 1918, en un poblado en el Transkei de Sudáfrica, como Kirikú… Su clan era Madiba, de la etnia Xhosa; y fue uno de los trece hijos de Henry Mgadla Mandela, consejero principal de la casa real Thembu. Su madre, Nonqaphi Nosekeni Fanny, era la tercera de las cuatro esposas, y su bisabuelo llegó a ser rey. Su pueblo lo llamaba Madiba, un reconocimiento que le otorgaban los ancianos de su clan.

Su vida fue dura pero ejemplar. Fue abogado y político, y llegó a ser el primer presidente de Sudáfrica elegido democráticamente.También fue líder del Congreso Nacional Africano. A pesar de ello, fue condenado a cadena perpetua por sabotaje y otros cargos y estuvo prisionero veintisiete años, la mayoría en la prisión de Robben Island. Tras su liberación, Mandela lideró su partido para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, y fue presidente desde 1994 hasta 1999.

También se casó tres veces.  

Evelin Ntoko Mase y él se divorciaron después de catorce años de matrimonio. Una hija del matrimonio murió siendo todavía lactante. Más tarde, el primer hijo falleció en un accidente automovilístico, y el segundo con cincuenta años a causa de una enfermedad asociada al sida. Evelin falleció de neumonía.  

Winnie Madikizela se separó a causa de escándalos políticos después de treinta y ocho años de matrimonio. Mandela y ella tuvieron dos hijas.  

Madiba y Craça Machel, viuda del antiguo presidente de Mozambique, se casaron en el octogésimo cumpleaños de Mandela…

Pero sobre todo conocemos a Mandela por su lucha con el Apartheid, la política de segregación racial. Po esta causa lideró la Campaña de Desobediencia Civil y el Congreso del Pueblo, donde se redactó la Carta de la Libertad. Mandela y el abogado Oliver Tambo un despacho que proporcionaba consejo legal de bajo costo a negros con recursos económicos escasos. Todo por conseguir la igualdad…

Inicialmente, estuvo comprometido con métodos no violentos de resistencia, siguiendo la inspiración de Gandhi. Pero Mandela y otros ciento cincuenta compañeros son condenados a prisión donde, después de cinco años de cárcel son declarados no culpables… Esto debió cambiar algo sus ideas… Más tarde, el Congreso Nacional Africano se dividió, surgiendo una nueva clase de activistas negros, los africanistas, mucho más drásticos. Este grupo se separó de El Congreso Nacional Africano y formó el Congreso Pan-Africano o PAC.

Tras la Masacre de Sharpeville, sufrida por los activistas del PAC, todos los partidos deciden una estrategia común respondiendo a la llamada a las armas de Mandela. Así surgió el comando Lanza de la Nación. Madiba fue considerado un terrorista por las autoridades del régimen sudafricano e incluso  por la ONU. Fue por esto que abandonó el país en secreto y se encontró con los líderes africanos en Argelia y otros lugares. Cuando regresó a Sudáfrica estaba decidido a reorganizar los elementos nacionalistas africanos en la alianza parlamentaria.

Nelson Mandela fue encarcelado en la prisión de Robben Island, como el prisionero número 466/64, donde permaneció durante dieciocho de sus veintisiete años de presidio.
 
Mientras estuvo en la cárcel, su reputación creció y llegó a ser conocido como el líder negro más importante de Sudáfrica. En prisión, él y sus compañeros realizaban trabajos forzados en una cantera de cal. Las condiciones de reclusión eran muy rigurosas; los prisioneros negros recibían menos raciones, y los presos políticos eran separados de los delincuentes comunes con durísimas restricciones. A Mandela solo le permitía recibir una visita y una carta cada seis meses…

Estudió por correspondencia en la Universidad de Londres y obtuvo el grado de Licenciado en Derecho.Uno de los aspectos menos conocidos de su cautiverio fue la falsa operación de fuga que preparó el Servicio Secreto Sudafricano: el objetivo era asesinar a Mandela. El Servicio de Inteligencia Británico tuvo conocimiento del complot y frustró la operación. Así, a lo James Bond...

El agente secreto inglés Gordon Winter lo narra en su libro de memorias Inside Boss.Nelson Mandela fue transferido a la prisión de Pollsmoor junto con otros altos dirigentes para eliminar la influencia de estos líderes en la nueva generación de jóvenes activistas negros encarcelados en Robben Island. El Presidente Botha ofreció la liberación condicional de Mandela a cambio de renunciar a la lucha armada. Mandela rechazó la oferta diciendo: "¿Qué libertad se me ofrece mientras sigue prohibida la organización de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en contratos." Mandela fue trasladado a la prisión Víctor Verster hasta su liberación.

Durante todos estos años ha sido galardonado con dos Premios Bharat Ratna, Premio Internacional Simón Bolívar, Premio Sájarov, Premio Lenin de la Paz, Isithwalandwe, Orden Nacional José Martí, Premio Nobel de la Paz, Orden al Mérito del Reino Unido, Premio Nacional de la Paz, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, Medalla Presidencial de la Libertad, Llaves de la Ciudad, Embajador de la Conciencia por Amnistía Internacional, Escultura en el Palacio de Westminster, Arthur Ashe Award, Orden del Águila Azteca, Orden de San Juan, Orden del Mérito de la FIFA, Premio de la Paz de Mahatma Gandhi, Orden de Canada y alrededor de 50 doctorados honoris causa por distintas universidades del mundo…  

Algo tendrá el agua cuando la bendicen, ¿no?  

William Ernest Henley fue un poeta inglés. Le faltaba una pierna, por lo que inspiró a su amigo, el escritor Robert Louis Stevenson, a crear el maravilloso personaje del pirata Long John Silver, en La Isla del Tesoro. Henley escribió un maravilloso poema con el que Madiba se reconfortaba en sus duros años de cárcel. Os dejo con esta desgarradora poesía. No se me ocurre mejor homenaje…  

En la noche que me envuelve, negra, como un pozo insondable, doy gracias al Dios que fuere por mi alma inconquistable. En las garras de las circunstancias no he gemido, ni llorado. Ante las puñaladas del azar, si bien he sangrado, jamás me he postrado. Más allá de este lugar de ira y llantos acecha la oscuridad con su horror. No obstante, la amenaza de los años me halla, y me hallará, sin temor. Ya no importa cuan recto haya sido el camino, ni cuantos castigos lleve a la espalda: Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.  

Gracias por todo, Madiba.
 
 
Fuentes: Wikipedia y Biografías y Vidas.

CERCA TROVA


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
02/12/2013
Por Eva Martínez Cabañas



 
 
Hoy vamos en busca de un tesoro... uno con misterio, grandeza, polémica y bandera verde.
 
Sabemos que los grandes proyectos en realidad no se tratan de trabajo, sino de profundas pasiones donde poner nuestro tiempo. Así debe ser, y así sucede en esta historia en pos de un grial que asombre los ojos y acelere el corazón. Pero empecemos por el principio.
 
La batalla de Anghiari es una pintura al fresco de Leonardo Da Vinci que fue pintada en uno de los muros del Salón de los Quinientos, en el palacio Vecchio de Florencia (Italia). La estancia fue símbolo del poder de la ciudad desde el siglo XIII, y fue llamada así por acoger a los quinientos miembros de su gobierno.
 
Para la realización del mural, Leonardo dispuso de varios ayudantes: entre ellos su discípulo Fernando Yáñez, nacido en la ciudadrealeña Almedina (qué pequeño es el mundo). El mural se pintó entre 1503 y 1506, y se perdió alrededor del 1563 al remodelarse la decoración del salón. Se conservan varios bocetos de la pintura, pero ninguno permite ver la escena en conjunto. Su parte central, a la que se ha llamado La lucha por el estandarte, es la más conocida.
 
El confaloniero Piero Soderini (un cargo municipal florentino) encargó unos murales de tema bélico a Leonardo y a Miguel Ángel, por lo que ambos genios coincidieron en el Salón de los Quinientos con el objeto de embellecer sus muros. Los murales debían medir 7 m. de alto y 17 de largo, y aquella fue la única vez que ambos trabajaron juntos en el mismo proyecto (qué buen argumento para una película...) Miguel Ángel representó un episodio de la batalla de Cascina que dejó inacabado. Tanto la batalla de Leonardo como la de Miguel Ángel estuvieron expuestas durante décadas, por lo que muchos las reprodujeron. Gracias a que Rubens copió la parte central de la de Leonardo, hoy  podemos hacernos una idea de cómo era el fresco original.
 
La remodelación del salón se produjo cuando el Gran Duque Cosme I de Médici decidió alojar allí a su corte, así que acortó la sala y subió el techo unos 7 m. para poder dorarlo, colocarle unos casetones (adornos huecos geométricos) y representar allí el triunfo de Cosme, el nuevo soberano de Florencia. También destruyó el fresco inacabado de Miguel Ángel y la batalla de Leonardo, ya que decidió sustituirlos por seis preciosísimos y delicados frescos que simbolizaban el poder de los Médicis. ¡Y que nadie lo cogiera de las solapas...!
 
En los años sesenta, Carlo Pedretti (profesor emérito de Historia del Arte en la Universidad de California y experto en la figura del genio Leonardo Da Vinci) publicó un libro titulado Leonardo inédito, donde exponía la necesidad de iniciar una investigación sobre la perdida Batalla de Anghiari. Y además tenía una pista: el mural podía estar oculto tras otra pintura.
 
Se refería al fresco conocido como La batalla de Marciano y realizado por Giorgio Vasari, un pintor, arquitecto y escritor florentino de la época  a quien se le encomendó la reforma del Salón de los Quinientos.
 
Carlo Pedretti señala otros casos donde Vasari había ocultado obras de arte para que estas no fuesen destruidas, como la Trinidad de Masaccio, en Santa María Novella, un Giotto en la Santa Croce o una Anunciación en los Uffizi aún sin identificar. Según Pedretti, Vasari “intervenía pero no destruía”.
 
Años después de la publicación del libro, el ingeniero italiano Maurizio Seracini se puso manos a la obra con un proyecto de investigación que va acompañado de mucha pasión; pero también de una larga recopilación de datos, esperas, intereses varios y hasta desacuerdos. Por cierto... Maurizio Seracini es el único personaje real que aparece con su nombre en la novela El Código Da Vinci de Dan Brown, un bonito homenaje para un hombre que ha dedicado más de la mitad de su vida a buscar el mural perdido de Da Vinci.
 
¡Así que la batalla de Leonardo podría estar escondida!
 
Seracini argumenta que, al encargarse de la remodelación de la sala, Vasari se encontró con la pintura de Leonardo y que probablemente la ocultó para evitar su irremediable destrucción. ¿Y cómo lo hizo?
 
Gracias a la tecnología se ha comprobado que detrás del muro de Vasari existe otro muro, y ambas paredes están separadas por una pequeña cámara de aire que posiblemente construyera él mismo. Esto se pone realmente interesante... Además, el pintor también pudo dejarnos una importante pista del ocultamiento en su propia obra, ya que en La batalla de Marciano uno de los soldados sujeta una pequeña bandera de color verde con una inscripción en latín: Cerca trova. La traducción de estas palabras al castellano dice: El que busca, encuentra. No sé vosotros, pero a mí estas cosas me ponen el vello de punta.
 
El equipo del ingeniero Seracini inicialmente utilizó tecnología no invasiva sobre el mural de Vasari: georradar, escáner con láser, termografía, radar y una sonda endoscópica. Los trabajos comenzaron a mediados de los años setenta sin conseguir resultados decisivos.
 
En el año 2000 la investigación ganó un nuevo impulso gracias al filántropo Loel Guinness y su sociedad Kalpa Group. Se anunció entonces un cambio de método que consistía en practicar una serie de agujeros en el fresco de Vasari. Nos dice Seracini: “Mis pesquisas sobre La batalla de Anghiari durante treinta y seis años siempre han previsto métodos no invasivos. Ahora, a un paso de la meta, todo podría cambiar”.
 
En 2005 Seracini presentó los primeros resultados de su investigación, y la asociación Italia Nostra lo denunció por considerar que había provocado “un daño y una violación del patrimonio italiano”, por lo que Seracini no tuvo más remedio que parar la investigación.
 
Así que en 2007 se creó una comisión científica que planificó una serie de análisis en todos los muros del Salón. En la comisión participaba el Opificio delle Pietre Dure de Florencia (el Instituto de Restauración del Estado Italiano). Durante año y medio, se sirvieron de un novedoso escáner atómico de activación neutrónica. Mediante rayos gamma, este registraría las respuestas a distintas profundidades y variaciones de intensidad, verificando o descartando la presencia de pigmentos de color en el muro oculto. Las pruebas efectuadas en el laboratorio demostraron la inocuidad de la máquina desde el punto de vista radiactivo, pero aún así surgieron las primeras protestas.
 
De los catorce orificios solicitados para introducir una sonda hasta el muro oculto, el protocolo solo autorizó siete, y todos ellos en lugares específicos que aprovechaban una grieta o desconchón en el mural de Vasari. Finalmente se practicaron seis pequeños agujeros. Cuatro de ellos no llegaron a alcanzar la cámara, y de los dos últimos solo uno dio resultados: Más allá del muro (se nota que estoy leyendo Juego de Tronos) existe una superficie con manchas de un material que todavía no se ha extraído y analizado. Este podría tratarse de pintura o de un revestimiento.
 
La perforación del mural de Vasari también ha desatado quejas de las autoridades florentinas y de cerca de cuatrocientas personas, quienes presentaron su firma en contra del proyecto.
 
También hay quienes opinan que, en el caso de que se hallara el mural de Leonardo, probablemente este no se habría conservado, ya que Da Vinci era un gran experimentador y a veces no utilizaba los materiales más adecuados. O que incluso pudo haberse estropeado antes de la remodelación del Salón... Cierto... Leonardo fabricaba sus propias pinturas y algunas no salieron muy buenas; sin embargo me parece que eso no es excusa para interrumpir la búsqueda... ¿qué clase de investigadores y aventureros seríamos entonces?
 
El que busca, encuentra.
 
Seracini se defiende de todo argumentando que son maldades y que su equipo de trabajo cuenta con la autorización de Ministerio de Bienes Culturales, la del Ayuntamiento de Florencia y la del Opificio delle Pietre Dure. Además, los orificios son muy pequeños y se han practicado en zonas donde no había pintura. También invita a los que firmaron el manifiesto en su contra a que inspeccionen su trabajo, y asegura que la investigación no es un cargo para el contribuyente, ya que National Geographic está filmando un documental por el que ha pagado 250.000 dólares al Ayuntamiento de Florencia, además de realizar diversos vídeos y artículos durante cinco años que atraerán más turistas a la ciudad.
 
Cerca trova... Cerca trova...
 
Seracini también afirma que continuará trabajando y que invita a historiadores y expertos a estudiar los documentos originales. Algunos de estos se encuentran en Toledo, ya que las tropas españolas de Carlos V durmieron durante años en el palacio Vecchio, al abrigo de La batalla de Anghiari.
 
La escritora e investigadora Dolores García Ruiz, autora de El secreto de Monna Lisa y La cara oculta de Da Vinci, también opina que el mural de Leonardo se encuentra tras la batalla de Vasari. “Ahora parece que su lucha contra la desesperanza y la oposición de intelectuales y buena parte de la opinión pública está dando sus frutos” dice refiriéndose a Seracini. La investigadora también nos invita a reparar en la bandera verde del mural de Vasari, un estandarte que se encuentra paralelo a otro, lo que interpreta como una alusión a los dos planos paralelos que representan los dos muros; así como la inscripción Cerca trova y el hecho de que el mensaje estuviese escrito sobre una bandera como alusión a un lienzo donde plasmar pinturas.
 
Particularmente no sé si este simbolismo es certero, pero como aprendiz de todo y maestra de nada, llama mi atención el hecho de que el centro del mural de Leonardo se conozca como La lucha por el estandarte. El caso es que la investigadora Dolores García refuerza la teoría de Pedretti y Seracini.
 
Hoy en día la búsqueda continúa. Y mientras aparece el mural de Leonardo, unos momentos publicitarios:
 
No deje de visitar Almedina (en el Campo de Montiel) donde podrá encontrar una preciosa fuente pública del siglo XIV o un curioso museo al aire libre, ya que varias representaciones en azulejo nos muestran los trabajos de Fernando Yáñez adornando sus calles. También hallará su puente romano, sus formaciones pétreas en las cumbres cercanas, el cerro Morrón, el color rojo de su tierra arcillosa y espectaculares atardeceres. Ya sabe, Visite Almedina y Beba... lo que le venga en gana.
 
Fuentes: National Geographic, Wikipedia, 20 minutos, ABC y Minube.
 




MI GRAN BODA GRIEGA


Película dirigida por Joel Zwick
2002



 
La tía Voula interpretada por Andrea Martín

 
 
Dice la tía Voula a los padres del novio, a quienes acaba de conocer:


       -Verán… Toda mi vida he tenido un bulto en la nuca. Justo aquí. Siempre. Luego me vino la menopausia y el bulto se hizo más grande. Con las hormonas empezó a crecer. Así que fui al médico y me hizo la biop… bi bip… bibop… be… bibopsia, y dentro del bulto encontró dientes y una columna vertebral. ¡Sí, dentro del bulto estaba mi gemela!



DON PEDRO ÁLVAREZ DE SOTOMAYOR


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
25/11/2013
Por Eva Martínez Cabañas






Decíamos ayer... (como dijo Fray Luis de León a sus alumnos después de cinco años de ausencia) que el historiador Celso García de la Riega afirmó que Pedro Álvarez de Sotomayor había sido un noble medieval pontevedrés, fallecido en Alba de Tormes bajo extrañas circunstancias... ¡y que “regresó a la vida” con el nombre de Cristóbal Colón! Alfonso Philippot recogió y amplió la teoría mediante documentos que probaban la presencia del apellido Colón en Pontevedra. Así que tiramos del hilo y averiguamos un poquito más sobre don Pedro Álvarez de Sotomayor. La historia es fascinante, ya veréis...

Cuentan que le apodaban Pedro Madruga tras discrepar con otro noble (familia de los Sarmientos de Rivadavia) sobre límites de tierras. Ambos señores feudales convinieron resolver el problema y se dieron cita para ello. Cuando el de Sarmientos se dispuso a salir de su castillo al alba, se encontró al pie de la muralla a Pedro Álvarez de Sotomayor, a quien saludo de esta manera: “Madruga, Pedro, madruga”. Aunque existe otro texto que afirma que debían llamarlo así porque, o bien anochecía en un sitio y amanecía en otro; o bien porque siempre llegaba temprano.

Pedro Álvarez de Sotomayor nació alrededor de 1420 fruto de los amores entre el noble Fernán Yáñez de Sotomayor (señor de Sotomayor y Fornelos) y Constanza de Zúñiga, (sobrina de la condesa de Santa Marta en Rivadavia). Como era hijo ilegítimo, al joven Pedro le procuraron estudios eclesiásticos con los que pudiera labrarse un futuro.

En Galicia se libraba entonces la llamada Guerra Irmandiña, una revuelta social que surgió debido al hambre de los campesinos, las epidemias y los abusos de poder por parte de la nobleza. La llamada Santa Hermandad lucho contra los nobles gallegos impulsada por el rey Enrique IV. Más tarde el levantamiento también tuvo carácter político a causa de la Guerra de Sucesión Castellana (Isabel 1 - Juana 0), así que labradores, artesanos y mercaderes hicieron frente a los nobles apoyados por los hidalgos y el clero.

En la Guerra Irmandiña encontró la muerte el noble Álvaro Páez de Sotomayor, quien antes de entregar la ciudad a la Hermandad dejó como heredero de la casa Sotomayor a su hermanastro Pedro, quien abandonó sus estudios de clérigo para hacerse cargo de la herencia familiar.

Don Pedro visitó la corte de Enrique IV para que el monarca autorizase el testamento, y viajó a la corte portuguesa de Alfonso V buscando apoyo de familiares, del propio monarca y refugiándose de la Guerra Irmandiña.

En Portugal se ganó la protección del rey y contrajo matrimonio ventajoso con doña Teresa de Távora (hija del hidalgo portugués Álvaro Pérez de Távora) con la que tuvo siete hijos: Álvaro, Fernando, Cristóbal, Diego, Alfonso, Mayor y Constanza.

Madruga siempre estuvo muy vinculado política y familiarmente con Portugal, pero la revuelta Irmandiña consiguió introducirlo en el círculo de nobles gallegos. Estos, junto al arzobispo de Santiago, lo reclamaron para que formase parte de la batalla. Así que don Pedro cruzó la frontera y recuperó con pericia sus dominios, derrotando a las huestes enemigas cerca de Pontevedra. También ayudó al arzobispo de Santiago (Alonso de Fonseca) y a Juan Pimentel (hermano del conde de Benavente) a recuperar sus posesiones; y organizó a la resquebrajada nobleza gallega, disgregada por exigencias particulares. Madruga tuvo como aliados a caballeros de acostamiento en sus tierras (como los Valladares o los Montenegros), a sus familiares (los Sotomayor de Lantaño), o a su amigo Lope Sánchez de Moscoso (conde de Altamira).

Sus enemigos intentaron cortándole el paso junto a Pontevedra para que no se reuniera con el arzobispo, pero Pedro Álvarez venció a la Hermandad junto a sus aliados y les obligó a reconstruir las fortalezas que habían derribado.

Por otro lado, Enrique IV le había otorgado unos ingresos de 150.000 maravedíes como interés sobre las rentas reales de Pontevedra, Vigo y Redondela, así que la concesión le sirvió a don Pedro de pretexto para señorear estas ciudades. La decisión le acarreó un duro enfrentamiento con el arzobispo de Santiago, a quien pertenecía la jurisdicción de estas localidades.

Sea como fuera, el caso es que llegó a ser una figura destacada en el panorama político y militar de la Galicia medieval. En la cumbre de su carrera militar, Pedro Madruga obtuvo del rey portugués Alfonso V el título y los derechos de conde de Camiña, por lo que ejerció el dominio casi exclusivo del suroeste de Galicia, donde el pueblo lo consideraba como a un rey debido a sus pretensiones hegemónicas, las cuales manifestó mediante las palabras “en Galicia basta mi casa”.

Cuando muere Enrique IV comienza en Castilla el conflicto sucesorio entre su hermana Isabel y su hija Juana. Pedro Madruga apoyó a Juana (que estaba casada con Alfonso V), y lo hizo tanto por vinculación familiar como por intereses personales. Su mayor enemigo (el arzobispo de Santiago) se mantuvo al lado de Isabel y más adelante de los Reyes Católicos, buscando restablecerse de sus pérdidas  y conseguir un ascenso político.

La intervención de don Pedro en el conflicto facilita la invasión portuguesa en Castilla, ya que el noble abre un frente gallego donde proclama a Alfonso y a Juana reyes de Portugal, Castilla León y Galicia.

El obispo de Tui (Diego de Muros) se opuso a la presencia portuguesa. Necesitando subsidios, don Pedro resolvió apoderarse de la ciudad de Tuy y capturó a su obispo, llevándolo en su retaguardia de campamento en campamento por tierras portuguesas, y tratándolo de forma poco correcta durante su largo cautiverio.

El arzobispo Fonseca, el conde de Monterrey y otros nobles gallegos acabaron incorporándose al bando isabelino. Comandados por Fray Arias del Río (corregidor mayor de Galicia) se dirigieron a Pontevedra dispuestos a reducir a don Pedro, y secundados marítimamente por una escuadra capitaneada por Ladrón de Guevara.

Madruga resiste dos prolongados cercos a la ciudad y acaba decidiéndose una tregua en la guerra. Yendo a visitar a Lope Sánchez de Moscoso, es hecho prisionero por Rodrigo Alonso de Pimentel, que no admitió rehenes ni dinero a cambio de su rescate. Pimentel lo encerró en Orense. El arzobispo compostelano y los demás enemigos de Madruga, se dirigieron entonces a Pontevedra para rendirla, ocuparon varias fortalezas de los Sotomayor y construyeron otras nuevas en la zona. Como los nobles no hicieron nada por ayudarle, fue el rey de Portugal quien ofreció la libertad de dos caballeros principales de Castilla a cambio de su protegido.

Tras ser liberado, Madruga regresa a Galicia, y en menos de un año consigue recuperar los dominios perdidos, se apodera de García Sarmiento (señor de Sobroso) y de su tío Fernández Camba, dando muerte a Gregorio de Valladares y a Tristán de Montenegro. El bando de Fonseca solo consigue mantenerse en Pontevedra y Bajona.

Pedro Álvarez era inteligente y no tenía escrúpulos para conseguir lo que quería. Prueba de ello la encontramos en el archivo de los duques de la Roca (Casa de Sotomayor  legajo 19, nº 41) donde se relata un divertido episodio donde Pedro Madruga se hace con unas armas: “La causa por donde se levantó fue que ha venido a atracar a la ría de Vigo, cerca de (Casa de Don Pero), una nave de unos germanos que traían 180 mosquetes o arcabuces, y él pidió se los vendiesen y ellos no quisieron, y usó de un disfraz para hurtárselos, que es le siguiente. Mandó en la playa de Vigo hacer unas fiestas en que con danzas de espadas desnudas y corriendo patos, salieron los germanos a ver la dicha fiesta, y después que fueron en tierra todos con barcos que tenía, mandó disimuladamente a un capitán suyo, llamado Pedro Veloso, natural de Bayona, y cogió las dichas armas, y con ellas hizo grandes locuras”.

Cuando se firma la paz entre Castilla y Portugal, los Reyes Católicos se habían consolidado como monarcas de Castilla y Aragón. A pesar de que los tratados contemplan un perdón general para los nobles, los monarcas soportaban una delicada situación en Galicia gracias al esfuerzo de don Pedro.

El arzobispo de Fonseca reclamó entonces a don Pedro la devolución de las feligresías de su feudo. Como los Reyes Católicos intervinieron en la devolución de estas, el obispo de Tui también le exige a don Pedro que le regrese lo sustraído a su iglesia. El gobernador y la Hermandad, estaban dispuestos a terminar con Sotomayor. Así que, ante esta comprometida situación, Madruga intenta deshacer el desagravio y restituye todos los bienes usurpados a la iglesia de Tui. Pero los Reyes Católicos estaban decididos a acabar con Pedro Madruga.

Al ver el giro que tomaban los acontecimientos Madruga envió a su esposa para suavizar las cosas con la realeza, ya que había muerto su aliado el conde de Lemos, disponía solo de tres fortalezas, sus enemigos habían crecido en posesiones y el mariscal Pedro Pardo de Cela había sido ajusticiado en Burgos.

Doña Teresa solicitó a los reyes que dejasen disfrutar de los bienes de la casa a su hijo Álvaro; ya que el joven no había tomado parte en las conspiraciones de la nobleza gallega por ser demasiado joven. Los reyes aceptaron, protegieron en la Corte a Álvaro de Sotomayor y le exigieron que se haga cargo del señorío.

Pero al requerir Álvaro a su padre las fortalezas, este le amenazó con romperles un palo en la cabeza a él y a su curia. Doña Teresa aconsejó a su hijo que entrara en la fortaleza de Sotomayor disfrazado, y que una vez dentro se diera a conocer a sus criados, descubriéndoles a estos el favor recibido de los reyes. Así lo hizo el joven. Su padre se enfadó tanto que fue en busca del conde de Altamira, prometiéndole a este todo lo que quiso a cambio de su ayuda.

Pero la Corte le envió orden de estarse quedo y de dejar que los acontecimientos siguieran su curso. Álvaro de Sotomayor heredó así el señorío con el apoyo de la Corona y se convirtió en un noble sumiso al deseo de los monarcas.

Madruga redactó un nuevo testamento donde desheredó a su hijo Álvaro, y donde le dice que se contente con cinco reales por haber sido desobediente, haberse levantado contra él, haberle tomado la fortaleza y casa de Sotomayor, ser causa del desfallecimiento de sus estados, apocamiento de su vida y causa de su muerte.

En 1486 don Pedro viajó a Castilla para solicitar el perdón de los reyes. Paró en el monasterio de Alba de Tormes con el propósito de descansar y entrevistarse con su amigo el duque de Alba. Los parientes de Madruga que vivían en la Corte veían mal remedio para estos sucesos, y aunque el duque de Alba habló en su favor a los reyes, no consiguió el perdón. Entonces Pedro Álvarez de Sotomayor, conde de Camiña, falleció de repente y de forma sospechosa.

El historiador Vasco da Ponte nos narra lo siguiente: “... unos dixeron que el conde muriera allí de dos carbúnculos, otros dixeron que el alcalde de Proiaño entrara en el monasterio con sus porquerones y que le hechara un garrote en el pescuezo; unos dicen que fue de una manera y otros dicen que fue de otra, quizá fue e entrambas maneras”.

Y así termina la historia de la supuesta “primera vida” de Cristóbal Colón. Desmigar el paso del tiempo y sus acontecimientos suele ser complicado, pero disponemos de abundantes documentos e imaginación para ello. ¿Pero cómo acabaría Madruga al otro lado del mundo? Quien lo sepa, que lo cuente... o que haga una película, que también nos vale.


Fuentes: Wikipedia, Reha, Ayuntamiento de Soutomaior y Manuel Avendaño Gascón.
Foto: Historiayarqueología.com