PENSAMIENTOS Y PAMPLINAS
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La niña de los peces
La Niña de los Peces tiene dos
pececillos inmortales que se llaman Pis
y Caca.
Anda siempre muy recta -aunque le
duela la espalda-, como las bailarinas; como Bette Davis o Greta Garbo; como
Coco Chanel en sus mejores tiempos.
Sabe reír aunque no tenga trabajo.
Sabe escuchar aunque tenga palabras. Y sabe ir y venir con los acontecimientos
de la vida envuelta en una burbuja propia que le protege de pensamientos
ajenos.
La Niña de los Peces es guapa por
dentro y por fuera. De día y de noche. A la hora que sea. Va tranquila por la
vida. Con sus dedos de pianista y sus ojos del color de yo-qué-sé-de-qué-color-son-por-más-que-los-miro.
Busca su nueva concha como un
cangrejo ermitaño que ha crecido. Busca el poliedro adecuado donde establecerse
y echar raíces; como árbol bueno que es.
La niña de los peces está atada a mi
propia historia por un fino hilo familiar. Y doy gracias por ello. Porque cuento
con la suerte de saber que siempre está ahí, porque es de ese tipo de personas que
una quiere siempre tener cerca, y porque la quiero mucho más que a la mayoría de
habitantes de este planeta.
Y no tengo más que decir porque entonces no acabaríamos nunca. Pero eso sí: si para algo he abierto este humilde espacio es para decir lo que pienso, ¿no?
Pues ya lo sabes: ¡Te quiero, hermosa!
Oooooole!!!
ResponderEliminarYo también, yooo también...
ResponderEliminarCuadrado, rojo, menta...dadooo, no se como decirte... que caca ha fallecido y a pis no me lo devuelven.
ResponderEliminarFin.