lunes, 19 de octubre de 2015

PERPETUO MOVIMIENTO


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
12/10/2015
Por Eva Martínez Cabañas





Aunque podría citar a una docena de eruditos antiguos hablando del tema, hoy me quiero quedar con esta frase del maestro de artes marciales Bruce Lee, que dijo: “La vida nunca es estancamiento. Es movimiento constante, movimiento sin ritmo, pues nosotros cambiamos constantemente. Las cosas viven moviéndose, y ganan fuerza mientras lo hacen”.

Y es que todo se mueve en el Universo.

El maestro Bháskara fue un matemático y astrónomo indio del siglo XII cuya obra principal se conoce con el nombre de Siddhanta-siromani. El libro está escrito en sánscrito ¡y en verso!, por lo que no me puedo resistir a incluir un pequeño trozo del pastel:

“La raíz cuadrada de la mitad del número de abejas en un enjambre, ha volado hasta la planta de jazmín. Ocho novenos del enjambre atrás quedaron. Una abeja vuela junto a su compañero, quien zumba dentro de la flor de loto; en la noche, atraído por el dulce aroma de la flor, voló a su interior ¡y ahora está atrapado! Dime, encantadora dama, el número de abejas en el enjambre”.

La parte aritmética del libro es el origen de algunas leyendas que afirman que fue escrito para su hija Lilavati. Uno de estos relatos (encontrado en una traducción persa) cuenta como el maestro confeccionó el horóscopo de su hija, que se iba a casar, prediciendo que si el primer encuentro sexual de la muchacha no sucedía en un momento astrológico determinado, su marido moriría pronto. Para impedirlo, una hora antes del momento colocó una taza con un pequeño agujero en la parte inferior de una vasija rellena con agua (una clepsidra). Cuando la taza se hundiera, sería la hora propicia para el encuentro. Y avisó a Lilavati de que no se aproximarse al mecanismo. Sin embargo, la joven sintió curiosidad y se acercó a contemplarlo. Entonces, una perla de su aro de la nariz cayó accidentalmente dentro, obstruyendo y orificio y estropeando el reloj. Como la predicción se cumplió, y las viudas hinduistas no pueden volver a casarse, Bháskara enseñó matemáticas a Lilavati y escribió el libro para ella. 

En su contenido encontramos la primera referencia escrita de un móvil perpetuo. El artilugio es una rueda con un determinado número de agujeros colocados en zig-zag, y cada agujero está lleno hasta la mitad con mercurio y sellado. El poético texto matemático nos dice que la rueda, una vez puesta en movimiento, nunca se parará. Nos habla de la máquina del continuo movimiento.

La idea aparece más tarde en escritos árabes, y de allí llega a Europa, donde la primera descripción de un móvil perpetuo la conocemos gracias a un francés: un maestro de obras itinerante del siglo XIII. Su nombre es Villard de Honnecourt. Este arquitecto escribió un cuaderno de viajes titulado “Livre de portraiture” (algo así como Libro retrato). El cuaderno es un pergamino de 33 páginas y 250 dibujos que hoy se custodia en la Biblioteca Nacional de París.

El maestro escribe:

“Villard de Honnecourt os saluda, y recomienda a todos aquellos que se sirvan de las instrucciones que se encuentran en este libro, de rezar por su alma y de acordarse de él, pues en este libro se puede encontrar una ayuda válida para el gran arte de la construcción y de algunas instrucciones de carpintería, y encontraréis el arte del retrato y sus elementos tal como lo requiere y lo enseña el arte de la geometría”.

También nos muestra el croquis de una rueda con siete martillos articulados, y nos comenta que los eruditos trataban de inventar la máquina del movimiento perpetuo. Pero no aclara si lo consiguieron...

Y el científico y franciscano inglés Roger Bacon (llamado por sus coetáneos Doctor Mirabilis o Doctor Admirable), escribió en el siglo XIII:

“Ante todo yo les relataré sobre las maravillosas creaciones del hombre y la naturaleza para nombrar más adelante las causas y los caminos de sus creaciones, en las cuales no hay nada de maravilloso. Es que se pueden crear grandes buques de río y oceánicos con motores y sin remeros, gobernados por un timonel y que se desplazan a mayor velocidad que si estuvieran repletos de remeros. Se puede crear una carroza que se desplace a una velocidad inconcebible, sin enganchar en ella animales. Se pueden crear aeronaves, dentro de las cuales se sentará un hombre que, girando uno u otro aparato, obligará a las alas artificiales a aletear en el aire como los pájaros. Se puede construir una pequeña máquina para levantar y bajar cargas extraordinariamente grandes, una máquina de gran utilidad. Al mismo tiempo, se pueden crear tales máquinas con ayuda de las cuales el hombre descenderá al fondo de los ríos y los mares sin peligro para su salud”.

El principal mecanismo en todos estos pronósticos era sin duda el motor, y en particular Bacon estableció la noción de motor universal. A partir de esta idea surgieron los primeros proyectos de crear el móvil perpetuo.

Como contrapunto, el primero en teorizar la imposibilidad de construir el instrumento fue nuestro genio florentino Leonardo da Vinci, quien comenta con pasión en el siglo XV: “¡Buscadores del perpetuum mobile, cuántas ideas frívolas habéis arrojado al mundo!”. Sin embargo, existen algunos dibujos donde parece utilizar el concepto de movimiento perpetuo en diseños para elevar agua, segurametne porque desconocía las leyes de la hidráulica, descubiertas siglos después.

También llego a esta conclusión el religioso y naturalista inglés John Wilkins en el siglo XVII (que por cierto fue el primero en fabricar colmenas transparentes para poder estudiar el comportamiento de las abejas, hablar de la posibilidad de viajar a la Luna y de elaborar un lenguaje artificial mundial).
Una máquina de movimiento perpetuo no necesita energía externa para trabajar, solo un impulso inicial (cierta cantidad de energía) que lo ponga en funcionamiento, y su movimiento no se detendría jamás. Su construcción estaría basada en la idea de la conservación de la energía, la cual entraría en contradicción con las leyes termodinámicas, por lo cual (a día de hoy) se considera un objeto imposible. Y es una lástima, ya que solucionaría para siempre la demanda de energía de nuestras sociedades.

La ley de la Conservación de la Energía afirma que la cantidad total de energía en cualquier sistema físico aislado permanece invariable con el tiempo, aunque dicha energía puede transformarse en otra forma de energía. Es decir, que la energía no puede crearse ni destruirse, solo puede cambiar de una forma a otra. Este es el primer principio de la termodinámica.

La entropía (S) es una magnitud física que permite determinar la parte de la energía que no puede utilizarse para producir trabajo. La palabra griega significa evolución o transformación, y representa el desorden en un sistema. Un ejemplo: Un vaso de cristal puede romperse en pedazos, pero nunca hemos visto que espontáneamente estos vidrios rotos se ordenen para formar un vaso. Este es el segundo principio de la termodinámica.

Y así, existen dos tipos de máquinas de movimiento perpetuo: las que contradicen el primer principio y las que contradicen el segundo. Lástima...

Las primeras generarían más energía de la que consumen, pudiendo así autoabastecerse y utilizar el excedente para otro trabajos. Las segundas serían capaces de convertir el calor extraído de una fuente térmica en energía utilizable, sin necesidad de ninguna acción externa sobre el mismo.

Entonces, si científicamente estas máquinas no pueden existir en realidad porque no pueden funcionar para siempre, ¿por qué siguen apareciendo ejemplos de ellas? ¡El sueño del alquimista! ¡El desafío de lo que aún desconocemos! ¡El Abracadabra! Se pueden encontrar numerosos ejemplos de mecanismos de movimiento perpetuo en internet y en los libros, aunque generalmente van acompañados de una explicación de por qué no funcionarían en la práctica.

Y como de mayor quiero ser como el maestro indio Bháskara, quiero terminar estas letras con un pensamiento del poeta del imperio austrohúngaro (me parezco a Berlanga) Rainer Maria Rilke:

“Para escribir un solo verso hay que haber visto muchas ciudades, hombres y cosas; hay que conocer los animales, sentir cómo vuelan los pájaros y saber qué movimiento hacen las florecillas al abrirse por las mañanas”.

Que tengan una maravillosa semana.


Fuentes: Muy Interesante, Seti.cl, Wikipedia y Libros Maravillosos.
Foto: Soopernova.com

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