PENSAMIENTOS
Y PAMPLINAS
LA HERMANA GEMELA
DE LA GIOCONDA
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En estos días, los expertos han
descubierto que el lienzo que atesora el Prado pertenece a uno de los alumnos
de mi admirado Leonardo, y que no se trata de una copia flamenca de la Mona Lisa
del Louvre, como se pensaba hasta el momento.
Todos los que amamos la pintura
hemos comparado ambos retratos con minuciosidad y respeto, buscando las
diferencias entre las damas medievales como en el clásico pasatiempos.
¡El retrato más famoso del mundo
tiene una doble!
A mí me parece un pequeño milagro.
Es fascinante que algo así pueda suceder con unos siglos de por medio. Es como
haber encontrado un tesoro en la vieja caja de lata de la abuela o como si los
panes y los peces pudieran duplicarse como en los antiguos textos.
A mí me fascinan estas cosas. Lo
reconozco.
Lo más comentado por todos es que la
Gioconda del Prado parece más joven; como si se tratase de la hermana pequeña
de la primera. Dos lienzos, dos gemelas y dos edades.
Yo lo veo de otra manera.
Sin duda me parece que en estos días
que nos han tocado vivir, donde el mundo parece estar totalmente patas arriba y
en el que el campo de la estética consigue más seguidores y dedicación que la
investigación para la curación del cáncer, la Mona Lisa surge de nuevo entre
nosotros con el objeto de resplandecer.
¡Eh! –nos dice- ¿No veis que soy una
mujer de vuestro tiempo? Puedo ser la estrella del momento, al igual que lo fui
en el Medievo. En aquella ocasión destaqué por mi belleza natural, por mi
expresión dulce y serena y ahora he vuelto a vosotros con lo que más amáis: la
juventud. Me he librado de las arrugas de mi experiencia con bótox y cirugía
estética, he aumentado mis pechos y reducido mis nalgas y reaparezco ante
vosotros para que me admiréis de nuevo.
Y a mí me parece bien. Si estos son
los tiempos que nos toca vivir, los viviremos. Y recibiremos a la nueva
Gioconda rejuvenecida con los brazos abiertos porque, en definitiva, todo aquel
que busca ser admirado en el fondo lo que desea es ser amado.
Ya lo dicen los Conting Crows en su
canción Mr. Jones, que habla de dos amigos que sueñan con hacerse estrellas del
rock:
Cuando todo el mundo te quiere, nunca puedes sentirte solo.
Cuando todo el mundo me quiera, voy a ser lo más feliz que puedo ser.
Y yo sospecho que eso es
lo que quiere nuestra amiga modelo: que la quieran también hoy. Por eso vuelve
rejuvenecida en su nuevo retrato, mostrándonos su belleza adaptada a los nuevos
tiempos pero capaz de estar en dos sitios a la vez como un lienzo cuántico que ha
conseguido saltarse las viejas teorías físicas en busca de admiración y amor.
Bienvenida, guapa. Qué
bien te veo.
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