lunes, 30 de junio de 2014

LA LUCHA DE YUYEE Y FRANK CUESTA


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
30/06/2014
Por Eva Martínez Cabañas






No conozco personalmente a Frank Cuesta, pero eso no ha sido impedimento para disfrutar de su amor por los animales, aprender cosa nuevas, ser consciente de las barbaridades que se hacen con tigres u osos, o comprobar que uno puede plantar su nido en el rincón del mundo que elija.

Todo gracias a la tele. Frank de la Jungla presenta un programa sobre animales donde generosamente nos presenta a su familia, su trabajo y su pasión por la biodiversidad y la naturaleza.

Actualmente vive en Tailandia, donde se gana la vida como entrenador de tenis y colaborando en una asociación de rescate de animales. Y cuenta con el carácter y determinación suficiente para poder vivir según sus valores.

Yuyee es su mujer, la madre de sus cuatro hijos, y participa en labores de rescate colaborando en rescates de felinos. Actualmente tiene 41 años, es una conocida exmodelo tailandesa, y en noviembre de 2012 fue detenida en el  aeropuerto Don Mueang de Bangkok cuando regresaba de Vietnam. En el registro las autoridades le requisaron 0,2 gramos de cocaína. Yuyee, también conocida por los nombres de Alissa Intusmith o Chatchaya Cuesta Ramos, alegó que la cocaína era para su consumo. Tras la declaración fue puesta en libertad condicional.

Hace unos días la justicia talilandesa, muy estricta con el tema de drogas en su lucha contra las mafias, ha condenado a Yuyee nada menos que a 15 años de cárcel por posesión y tráfico de cocaína, imponiéndole además el pago de una multa de 45.000 euros.

Frank ha organizado la defensa de su mujer a través de las redes sociales, aclarando en Facebook y Twitter la desinformación que circula en los medios de comunicación y compartiendo con nosotros su impotencia y fuerza para seguir luchando. El presentador asegura que se trata de una venganza por parte de las mafias que trafican en Tailandia con animales, y nos dice en Facebook: “Seguiremos luchando por lo que es justo. Y la única manera es con la verdad y de frente, sin miedo”.

Manel Álvarez, amigo de Frank, ha puesto en marcha una recogida de firmas a través de la organización Change.org y Facebook. Su objetivo es presentar las 66.000 firmas que lleva recogidas ante el gobierno de Tailandia solicitando la absolución de Yuyee. Y nos cuenta:

“Chatchaya Cuesta Ramos, esposa de Frank Cuesta. La justicia de Tailandia ha condenado a 15 años de prisión a Yuyee, madre de 4 hijos, en un juicio en el que se ha manipulado las pruebas. Yuyee, junto a Frank Cuesta, más conocido por Frank de la Jungla, llevan muchos años luchado por la protección de animales y sobre todo en mostrar al mundo la belleza y grandiosidad de un país llamado Tailandia.

Muchos hemos viajado a Tailandia después de ver como Yuyee y Frank mostraban lo mejor de ese país, pero ahora el país nos enseña lo peor de sí mismo, que es la corrupción. Una corrupción que según el nuevo gobierno ha hecho que se imponga un régimen militar.

Ahora ¿quién querrá viajar realmente a un país donde no sabes s algún policía te encuentra un cigarro y dice que traficas con marihuana? A Yuyee se le ha encontrado culpable de traficar con 0.2 gramos de cocaína, pero cuando hicieron la detención firmaron y distribuyeron a los medios 0.005 gramos ¿Dónde están las pruebas de orina que confirman este hecho? ¿Es que dio negativo y se han destruido? ¿Dónde está la droga? Este juicio es parte de una estrategia para hundirla, es un juicio injusto y manipulado. Hagamos fuerza y apoyemos a Yuyee Cuesta, pidiendo justicia para que el gobierno de Tailandia sepa que no es justo y debe liberar a Yuyee inmediatamente”.

Y añade días después:

“Hola a todos. Soy nuevo aquí. Mi nombre es Manel y vivo en Asia ya casi 30 años. En Tailandia llevo 18 años y aunque no me trato con mucha gente española, más que turistas que vienen por aquí, conozco a Frank y a su familia hace casi 10.

Solamente quería hablar en su nombre, ya que ni él ni su familia hablarán. No porque no quieran, sino porque no pueden. Para hacerlo corto quiero que la gente sepa que Frank lleva muchos años trabajando en destapar mafias de tráfico de animales entre Tailandia, Laos y Myarmar. Hace aproximadamente 9 meses destapó una mafia de tráfico de tigres entre un templo de monjes y Myarmar y se encontró con una gran pared que era el director general de la policía de la zona norte. Sé muy bien esto porque tuvo que dimitir o le dimitieron, y este hecho nos ha afectado a todos los profesionales que trabajamos en la protección de animales aquí en Tailandia.

A partir de ese momento su familia ha sido perseguida de una manera brutal y por aquí en la zona donde vivo se dice que el accidente que tuvo de helicóptero no fue tal accidente y que el oficial que pilotaba estaba pagado para pegar un tiro a Frank y dejarle caer en medio de la selva. ¿Por qué creéis que no se hizo eco el accidente en Tailandia y en cambio en Myarmar salieron noticias de que apareció un hombre con un tiro en el hombro en medio de la selva, y luego el helicóptero accidentado pero sin rastro del piloto?
Le han hecho redadas en su asociación sin poder cargarle con nada pero haciendo el daño público que hacen porque siempre van seguidos de la prensa. Hace un mes estuvo con su mujer y sus tres hijos en mi casa unos días porque tenía que declarar en otro caso de corrupción aquí en el juzgado criminal, y delante de mis propios ojos tres policías le rodearon para amedrentarle antes del juicio.

Lo de la droga ha sido ya lo último. Yuyee es una superviviente de cáncer y es probablemente de las personas que conozco que más se cuida. No he hablado con ellos aún, pero sí con un coronel de la policía (mi cuñado) y me explicó que 5 miligramos de cocaína es lo equivalente a nada. Una raya de las que la gente esnifa son unos 50 miligramos y que es un caso claro de corrupción, pero que a ciertos niveles es imposible controlarlo. Es otro caso típico de la próxima vez serán 30 gramos, así que deja de meter las narices en el negocio y vive tu vida. Las otras píldoras que encontraron son medicaciones que Yuyee necesita tomar diariamente por tratamiento contra el cáncer. Otro dato curioso es que en los test de sangre y pis dio negativo a cocaína, y eso no se ha filtrado a la prensa.

Para terminar, lo que una fianza de 1,5 millones de baht (45.000 euros) es tan ridículo que se ve claramente que lo importante era la foto de Yuyee saliendo de la prisión a la hora perfecta para que toda la prensa la fotografiase. La policía sabe muy bien quién y por qué se está haciendo esto, pero al final del día se tapan unos a otros. Es muy triste ver que Frank no cede y sigue luchado por lo que es justo, pero como dice mi mujer: si no baja la cabeza y deja de intentar salvar el mundo, terminará desaparecido para siempre en cualquier zanja o lo que es peor, terminarán por terminar con su familia, que es el estilo mafioso.

Sé que a muchos su carácter les parece horrible, pero os puedo asegurar que tanto Frank como su familia son de lo mejor que os podéis encontrar por el mundo y realmente me duele ver cómo les están machacando simplemente por ser buena gente.

No soy de escribir en foros o en chats, pero al ver cómo escribisteis el titular en internet, me dolió muchísimo. Ya que el titular que realmente debería de haber sido, sería algo como la familia de Frank de la Jungla sigue siendo atacada para que deje de denunciar la corrupción del abuso animal.

Muchas gracias por darme la oportunidad de expresarme y espero que por lo menos haya ayudado a muchos a entender lo que está pasando con esta familia. Manel Álvarez”.

Por su parte, Frank da las gracias por el apoyo recibido a seguidores, amigos y a la cadena Discovery; aclara dudas, e incluso se defiende de sus detractores explicando el porqué del nombre de sus hijos. También arremete contra el gobierno de Tailandia después de visitar a Yuyee en prisión, y asegura que las pruebas contra ella han sido manipuladas. El mensaje de Frank es impactante: “Buenos días, hoy por fin he podido ver a Yuyee. Si está así después de cuatro días… no quiero ni imaginarme en un mes. En fin, seguimos luchando con todo en contra pero con cabeza. Ya os dije que no sé si esto ayudará… pero hay que intentarlo todo”.

Dice Frank: “La pararon en un aeropuerto hace casi dos años y la acusaron de posesión de 0,005 gramos de cocaína (5 miligramos). Hoy se ha hecho un juicio donde se han transformado en 0,2 gramos”. “Mi familia y yo seguiremos luchando por lo que es justo y con la cabeza bien alta”.

Nuestro más sincero apoyo, Yuyee y Frank. Mucho ánimo y confiamos en que todo se resuelva lo antes posible.


Fuentes: La Vanguardia.com, Abc.es, Facebook Frank de la Jungla, Change.org y el Mundo.es.



domingo, 22 de junio de 2014

TAUROMAGIA


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
16/06/2014
Por Eva Martínez Cabañas





Me recuerdo de niña jugando con mis hermanos a “los toros”. Mi misión consistía en abrir el toril, el pasillo de mi casa, para después esconderme aterrorizada detrás de la puerta, ya que el enorme toro que aparecía tras ella me paralizaba la sangre, que era mi hermano, tres años menor que yo y con los dedos en las sienes a modo de cuernos. Qué miedo pasaba.

Y así comenzaba la lidia. Mi hermana agitaba nuestra preciada toalla roja, que también nos hacía las veces de capa de Supermán, y toreaba con valentía, a pesar de que, en ocasiones, acababa saltando a un sillón para salvar la vida. Yo también me encargaba de la música de nuestro espectáculo, pero me negaba a arrastrar el cuerpo muerto del animal, ya que a menudo resucitaba inexplicablemente arremetiendo contra nosotras.

Decía el filósofo José Ortega y Gasset: “La historia del toreo está ligada a la de España, tanto que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la segunda”.

Me parece que el espectáculo taurino es bello en sus formas y protocolo: el traje bordado en oro o plata, la redonda plaza, gradas divididas entre Sol y Sombra, el gallardo paseíllo, aplausos, la merienda con bota de vino, los músicos tocando con vocación de orquesta sinfónica, la montera lanzada al aire, un experto comentarista, el blanco pañuelo que premia, o las medias rosadas, siempre del mismo color aunque desconozco la razón.

Pero sin duda, lo que más me gusta es su lenguaje. Nuestro día a día está repleto de bombones rellenos de expresiones taurinas: A mí no me torea nadie, entrar al trapo o escurrir el bulto, a las primeras de cambio, acoso y derribo, ser un figura o salir por la puerta grande, coger al toro por los cuernos, dar la alternativa a alguien, ver los toros desde la barrera, apretarse los machos, a toro pasado, crecerse ante el castigo, ser de aúpa, dar la espantá, ser de bandera o estar hasta la bandera, ¡música, maestro!, ponerse el mundo por montera o pinchar en hueso, cambiar de tercio, cortarse la coleta, ser de casta, que nos coge el toro, la hora de la verdad, estar en el arrastre, en capilla, con permiso de la autoridad, de capa caída o al quite, dar un quiebro, la puntilla o largas a alguien, tener duende, hacer un desplante, lanzar una puya, si el tiempo no lo impide, no hay quinto malo, echar un capote a alguien o pararle los pies, ir por la vida de farol, pasarse de castaño oscuro, ponerse hecho un toro, rematar la faena, recibir una cornada o revolcón... y muchísimas más.

Lo poquísimo que sé de toros se lo debo a Ernest Hemingway. El periodista y escritor estadounidense llegó a Pamplona en los años 20 del siglo pasado, vio los Sanfermines y se enamoró del espectáculo taurino. Hemingway profundiza en el ritual de las corridas, en su esencia y en la naturaleza elemental de la vida y la muerte. Y dice “Todas las cosas que son capaces de despertar pasión en su defensa, levantan igualmente pasión contra ellas”.

Y es que el juego de los toros conlleva una pena terrible: el daño y la muerte de un ser vivo. Es ahí donde mi admiración se vuelve incomprensión, ya que siento con firmeza que el humano es hermano mayor de otras especies, y que es nuestra elección y suprema magia saber cuidar de lo que nace, respira y hasta nos alimenta.

No voy a hablar de sangres ni otras barbaridades. Sin embargo me gustaría hacer mención a algo que considero de suma importancia: el cambio. Si todo evoluciona, si todo se mueve en el Universo ¿por qué nos cuesta tanto adaptar nuestras costumbres? ¿lo hacemos por lealtad a las ideas de nuestros mayores? ¿y no es mejor hacer un esfuerzo y modificar aquello que se nos quedó pequeño?

Decía el poeta Gabriel Celaya: Soy un íbero, y si embiste la muerte, yo la toreo.

La tauromaquia de nuestros vecinos portugueses se centra más en juegos de habilidad y fuerza, e incluso se llevan a cabo corridas sin muerte y con banderillas con velcro. Si los imitásemos ¿tanto se perdería en el camino? ¿o tanto se ganaría? Parece que dan más miedo los cambios que los toros.

En mi opinión, creo que es tiempo de dar gracias por lo vivido y cambiar los viejos hábitos. Cuando algo se termina, también algo comienza... ¿Os imagináis que no hubiésemos reemplazado a los gladiadores por deportistas?

Escribió el poeta Miguel Hernández, quien sabía poner magia a las cosas:

“Alza, toro de España: levántate, despierta.
Despiértate del todo, toro de negra espuma,
Que respiras la luz y rezumas la sombra,
Y concentras los mares bajo tu piel cerrada.
Despiértate”.

Así pues, despertemos.



LA ELEGANCIA DEL PÓRTICO Y EL JARDÍN


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
09/06/2014
Por Eva Martínez Cabañas





Hoy me gustaría recordar a algunos filósofos helénicos, y tú me dices que eso es un rollo. Será que no te has fijado bien... La filosofía es un ramo de directrices en nuestra conducta para tener una vida más bella. ¿Cómo puede ser eso un rollo?

Lo de la vida bella no lo he trasladado del cine, sino de Michel Foucault, un filósofo, psicólogo y teórico social francés del siglo XX que decía que los griegos eran austeros en nombre de una bella vida. Foucault también apuntaba que la filosofía helénica es algo así como el arte de vivir, y que los estoicos y epicúreos nos dan la lección mayor: podemos ser apáticos y templados en nombre de la elegancia.

Para los griegos clásicos la filosofía era una elección personal que implicaba  vivir mejor. Eso no es moco de pavo, pero ¿cómo se vive mejor? Ahí está la cuestión. Que cada cual decida el cómo. Busca tu propia filosofía de vida, ya que seguramente te irá mejor que siguiendo las directrices de los demás… Ahí la filosofía vuelve a darnos una enseñanza: Hay tantas como estrellas. Elige la tuya.

Decía el estoico Epicteto “La filosofía no promete asegurar nada externo al hombre: en otro caso supondría admitir algo que se encuentra más allá de su verdadero objeto de estudio y materia. Pues del mismo modo en que el material del carpintero es la madera, y el del escultor, bronce, el objeto del arte de vivir es la propia vida de cada cual”.

Y es que existen innumerables formas de pensar, y algunas de ellas son muy antiguas y siguen vigentes en muchas cuestiones. Todas nos aportan algo, todas nos abren la mente, nos enseñan a razonar, a sentir, y a tolerar lo que piensan los demás. La filosofía es un manantial de aguas donde beber y aprender de la mano de sabios. Por eso es por lo que hoy me gustaría mencionar brevemente dos grandes escuelas del saber vivir.

El estoicismo fue fundado por el chipriota Zenón de Citio tres siglos antes del nacimiento de Cristo. El termino estoicismo significa pórtico, ya que era en el  pórtico pintado del ágora de Atenas donde Zenón impartía sus lecciones.

Estoicos famosos fueron: Catón el Joven (político), Panecio de Rodas (filósofo), Posidonio (polímata, es decir, sabía hacer de todo), Musonio Rufo (otro filósofo), Epicteto (esclavo), Marco Aurelio (emperador), Séneca (moralista) o  Cicerón (orador).

Más tarde el estoicismo influyó notablemente en Descartes (otro filósofo), Kant (filósofo, también), Tertuliano (teólogo), San Jerónimo (santo), Calvino (reformador), Erasmo (humanista), Juan Luis Vives (otro humanista), Michel de Montaigne (este, como era del Renacimiento, también era polímata) o Eva Martínez (astronauta).

¿Y qué proclamaban los estoicos que tantos adeptos tenían? Pues muchas cosas.

Entre otras no hablan de la Apatehia, una especie de apatía con la que uno se rinde a lo que no está a su alcance para modificarlo. Es por eso que decimos lo de soportar estoicamente.

También nos enseñan que los bienes y los placeres son nuestros esclavos y no al revés. Debemos dominarlos haciendo uso de poder, ya que el hombre que es víctima de los placeres y los bienes no puede hacer su voluntad ni ser libre. ¿Habéis escuchado los fumadores?

Los estoicos consideraban esencial a cada persona, que es miembro de una familia universal. También convierten la naturaleza humana en la norma para evaluar leyes e instituciones sociales. No existen diferencias entre el griego y el bárbaro, entre el hombre y la mujer, la atadura y la libertad. Todas las personas son miembros de un cuerpo compartido en la razón. ¡Ahí queda eso!

Y es que solo se puede alcanzar la libertad y la tranquilidad sin someterse a las comodidades materiales y la fortuna; y viviendo una vida guiada por los principios de la razón y la virtud.

La doctrina estoica también nos cuenta que todo es cambio y movimiento, y la naturaleza es un fuego artístico en camino de crear. ¡No se puede decir más bonito!

Todo está relacionado por una serie de causas regidas por un principio  cósmico, universal y activo donde el hombre también participa. La naturaleza es el único dios que existe. Y el destino no es más que una cadena de acontecimientos ligados entre sí. Los sucesos son causa de los que les siguen, y así todas las cosas van ligadas unas a otras. Los estoicos pensaban que una persona sabia e inteligente debe aceptar su destino sin lamentarse y tener una actitud estoica e impasible ante las adversidades. Bonita filosofía…

Por otro lado tenemos la doctrina epicúrea.

Se llama así porque fue enseñada por Epicuro de Samos, filósofo ateniense del siglo IV a.C. que fundó una academia llamada El Jardín.

Los epicúreos son parecidos a los estoicos. En numerosas ocasiones dicen lo mismo aunque con diferentes matices.
El epicureísmo persigue la vida buena y feliz mediante la administración inteligente de placeres y dolores; y mediante vínculos de amistad entre afines.

Los besos con amor eran la base de todo. Para los epicúreos el amor es lo que da alegría a las personas. Este placer no debe limitarse al cuerpo, sino que también debe ser intelectual, ya que el hombre es un todo. Y es que la presencia del placer o felicidad es sinónimo de ausencia de dolor o aflicción. El equilibrio perfecto entre mente y cuerpo es lo que nos proporciona serenidad.

El epicúreo alcanza el bienestar retirado de la vida social, sin temer al destino, a los dioses o a la muerte; encontrándose a sí mismo, rodeado de un pequeño círculo de amigos, y con tranquilidad de ánimo y la autosuficiencia. También nos dicen que lo que Dios es para el mundo, el alma es para el hombre y que el Cosmos debe verse como un Todo.

Bueno, ya me he dado el gusto de hablar del Pórtico y el Jardín. ¿No ha sido para tanto, no? Otro día… otras cosas.


Fuentes: Wikipedia, Recursostic, Nova Roma, Wordreference y e-ducativa.



jueves, 5 de junio de 2014

PLANTAS CON CONCIENCIA


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
02/06/2014
Por Eva Martínez Cabañas






Nos enseña Stefano Mancuso, profesor y biólogo de la Universidad de Florencia que “Si se define la inteligencia como la capacidad de resolver problemas, las plantas tienen mucho que enseñarnos”.

La vida de nuestro planeta se sustenta gracias a la fotosíntesis que realizan las algas en el agua y las plantas y árboles, en la tierra. Cada año, estos organismos fijan unos 100.000 millones de toneladas de carbono, y además nos sirven de alimento, nos proporcionan muebles, papel, calor... Está claro que sin ellas no podríamos vivir, y sin embargo las conocemos y valoramos muy poco.

Así que es posible que el escritor y periodista Alphonse Karr tuviese razón al afirmar en el siglo XIX: “La botánica no es una ciencia; es el arte de insultar a las flores en griego y latín”. Bromas aparte, ya aseguraba Charles Darwin que las plantas son más inteligentes de lo que se suele pensar y les dedicó su libro “El poder del movimiento de las plantas”.

En la actualidad, el biólogo israelita Daniel Chamovitz, de la Universidad de Tel Avid, nos dice que las plantas poseen un vocabulario sensorial mucho más amplio de lo que podemos percibir, ya que pueden oler la madurez de sus propias frutas, recordar sucesos pasados, distinguir entre diferentes formas de ser tocadas, y saber cuándo alguien se acerca. Y han evolucionado, adaptándose como sistema sensorial complejo, al no poder escapar ante un peligro o ir en busca de agua.

Opina Chamovitz: “Un olmo tiene que saber si su vecino es el que genera sombra bajo los rayos solares, para así lograr encontrar su propio camino y crecer hacia la luz que está disponible. La lechuga tiene que saber si hay pulgones hambrientos a punto de comerla a fin de que pueda protegerse as sí misma produciendo sustancias tóxicas. Un árbol de abeto tiene que saber si los vientos que soplan están sacudiendo sus ramas para que su tronco crezca más fuerte. Los cerezos tienen que saber cuándo florecer”. “Esta fascinante mirada al interior de lo que es la vida de una planta, abre una nueva perspectiva sobre nuestro propio lugar en la naturaleza”.

De la misma manera, Jagadish Chandra Bose, físico y botánico bengalí que vivió en los siglos XIX-XX, que midió la respuesta de las plantas a diversos estímulos y sentimientos. Para ello utilizó un crescograph (un dispositivo que mide su crecimiento mediante una serie de engranajes y una placa de cristal ahumado que graba el movimiento), y concluyó que las plantas crecían más rápido al someterlas a ciertos tipos de música.

Inspirado por él, a un agente americano de la C.I.A. especializado en interrogatorios en la década de los 60 y llamado Cleve Backster, un día decidió conectar una planta a un polígrafo. Este aparato, también llamado detector de mentiras o máquina de la verdad, es un instrumento de medición utilizado para el registro de respuestas fisiológicas que registra las variaciones de la presión arterial, el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la respuesta galvánica de la piel ante determinadas preguntas que se realizan al sujeto sometido a prueba.

Backster comprobó un cambio en la resistencia eléctrica cuando la planta, una caña de Dracaena, recibía agua. El detector de mentiras emitía una señal cuyas características se interpretan en los interrogatorios como una muestra de bienestar o satisfacción. Asombrado, decidió seguir investigando y quemó la planta: el polígrafo reflejó dolor.

Repitió el experimento en diversas situaciones y obtuvo resultados similares. Así que hizo pruebas cada vez más complejas. Para ello pidió la colaboración de seis estudiantes, solicitándole a uno de ellos que matara a una planta en presencia de otra cuando la sala estuviese vacía. Ni Backster ni los cinco alumnos restantes debían saber quién lo había hecho. Así se hizo. El agente de la C.I.A. hizo entrar a sus ayudantes de uno en uno mientras la planta superviviente estaba conectada al polígrafo, y esta mostró una serie de trazos enloquecidos cuando entró el culpable.

El investigador también comprobó que la planta emitía señales de dolor cuando se le cortaba una parte, lo que le sirvió para teorizar que la percepción en los vegetales se produce a nivel celular. Al realizar un experimento con crustáceos, descubrió que las plantas emitían la señal de dolor al inicio de un ataque, pero que esta desaparecía cuando los ataques se hacían repetidos, como si las plantas se acostumbraran al daño causado o tuvieran algún mecanismo de defensa.

El psicólogo ruso Benjamin Puskin quiso contrastar los estudios de Backster, pero sin utilizar el polígrafo, por lo que aplicó un aparato que medía la actividad cerebral. El resultado fue idéntico. Los mecanismos eran desconocidos, pero la comunicación celular de las plantas era innegable.

El fenómeno mostrado por Backster se ha denominado percepción primaria. Los resultados de sus estudios se publicaron en el Diario Internacional de Parapsicología en 1968. Lamentablemente, la teoría de Backster no fue aceptada en la comunidad científica por no haber seguido el método científico. Backster popularizó su trabajo con los libros La vida secreta de las plantas y Percepción primaria: Biocomunicación con las planas, los alimentos vivos y las células humanas. Apareció en varios programas de televisión, realizó entrevistas y, por supuesto, puso muy de moda las plantas de interior.

Y dijo: “La parte más interesante de todo esto puede haber comenzado con las plantas, pero terminó con las células humanas. Al tomar una muestra de células humanas en un tubo de ensayo y probando de forma remota, las células están en sintonía con el donante, y esto para mí es increíble; quiero decir que esto tiene todo tipo de consecuencias”.

Actualmente, la presencia de actividad eléctrica en las plantas se acepta cada vez más. Los biólogos han descubierto que exhiben señales que se parecen mucho a la actividad neuronal de los animales.

Existen otros estudios que aseguran que las plantas “hacen matemáticas” para seguir con vida, y que algunas especies ajustan la cantidad de almidón que consumen para evitar el hambre durante la noche, que pueden oírse entre ellas, o que utilizan mecanismos desconocidos para detectar otras plantas.

La inteligencia del reino vegetal exhibe una serie de conductas que apuntan a un comportamiento complejo: comunicación en redes (micorrizas), o utilización de aliados (simbiosis), e incluso se plantea de manera seria la existencia de telepatía entre ellas.

También se comunican con los insectos, se defienden (cuando son atacadas envían señales químicas volátiles a otros miembros para que generen defensas contra los invasores, o producen toxinas o químicos que provoquen mal sabor a los herbívoros), poseen memoria (recuerdan los efectos de una sequía, por ejemplo y toman medida para evitarlo), producen químicos al observar ciertos cambios en la luz, y se comunican ente ellas.

Así mismo, registran el paso del tiempo. Se han identificado una serie de proteínas que responden a la cantidad de luz a las que son expuestas. Cuando reciben suficiente luz en un ciclo de 24 horas, estas proteínas emiten una señal que activa el ciclo de florecimiento. Además no importa dónde se las coloque, siempre dirigen sus raíces hacia abajo, hacia la tierra. Probablemente perciben la gravedad, y utilizan el camuflaje y modifican su tamaño en búsqueda de luz.

Y crecen de manera diversa en respuesta al sonido. La bióloga Monica Gagliano, investigadora del Centro de Biología Evolutiva de la Universidad de Western, en Australia, estudia la comunicación entre vegetales y recientemente ha publicado un estudio sobre los sonidos que emiten las raíces del maíz junto al botánico Stefano Mancuso y al nanobiólogo Daniel Robert. Este equipo de investigación utilizó un microescaner láser con un vibrómetro Doppler para grabar los sonidos “clicks” que emiten las raíces del maíz, comprobando que las raíces de las plantas cercanas se inclinan hacia esos sonidos cuando los científicos los reproducen.

Nos cuenta la doctora Gagliano: “Un día estaba trabajando en mi huerta y me pregunté si las plantas serían también sensitivas al sonido, y me dije a mí misma ¿por qué no?”

Actualmente sabemos que todo lo que existe en el universo vibra y produce sonido, si el medioambiente permite la transmisión de las ondas sonoras. Las frecuencias con las que se comunican árboles y otras plantas (infrasonidos y ultrasonidos) no entran en el rango auditivo humano, que es aproximadamente de entre 20 a 20.000 ciclos por segundo. Y en términos energéticos, a una planta le cuesta mucho menos emitir sonidos que señales químicas. Las plantas poseen sensores auditivos o de vibración, y la membrana de sus células vegetales reacciona a la vibración, como las nuestras.

Décadas después de que la ciencia no tomara en serio a Cleve Backster, los hallazgos de Monica Gagliano han sido calificados de científicos por las revistas más respetadas.

Y de la misma manera, un equipo de investigación de la Universidad de Oxford, Reino Unido, nos anunciaba que el césped y las plantas de guisantes saben cuándo las plantas vecinas se están quedando sin agua y cierran los poros en sus hojas. Solo después de unas horas los vuelven a abrir cuando perciben que la sequía no ha llegado hasta ellas.

En cuanto a tradiciones milenarias, hay que añadir que los chamanes de numerosas tribus indígenas sostienen que las plantas pueden comunicarse con las personas, ya que al ingerirlas o entrar en contacto con ellas pueden enseñarnos cosas. De la misma forma, y a través de un ritual, pueden comunicarnos con espíritus ancestrales desde una perspectiva dimensional superior sobre la experiencia.

Recientemente surgió un movimiento en Japón a partir de un grupo de pescadores, quienes se preguntaban por qué de pronto los peces habían desaparecido del océano. Descubrieron que varios años antes se había talado un gran número de árboles en la montaña, y encontraron una conexión entre la tala y la disminución de la pesca. El proyecto se llama Planta un bosque para cosechar un océano, y persigue replantar los árboles talados para hacer regresar a los peces.

Si después de todo esto no volvemos a casa con una maceta bajo el brazo, es que no tenemos corazón... Para saber más, en YouTube podemos encontrar el video subtitulado en español Stefano Mancuso – The roots of plant intelligence  el video de Eduard Punset Redes. Las raíces de la inteligencia de las plantas.

Fuentes: Ben Bendig, La Gran Época, Wikipedia, Lo que ignoras, Vivos y Despiertos, Bianca Atwell: Proyecto Uniendo la ciencia con el arte, Siente Hamor, Redes y Stefano Mancuso.



SIRENAS


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
26/05/2014
Por Eva Martínez Cabañas





En enero de 2013, el programa Animal Planet, de la cadena televisiva Discovery Max, emitió en Estados Unidos un documental monográfico donde el biólogo marino Paul Robertson trataba de frenar la supuesta utilización de un radar ultrasónico por parte de la Marina estadounidense. Robertson afirmaba que esta tecnología era causante de la destrucción de millones de cetáceos que aparecían en las playas muertos y con sangre en los oídos.

El documental, llamado “Sirenas, ¿realidad o mito?, también mostraba otro hecho no menos impactante: el hallazgo de una nueva especie de mamífero marino encontrado en el estómago de un tiburón. El equipo de biólogos de Robertson había recuperado el 30% de un humanoide con cola de pez y restaurado su cráneo, proponiendo la teoría del Simio Acuático como explicación del hallazgo. El programa tuvo treinta dos millones de espectadores, y en los días siguientes las redes sociales no hablaban de otra cosa.

Como si se hubiese pulsado un importante botón, dos agencias del gobierno de Estados Unidos: la administración Océanico-Atmosférica de estados Unidos (NOAA), donde Robertson había trabajado, y el Departamento de Estados Unidos para la Seguridad Nacional, hicieron declaraciones públicas a la prensa cuestionando las afirmaciones de la película, incluidas las acusaciones sobre el peligroso radar.

La NOAA colgó un comunicado en internet negando la existencia de estos seres, y asegurando que no se han encontrado nunca evidencias de la existencia de estos humanoides acuáticos. Discovery contestó al comunicado diciendo que “el documental muestra un panorama muy convincente sobre la existencia de sirenas, a lo que podrían parecerse, y por qué se habrían mantenido ocultas”. Y añade: “Más allá de los cuentos infantiles y las criaturas mitológicas, investigadores y expertos analizan las nuevas pruebas que animan a seguir varias líneas de investigación de seres marinos con apariencia humana.

Ante la magnitud del descubrimiento, el equipo de Robertson sacó el cuerpo marino de Estados Unidos, pero el gobierno sudafricano se lo arrebató sigilosamente en Ciudad del Cabo.

En diciembre de 2013, se emitió un segundo documental llamado “Sirenas, la nueva evidencia”, donde el biólogo afirma que el primer documental no ha conseguido frenar las peligrosas pruebas de la Marina, y que el radar continúa trabajando en los fondos marinos. También se muestra el impactante video de dos cartógrafos de fondos marinos que trabajan para empresas petroleras y de gas, quienes filmaron a una extraña criatura abismal con dedos palmeados.

Hace poco, la cadena Discovery Max emitió el primer documental en España. También se ha emitido en otros lugares del mundo. En Israel, el alcalde del pueblo litoral de Kiryat Yam ha prometido una recompensa de un millón de dólares a quién aporte una prueba 100% fiable que demuestre la existencia de estos seres. El mandatario explica que desde niño ha oído contar numerosos avistamientos de estos seres, y especialmente desde 2009, fecha en que se construyó un paseo marítimo.

Si os apetece ver estos documentales, podéis encontrarlos fácilmente en YouTube.

Las sirenas aparecen por primera vez en pinturas rupestres del Paleolítico tardío, en plena Edad de Piedra y en lugares como Egipto o Australia. De esto hace unos 30.000 años. ¡Increíble!

Posteriormente, la mitología griega las convirtió en leyenda. Todas las divinidades griegas fueron importadas de los devas, que eran los primitivos indios anteriores al hinduismo, pero como estos habitantes arios de las elevadas llanuras asiáticas no conocían el mar, se cree que fueron los fenicios quienes introdujeron el culto en los griegos.

En la antigua mitología helena, Océano es hijo del Cielo y de la Tierra. Se  casa con su hermana Tethys y, entre otros hijos, tienen a Aqueleo. Este último se casa con la musa Calíope, quien da a luz a sus tres hijas: las Sirenas. Sus nombres fueron Leucosia (Blanca), Ligea (Armoniosa) y Partenope (Ojo de Virgen). La diosa Ceres las convirtió en monstruos, mitad mujer y mitad pájaro, ya que estas habían presenciado indiferentes el rapto de su hija Proserpina. Las sirenas huyeron a unas islas situadas en Italia. El oráculo predijo su muerte: “cuando un hombre pasase delante de ellas sin detenerse”, así que estas se esforzaban en atraer a los navegantes con armoniosos cantos y dulce música  de liras y flautas.

Las Nereidas eran las cincuentas ninfas del Mar Mediterráneo, que vivían en las profundidades del océano y emergían para ayudar a los marineros. Muchos siglos después de los griegos clásicos, los pintores, escultores y escritores sin demasiados conocimientos en lengua griega confundieron a las Nereidas con las Sirenas. A las primeras le otorgaron talentos musicales e instintos crueles, mientras que otorgaron a las Sirenas su mitad de pez, y su bondad con los marinos. Los tritones sufrieron las mismas alteraciones, y estos hombres marinos con el tiempo fueron descritos como monstruos con cola de pescado y largos cabellos y barbas color del mar.

En el siglo IV a.C. Platón las describe como las cantoras de las Islas de los Bienaventurados.

Posteriormente, en el siglo I, el naturalista griego Plinio el Viejo, quien recopiló en su Enciclopedia numerosos seres ficticios dándolos por reales, rehusó sin embargo dar crédito a las sirenas, encontrando en los animales la causa directa del origen de esta leyenda marina. Asegura en su libro sobre aves: “No creo en las sirenas, aunque Dinon, padre de Clearco, autor célebre, asegura que existían en la India y que seducían a los hombres con sus cantos a fin de cortarlos en pedazos así que se dormían”. En otro lugar declara: “Las sirenas acuáticas son verdaderos pescados que recuerdan vagamente nuestras facciones y que se cogieron varias en las costas de Galia”.

En la Edad Media se retoman con fuerza las leyendas griegas, y se nombra en numerosas ocasiones a ondinas y náyades (ambas ninfas acuáticas de espectacular belleza que habitan en lagos, ríos, estanques y fuentes), o a las sirenas y nereidas.

Según el fraile Vincent de Beauvais (siglo XIII): “Para desembarazarse de las sirenas es menester arrojar al mar botellas vacías: las sirenas se entretienen en correr tras ellas y entretanto uno se escapa. Más vale aún evitar el oírlas, y para esto se deben estopar los oídos lo mismo que se tapa una abertura en un buque”

En el antiguo Oriente las sirenas eran las esposas de los dragones marinos, y servían de mensajeras de confianza entres sus cónyuges y los emperadores de la Tierra. En el 1000 a.C, las sirenas aparecen en Asiria (ciudad al norte de la antigua Mesopotamia y actual Irak). En algunos cuentos antiguos chinos, las sirenas aparecen como una especie cuyas lágrimas se convierten en perlas, y pueden tejer una tela muy ligera, hermosa, transparente y valiosa. Es por esto que los pescadores siempre piensan en capturarlas, pero ellas lo dificultan mediante su canto.

En España, existen también bonitas leyendas como el de “La Sirenuca”, una sirena cántabra que tuvo origen humano. Su madre, harta de que desobedeciera para ir a los peligrosos acantilados, gritó en una ocasión “Permita Dios que te vuelvas pez”, y así sucedió. Desde entonces alerta con su canto a los marineros que se acercan peligrosamente a las escarpadas costas.

En el País Vasco se cuentan las historia de las Itxaslamiak, o Lamias en castellano, unas mujeres con larga cola de pez, que peinan sus cabellos con peines de oro, de los que dependen totalmente. Quien quiera capturarlas debe robarle el peine, aunque esto les enfurece hasta tal punto que pueden ahogar al ladrón o traer mal tiempo a las costas. En ocasiones se enamoran de los pescadores vascos.

En Extremadura las sirenas viven en los ríos, de los que salen para ahogar a los hombres después de seducirlos con sus cantos. Se cuenta que existe una sirena que nada por las aguas del Tajo en Garrovillas, y otra que cada noche de San Blas sale de la fuente de Luná, en Usagre, para atraer y ahogar a sus víctimas.

Para finalizar, en  literatura podemos recordar a las sirenas de la Odisea de Homero, a Jasón y los argonautas, el precioso cuento del siglo XIX “La Sirenita”, de Christian Andersen, los cuentos árabes de “Las mil y una noches”, o “La vieja sirena”, de José Luis Sampedro. Todas ellas bellas, sabias y rodeadas de misterio.


Fuentes: Wikipedia, El País, Muy Interesante, Tejiendo el mundo, El rincón de Irenia, El Mundo.es, ¡Despierta! y Mistery Planet.

LÚCIDO, PENDENCIERO Y POLVO ENAMORADO


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
19/05/2014
Por Eva Martínez Cabañas





El calambur más famoso de la historia de la lengua española se atribuye a Francisco de Quevedo, quien llamó coja a la mismísima reina Isabel de Borbón, primera esposa de Felipe IV. Dicen que a la reina le enojaban mucho las bromas sobre su discreta cojera, así que tras apostar el pago de una cena, Quevedo, que tenía valor para dar y regalar, se hizo con dos ramos de flores y abordó a “su dama” en la plaza pública donde esta se hallaba. Con una cortés reverencia, le ofreció sus dádivas diciendo: “Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja”. Pero nada dice la historia de si la reina le estampó las flores en la cabeza o, por el contrario, toleró la broma. Por cierto, un calambur es un juego de palabras en el que se modifica el significado de una frase agrupando sus sílabas de distinta forma: Su majestad escoja, su majestad es coja. Plátano es, plata no es...

En cuanto a Quevedo, hemos de decir que su ingenio era ácido, su mente rápida y lúcida, y su lengua afilada como una espada. Tuvo una vida bastante agitada: fue espía, cortesano y confidente, y esto provocó su encarcelamiento en varias ocasiones.

La primera biografía de Quevedo, escrita por el abad Pablo Antonio de Tarsia en el siglo XVII, es una amalgama de hechos reales y leyendas escritos en un lenguaje difícil de seguir. En sus preliminares, Felipe Pedraza nos deja estas bellas palabras: “Se proyectó hacia el exterior como personaje, se instaló en su doble máscara y a través de ella ha vivido durante siglos. Quevedo, hombre de Dios, filósofo estoico, y Quevedo, hombre del diablo, criatura desvergonzada, han aparecido en poemas líricos y narrativos, en comedias, en dramas históricos, en novelones de capa y espada... desde el siglo XVII a nuestros días. Los autores han llegado a él, como la mariposa del tópico petrarquista, atraídos por las luces y las sombras del personaje, por la máscara de Jano que él mismo forjó con su palabra”.

Y es que érase una vez un caballero llamado Francisco, que nació en Madrid en 1580 y falleció en Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, en 1645, a los sesenta y cinco años de edad. Y entre ambas fechas le dio tiempo a ser el escritor y poeta más ingenioso que ha dado nuestro Siglo de Oro español.

Su infancia trascurrió entre la villa y la corte, ya que su madre, María de Santibáñez Cevallos, era dama de la reina, y su padre, Pedro Gómez de Quevedo Villegas, era el secretario de María de Austria, hermana del rey Felipe II.

Estudió teología en la Universidad de Alcalá y en la de Valladolid, y es en esta última ciudad donde conoció a Pablo Rubens, Miguel de Cervantes y al cordobés Luis de Góngora, su gran rival en las letras y enemigo declarado ante todos. Quevedo lo provocaba escribiendo parodias e incisivos poemas sobre él, y labrándose así la fama a su costa; y ambos poetas se retaron y atacaron durante toda la vida hasta la muerte del cisne andaluz. En contrapartida, Quevedo contó con la amistad de otro grande de la literatura: Félix Lope de Vega.

Cuando la corte se instaló en Madrid, Quevedo continuó allí sus estudios, y conoció al duque de Osuna, a quien acompañó como secretario de estado a Venencia, y allí llevó a cabo trabajos de espionaje para la corona de Felipe III. Se cuenta que alguien lo delató y tuvo que huir precipitadamente hacia Nápoles vestido de pobre con andrajos, salvando la vida gracias a su conocimiento del italiano y del dialecto veneciano.

De regreso a España fue recompensado con el hábito de Caballero de la Orden de Santiago, que luce en el retrato de Velázquez. Sin embargo, el duque de Osuna fue acusado de haber organizado la conjura diplomática de Venecia y, tras su caída, Quevedo fue desterrado a su casa de Torre de Juan Abad, en Ciudad Real, un señorío que había comprado su madre.

Como anécdota, hay que decir que la villa no reconocía la compra de la casa, y Quevedo tuvo que pleitear interminablemente con el concejo. La disputa se resolvió a su favor tras su muerte, y la casa pasó a ser propiedad de su sobrino. Aún así, Quevedo siempre se refirió a Torre de Juan Abad con cariño, llamándola en sus cartas mi aldea. Y escribe: “Retirado en la paz de estos desiertos, / con pocos, pero doctos libros juntos, / vivo en conversación con los difuntos / y escucho con mis ojos a los muertos”.

Tras la muerte de Felipe III el joven Felipe IV fue entronado, y esto supuso para Quevedo el levantamiento del castigo y su vuelta a la política. Quevedo acompañó al rey en viajes a Andalucía y Aragón, y su participación en la política le proporcionó un sin fin de sinsabores, persecuciones y dos nuevos encarcelamientos.

Debido a su apoyo a favor de Santiago como patrón de España (la otra candidata era Santa Teresa), intrigas palaciegas (apareció bajo la servilleta del rey un texto que lo difamaba y se atribuyó a Quevedo) y la aparición de varios libelos destinados a acabar con él (libelo es una memoria judicial presentada ante un magistrado), Quevedo fue detenido. Se confiscaron sus papeles y libros y, sin dejar que apenas se vistiese, fue detenido y encerrado en una minúscula celda del gélido convento de San Marcos, en León.

Cuando le regresaron su libertad, tenía la salud tan quebrada, que decide retirarse de nuevo a su casa de Torre de Juan Abad. Pero, como la pequeña población no contaba con médico ni botica, el poeta es trasladado a la cercana Villanueva de los Infantes, donde su amigo el humanista Bartolomé Ximénez Patón le proporciona todo tipo de cuidados. Sin embargo, empeora tanto que deciden trasladarlo al convento de Santo Domingo, en la misma localidad. Allí falleció Francisco de Quevedo y Villegas, Caballero de la Orden de Santiago y Señor de Torre de Juan Abad.

Quevedo llevó una vida desordenada. Frecuentaba las tabernas (Góngora escribió un poema satírico titulado Francisco de “Quebebo”) y visitaba con frecuencia los lupanares y a sus trabajadoras. Así mismo, vivió en mancebía con una señora de apellido Ledesma, se vio obligado a casarse con la viuda Esperanza de Mendoza (el matrimonio duró apenas tres meses) y amó a Lisi (Luisita de la Cerda de la casa de Medinaceli), que fue su amor imposible. Que ya lo dijo él mismo... Serán ceniza, mas tendrán sentido; / polvo serán, mas polvo enamorado.

Y escribió, escribió y escribió... tanto en libertad como en cautividad, cultivando los géneros literarios de su época y sobresaliendo en poesía, sonetos satíricos y burlescos, letrillas, romances, teatro, prosa, tratados políticos, cartas, obras acéticas, filosóficas, morales, y en novela picaresca.

Decidió denunciar a la Inquisición el mal uso de sus obras, ya que los libreros imprimían sus sátiras y poemas burlescos sin consentimiento y sacaban gran beneficio de ellos. Quevedo quiso asustarlos y preparó el camino a una edición definitiva de sus producción literaria, pero lamentablemente no llegó a ejecutarla. Tras su muerte, sus obras fueron mal recogidas y editadas por un humanista que no tuvo reparos en retocar sus textos; y más tarde, su sobrino y heredero editó de nuevo su legado en una edición peor que la primera.

A Quevedo le gustaba escandalizar, saltarse las normas, reír, vivir, ser grosero, provocar, crear, disfrutar, intrigar, exhibir su ingenio, vengarse, y destacar. Así que no tuvo reparo en protagonizar multitud de anécdotas que todavía nos provocan la risa. Estas son algunas de ellas:

En una ocasión, le pidieron a Quevedo que improvisara una cuarteta en la que utilizase la palabra “lápiz” (que es una de las pocas palabras que carecen de rima consonante), a lo que Quevedo contestó: “Al escribir con mi lápiz / he cometido un desliz. / Resulta que he escrito tápiz, / en vez de escribir tapiz”.

Y cuentan que debido a la falta de medidas de higiene, en el siglo XVII la gente orinaba habitualmente en rincones y portales de casas. Como medida disuasoria y de respeto, algunos vecinos colocaban hornacinas con santos y vírgenes en la puerta de su casa. Quevedo orinaba siempre en el mismo lugar: el portalón de acceso a su casa, por lo que los dueños del inmueble decidieron colocar una cruz. Como el literato continuó con su costumbre, añadieron un cartel que decía: “Donde se ponen cruces, no se mea”. Así que Quevedo escribió debajo: “Donde se mea, no se ponen cruces”.

Tenía un problema en el pie que le hacía cojear ligeramente. Un día, el rey Felipe IV le pidió que improvisara algún verso, y Quevedo le solicitó que eligiera el tema diciéndole: dadme pie majestad. Como el monarca quiso hacerse el gracioso, alargó una pierna en alusión a la cojera del poeta, a lo que Quevedo contestó: “Paréceme, gran señor, / que estando en esta postura, / yo parezco el herrador / y vos la cabalgadura”.

También dicen que Quevedo y el rey iban subiendo unas escaleras cuando el poeta se paró a componerse el calzado. Entonces, el rey le propinó una palmada en las nalgas para que continuase su camino y Quevedo se tiró un sonoro pedo. Ante las protestas del rey, este le contestó: “¡A qué puerta llamara vuestra alteza que no le respondieran!”.

Un aprendiz poeta se empeñó en leerle algunos de sus sonetos al afamado Quevedo. Al terminar la lectura del primero, el maestro afirmó: “el siguiente será mejor”. A la pregunta de “¿cómo podéis saberlo, si aún no lo he leído?” Quevedo contestó: “sencillamente, amigo mío, porque es imposible que sea peor que el que acabáis de leerme”.

Por cierto, os recomiendo Una pequeña colección de chistes de Quevedo, de María del Mar Jiménez Montalvo. Se trata de una divertida colección de anécdotas recogidas de la tradición oral de Terrinches (Ciudad Real).



Fuentes: Fundación Francisco de Quevedo, Biografías y Vidas, Wikipedia, Desequilibrios, El blues del pepinillo, El espejo de la entrada, revista Ábrete, libro y María del Mar Jiménez Montalvo.