CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
03/11/2014
Por Eva Martínez Cabañas
Los
piro también son conocidos como el pueblo Cujareño. Se trata de una población indígena
de nómadas cazadores-recolectores que viven en la selva amazónica de Perú. Hablan
un dialecto, variante del vine, conocido como lengua piro, y actualmente
habitan en el Parque Nacional del Manú, en la región de Madre de Dios. Esta
tribu se esconde en el interior de la selva y evita celosamente el contacto con
pueblos extranjeros.
Los antropólogos afirman que durante
la estación de pesca, la tribu construye chozas de hojas de palma en la ribera
de los ríos. En la estación seca
se vuelven itinerantes, ya que se forman playas en los meandros de los ríos y
es allí donde acampan. En esta estación las tortugas de río desovan en la
arena. Los huevos son una fuente importante de proteína para los indígenas, expertos
en encontrarlos y desenterrarlos.
Cuando
los piro frecuentan estas playas existe mayor posibilidad de que sean vistos
por madereros, foráneos o por pueblos indígenas ya contactados. Además de huevos
de tortuga, se alimentan de gran variedad de carne, pescado, plátanos macho,
frutos secos, bayas, raíces y larvas. Entre los animales que cazan están el
tapir, el pecarí, monos y ciervos. Los piro viven según sus propias normas
sociales, que incluyen el secuestro de mujeres y niños de otras tribus vecinas.
Mashco
es un término despectivo que utilizó por primera vez el jesuita Manuel de
Biedma Gallardo en el siglo XVII para referirse a las personas Harakmbut.
En
1894, el ejército privado de Carlos Fitzcarrald (comerciante cauchero conocido
por descubrir y navegar el istmo que lleva su nombre) masacró la mayor parte de
la tribu piro en la parte superior del río Manú. Los supervivientes huyeron a
lugares alejados de la selva.
Pero últimamente ha
aumentado el avistamientos de estos indígenas. El antropólogo Glenn Shepard,
que tuvo un encuentro con los piro en 1999, afirma que se debe a la tala ilegal
de la zona y a aviones de vuelo bajo relacionados con la exploración de
petróleo y gas.
En 2007 un grupo de
ecologistas filmó desde un helicóptero a unos 20 piro mientras sobrevolaban el
Parque Nacional Alto Purús. En 2011 el Ministerio de Medio Ambiente peruano
mostró un vídeo de la tribu. Y en 2012 Survival International aportó nuevas
fotografías.
Se
piensan que existen al sobre unos 15 pueblos indígenas en la selva amazónica
peruana. Entre ellos están los cacataibo, isconahua, matsigenka, mashco-piro,
mastanahua, murunahua o chitonahua, nanti y yora.
Los
pueblos indígenas aislados son extremadamente vulnerables a cualquier forma de
contacto con foráneos, ya que no tienen inmunidad frente a las enfermedades
occidentales. Cualquier resfriado común pude matarlos fulminantemente.
Los
piro y otras tribus podrían desaparecer debido a las enfermedades occidentales
o por carecer de un lugar donde vivir. De la misma manera, su modo de vida y
sus vida tienen poco valor para las grandes empresas. Los trabajadores de las
petroleras y los madereros ilegales están invadiendo sus tierras en busca de
beneficios económicos. Los poderes gubernamentales en ocasiones miran hacia
otro lado o directamente otorgan derechos y poderes a estas grandes empresas.
Todo
lo que sabemos acerca de estos indígenas aislados pone de manifiesto que buscan
mantener su aislamiento. En las pocas ocasiones en que se les ha visto o
encontrado, han dejado claro que quieren que les dejemos en paz. A veces
reaccionan de forma agresiva como forma de defender su territorio o dejan
señales en la selva advirtiendo a los desconocidos que se mantengan alejados. Obviamente
tienen buenas razones para no querer el contacto.
Las mayores
amenazas para los indígenas son los trabajadores de las empresas petroleras y
los madereros ilegales que buscan caoba. Un simple contacto con ellos puede
mermar la población de la tribu en un 50% debido a la transmisión de
enfermedades como catarros, gripe y otras infecciones respiratorias.
Los
madereros están forzado a miembros de tribus no contactadas a huir de Perú por
la frontera hacia Brasil, tal y como hemos visto en fotos, vídeos, testimonios o por utensilios encontrados. Las fotografías tomadas por el
Departamento de Asuntos Indígenas de Brasil, muestran a una comunidad sana con cestos
llenos de mandioca y papaya frescas de sus huertos.
Aún así los
indígenas aislados colocan lanzas en forma de cruz para advertir a los foráneos
que se mantengan alejados. Y suelen poderse violentos al entrar en contacto con
extranjeros. Se conocen varios casos de enfrentamientos violentos, e incluso se
les han llegado a atribuir alguna muerte.
La antropóloga Beatriz Huertas, quien
trabaja con la agencia de asuntos indígenas de Perú, piensa que la tribu cuenta
con varios cientos de integrantes en diferentes clanes. También afirma que los piro
cada vez son menos aislados y que aparecen en lugares donde antes no podían
verse. Cree que están disgustados porque otras personas estén sacando ventaja
de los recursos en sus territorios, y es por eso que demandan objetos y
alimento a las poblaciones cercanas.
¿Y
qué podemos hacer para mejorar su situación?
El
derecho internacional reconoce que los indígenas son dueños de sus tierras y
tienen derecho a vivir en ellas de la forma que elijan. Desafortunadamente
parece que estamos repitiendo los mismos errores que cometimos en el pasado.
Las leyes peruanas prohíben el contacto
físico con unas 15 tribus aisladas. Se calcula que en total son unos 12.000 y
15.000 miembros. La razón principal es la seguridad de los indígenas, ya que sus
sistemas inmunológicos son muy vulnerables a los gérmenes que portan otras
personas.
Así
mismo, la asociación no gubernamental Survival Internacional está recogiendo
firmas para pedir al presidente peruano Ollanta Humala que proteja a estas
tribus indígenas de la tala masiva, de empresas madereras y petroleras y de narcotraficantes.
Me
estoy acordando de una película que me gusta mucho. Una peli de esas que crean
conciencia social y nos muestran el mundo de frente. Se llama Los últimos días del Edén, de John
McTiernan, con Sean Connery y Lorraine Bracco como protagonistas. Una historia
de indígenas, desforestación, investigación médica y, como no, amor por el
medio.
Yo,
desde este espacio chiquitito, hago mi propio llamamiento subida a una
banqueta, como hacía Mafalda. Y así grito mi mensaje: Señores de todo el mundo y
todas las culturas… ¡respeto, por favor!
Fuentes:
Survival, La Vanguardia ,
Espectador, RTVE.es, YouTube y América en el Mundo.
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