miércoles, 4 de marzo de 2015

CIUDAD REAL CÉLEBRE: EL CHANTRE FERNANDO ALONSO DE COCA


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
02/03/2015
Por Eva Martínez Cabañas



 
Chantre o capiscol era el nombre que se aplicaba dentro de la Iglesia católica al maestro cantor del coro de las catedrales. El cargo también existía dentro de algunos monasterios, y era responsabilidad del chantre organizar las procesiones y conservar los libros en ausencia del bibliotecario. Vestían con una ropa especial, y portaban una batuta o bastón cantoral durante el cumplimiento de sus funciones. Hoy en día el cargo está en desuso.

Pues bien, Fernando Alonso de Coca fue chantre de Coria (Cáceres), capellán de los Reyes Católicos, confesor de Isabel I de Castilla y canónigo-fabriquero de Sigüenza (Guadalajara), donde estuvo encargado de todo lo relativo a las obras de la catedral.

Además dirigió parte de la construcción de la iglesia de San Pedro en Ciudad Real, por lo que se ganó una capilla en el templo donde ser enterrado. Como reconocimiento a su trabajo en Guadalajara, su sepulcro tiene algunas semejanzas con otro muy conocido: el Doncel de Sigüenza, que está considerado uno de los máximos exponentes del arte funerario español. Se trata de la figura de un caballero de la Orden de Santiago que lee un libro recostado durante un descanso de la campaña de Granada. Fue allí donde murió este joven militar perteneciente a la baja nobleza seguntina del siglo XV. Se llamó Martín Vázquez de Arce, fue paje del primer duque del infantado, tuvo una hija de nombre Ana y falleció a los veinticinco años de edad en el campo de batalla. El padre de Martín, secretario de la poderosa familia Mendoza, fue quien mandó construir el monumento a su hijo. En aquella época las estatuas funerarias representaban a los fallecidos dormidos y con los ojos cerrados, por lo que la postura, ojos abiertos y el libro son un enigma que ha afamado al personaje. En la capilla de Coca, además del chantre también están enterrados sus padres.

El chantre de Coca tuvo su casa en el lugar donde hoy se encuentra el número diecisiete de la calle Real, conocida con el nombre de Palacio de Coca. Era de estilo gótico y fue construida en el siglo XV. Lamentablemente la casa ya no existe, aunque a finales de la década de los noventa todavía se mantenía en pie. Como la mayoría de las casas principales de la época, contaba con una cueva y un pasadizo que, a día de hoy, no sabemos dónde conducía. Solamente nos quedan fotografías de sus elementos más importantes: un arco ojival, una preciosa ventana labrada en piedra de sillería, o un escudo.

Este edificio de importancia histórica no estaba incluido en el catálogo de Bienes Protegidos.

Dijo la escritora Concepción Arena en el siglo XIX: “El llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con palabras”.
 

Fuentes: Ciudad-Real.es, ciudadreal.wordpress.com, Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, Ciudad Real Monumental, Parroquia San Pedro.com, Rocío Rodríguez Rodríguez., ABC Viajar, RTVE.es.
Foto: Petalusma.wordpress.com
 
 

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