CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
14/03/2016
Por Eva Martínez Cabañas
Les prometo
que no me he vuelto loca y que esta semana acabo con mi pasajera afición por el
mundo pirata, pero es que esta pequeña biografía tiene más jugo que una malla
de naranjas, ya verán.
El pargo (pagrus pagrus) es un pez comestible, a
pesar de sus fastidiosas espinas, y en muchos hogares se le conoce con el
nombre de besugo. También fue el sobrenombre con el que se conoció a nuestro
pirata de hoy: el temido Amaro Pargo.
Su nombre de bautismo fue Amaro Rodríguez Felipe y
Tejera Machado (1678-1747), y como nació en la isla canaria de San Cristóbal de
La Laguna, no puedo dejar de imaginarlo dando órdenes con acento dulce y suave.
(Chos, qué hase aquí ecte cabo suelto, agüita….) Por cierto, un estudio realizado
por la central de reservas de Hoteles.com ha concluido, con un 35% de los
votos, que el amable acento canario es el preferido por los españoles. Y yo me
digo: piratas manchegos no hay por estar lejos la mar salada, pero qué buen
acento hubiera resultado en piratería. (Ea, amos no me jodas que san dejao
aquí tirao un cacho cuerda…)
En fin, Amaro Rodríguez fue uno de los corsarios más
conocidos del fructuoso siglo XVII. Con veintitrés años embarcó como alférez en
el buque Ave María, también conocido como La chata, y que curiosamente fue
abordado por piratas. El joven alférez aconsejó al capitán simular la rendición,
atacar por sorpresa y quedarse con la carga de su atacante. Como el plan salió
bien, el agradecido capitán regaló a Amaro el Ave María. Con él el joven inició
sus actividades comerciales, incluido el tráfico de esclavos africanos hacia
América.
Prosperó económicamente, se hizo con una nutrida flota
de naves, y como ferviente católico hizo importantes donaciones a la Iglesia. Entonces,
¿cómo alguien que está bien situado y es generoso con sus convicciones
religiosas acaba siendo un famoso pirata? Pues porque por amor a la patria obtuvo
una patente de corso emitida por el rey de España, Felipe V. Como corsario se
dedicó a defender los intereses de España desde el Atlántico hasta el Caribe, y de paso los suyos propios. Así pudo atacar
desde la legalidad cualquier barco que ondease la bandera pirata. En esta
actividad Rodríguez se convirtió en Pargo, en el hombre más rico en toda la
historia de La Laguna, y fue considerado en su tiempo un héroe nacional.
Llevaba a América sus naves cargadas con aguardiente
y vino de malvasía de sus propias destilerías y viñedos, y en el trayecto
atacaba a los barcos ingleses y holandeses que enarbolaban la Jolly Roger,
llegando incluso a combatir al legendario pirata Barbanegra.
Así mismo, este buen corsario mantuvo una estrecha relación
con el convento de Santo Domingo, siendo benefactor de este y del convento de
Santa Catalina (también de la Orden Dominica), donde tres de sus hermanas se
habían ordenado. Cuidó especialmente de los niños huérfanos y fue benefactor en
las desgracias, como por ejemplo en la epidemia de fiebre amarilla que asoló la
isla en 1701. En 1725 fue nombrado hidalgo en Madrid, fundó una capellanía (que
es una institución para beneficio de los más necesitados), y destinó una gran
suma de dinero a los pobres de la cárcel.
Fue devoto de la Virgen del Rosario, y tuvo una sólida
amistad con la monja Sor María de Jesús León y Delgado, conocida y venerada en
la isla como La Siervita, y a quien Pargo consideraba una santa.
María de León Delgado (1643-1731), nació en El
Sauzal (Tenerife), y fue una monja a la que se le atribuyen numerosos milagros.
Mística y hermana lega (los hermanos legos son religiosos católicos que viven
en monasterios y se ocupan de labores manuales diarias, a diferencia de los
monjes del coro, que son los que hacen vida contemplativa), perteneció a la orden
dominica de Predicadores en el convento de Santa María de Siena de La Laguna, y
se le atribuyen estigmas, levitación, éxtasis, hipertermia, bilocación y clarividencia
aunque sus milagros no han podido ser demostrados. Actualmente su cuerpo se
conserva incorrupto, aunque su proceso de beatificación ha sido suspendido por
no ser este signo de santidad.
Su cuerpo sonrosado y flexible se descubrió tres
años después de su muerte, cuando fue exhumado para ser trasladarlo a un
sepulcro. Así que se decidió que fuese depositado en un artesanal sarcófago,
regalo del corsario, y se custodió en el convento de Santa Catalina. Fue
cerrado con tres llaves: una de ellas se entregó a las monjas catalinas, otra a
los curas dominicos de Santo Domingo, y la tercera la custodió nuestro
protagonista. Cada 15 de febrero el féretro es expuesto al público. Está
realizado en madera policromada en rojo, azul y pan de oro, y lo ornamentan cinco
orlas que contienen composiciones poéticas con las virtudes de la monja.
En sus primeros
versos puede leerse un acróstico con el nombre AMARO PARGO. Recordemos que un
acróstico es una composición en la que las letras iniciales, medias o finales
de cada verso u oración, forman un vocablo o locución leída en sentido
vertical.
Aquí yace flor
preclara,
María de Jesús
pura,A quién fue esplendor de clara,
Rara en virtud y hermosura,
O en todas las virtudes es rara.
Pare aquí el
humano afán
A mirar con luz
divina, Rara ave peregrina,
Girando al cielo Guzmán,
O al trono de Catalina.
La Siervita fue
confidente del corsario, y este no emprendía ninguna empresa importante sin
antes consultarle. Se cuenta que, cuando Pargo fue asaltado y apuñalado en
Cuba, la santa se apareció en el momento justo en que le clavaban una daga para
interceder por él e impedir su muerte.
La multinacional
francesa Ubisoft, dedicada al mundo de los videojuegos, financió hace unos años
un proyecto arqueológico, forense, biológico y antropológico de la cripta donde
se enterró al corsario. Su principal propósito fue crear un personaje que
llevara su nombre en el juego de acción Assasin’s Creed IV: Black Flag.
Los restos de
Pargo estaban mezclados y amontonados sobre un banco de cemento en la cripta de
la iglesia de Santo Domingo, y el estudio de sus huesos y dientes reveló que
medía 1,66 m. de altura, que era delgado, que vivió hasta los 69 años, que
comió mucho pescado, y que fue apuñalado de joven.
Los documentos
históricos nos cuentan que fue enterrado junto a sus padres y un esclavo. Los
restos de este último han determinado que era de raza negra y que medía 1,80 m.
aproximadamente. Sabemos que se llamó Cristóbal Linche, que fue liberado por su amo, y que mantuvo una buena
amistad con él.
Sin embargo la
Universidad Autónoma de Madrid determinó que los huesos hallados pertenecían a un
total de nueve personas. Entre estos estaban los restos incompletos de un bebé,
de una niña, una adolescente, un veinteañero con síndrome de Down, una joven, y
una persona mayor de la que no se ha podido determinar el sexo. No tenemos
referencias históricas de estas personas, así que no han podido ser
identificadas, ni se ha determinado la fecha de sus muertes, pero el ADN ha identificado
algunos de los restos como sobrinos o sobrinos nietos del corsario.
Antiguamente en
España era una práctica generalizada enterrar a los niños junto a un adulto, especialmente
a los bebés que morían sin bautizar, pues se creía que este los guiaría hasta el
Cielo. ¿Y que mejor persona para esta misión que un héroe nacional, armado, que
no temía a la muerte, generoso con los necesitados, amigo de una santa y defensor
a ultranza de los huérfanos?
En la cripta no se
hallaron restos de féretros o ropas, y algunos dientes estaban colocados al
revés en las mandíbulas, por lo que se piensa que fueron saqueados. Lo único que
pudo recuperarse fue una suela de zapato, algún clavo y restos de herrajes.
Todos los huesos fueron devueltos a la bóveda en cajas individuales, y se les
ofició un responso como despedida.
Otro de los
objetivos de la empresa Ubisoft era hacer una reconstrucción facial de Pargo, y
el estudio del cráneo determinó que tenía la cara alargada y angulosa, aunque
no pudo completarse el análisis por falta de financiación.
En su testamento Amaro Pargo dejó escrito que guardaba un cofre en su
camarote que contenía plata labrada, joyas de oro, perlas, piedras preciosas,
porcelana china, ricas telas y hasta cuadros. También añadió que este cofre
estaba catalogado en un libro forrado en pergamino y marcado con la letra D.
Pero se desconoce su paradero. Así que a lo largo del tiempo los más avispados
han intentado deducir dónde podía estar su tesoro.
La casa del corsario Pargo es una casona de campo de estilo canario ubicada sobre una atalaya estratégica desde donde se podían observar los barcos que aparecieran en el horizonte y que, en la actualidad, está prácticamente en ruinas a pesar de ser declarada de Interés Cultural en 2003. La casa del pirata ha sido saqueada en varias ocasiones por buscadores de tesoros, y también se ha especulado que el “cofre del muerto” podría ocultarse en la cueva de San Mateo, en Tenerife, ya que servía como escondrijo de botines.
Sabemos que mantuvo una relación sentimental con la cubana Josefa María del Valdespino, con la que tuvo un hijo natural al que llamaron Manuel de la Trinidad Amaro, pero nunca se casó con Josefa. Así, ordenó en su testamento que su sustancial fortuna pasara íntegra a manos de su hermana Francisca, que era viuda, y a sus sobrinos. Su hijo natural se presentó en La Laguna exigiendo su parte de la herencia, pero sus documentados herederos se negaron a complacerlo. El documento también expresó su deseo de que nunca le faltara comida, vestimenta o atención a su liberto esclavo Cristóbal Linche, así como su deseo de que, al fallecer este, sus restos descansaran junto a los suyos en misma sepultura. También incluía su más preciada reliquia: la llave que sellaba el sarcófago de su amiga.
Cuenta el historiador Carlos Fisas cómo Alejandro Magno increpaba a un pirata que había capturado echándole en cara su profesión. Soy pirata -contestó el detenido- porque no tengo más que un barco. Si tuviera una flota, sería un conquistador. Así que Alejandro Magno no tuvo más remedio que dejarlo en libertad.
La lápida de Amaro Pargo luce la calavera con las tibias cruzadas, como no podía ser de otra forma, y aquí damos fin a esta curiosa historia de piratas.
Hasta otro día.
Fuentes:
Wikipedia, Abc.es, EuropaPress.es, LaVanguardia.es,
LaOpinión.es/LaOpiniónDeTenerife, WebTenerife.com. ElBlogoFeroz.com,
ElCanario.net.
Foto: Pinake.wordpress.com
Foto: Pinake.wordpress.com
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