CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
21/12/2015
por Eva Martínez Cabañas
Max Planck, físico,
matemático, fundador de la maravillosa teoría cuántica y Premio Nobel de Física,
afirmó que "La ciencia no puede resolver el último misterio de la
naturaleza. Y eso se debe a que, en última instancia, nosotros mismos somos una
parte del misterio que estamos tratando de resolver”.
Si el ser humano es
en sí mismo una parte del misterio que queremos resolver, no lo es menos el
entorno que nos acoge y nutre, así como las sorpresas que nos ofrece para que
nos hagamos preguntas, para que nos mantengamos alerta, para que aprendamos
dónde vivimos…
Uno de estos
maravillosos enigmas nos lo brinda el bosque de Gryfino, muy cerca del pueblo
del mismo nombre en la región de Pomerania, situada en el noroeste de Polonia.
La peculiaridad del bosque es que cuenta con unos cuatrocientos pinos
silvestres, Pinus sylvestris, que presentan una curvatura de 90º hacia el norte
en su base, a pocos centímetros del nacimiento de su tronco. Son como signos de
interrogación naturales que abren una pregunta, como hoces arbóreas, como
letras C de madera viva… Son fantásticos. El pinar también se conoce como el
Bosque Encorvado.
Pero más que
encorvado parece encantado. Se diría que un viento prodigioso a ras de suelo hubiera
curvado una parte de sus árboles en su niñez, pero nadie es capaz de dar una
explicación convincente a la extraña forma de estos árboles. Los expertos los han
catalogados de “fenómeno”, pues los pinos curvados están rodeados por otros
tantos árboles de su especie que no presentan curvas. Están datados en unos
ochenta años de edad.
Pero eso sí, existen
varias teorías que intentan explicar lo inexplicado…
Primera: Que la curva
la hubiera causado el hongo Melampsora pinitorqua, causante de deformaciones en
pinos jóvenes, aunque no provocan distorsiones tan acusadas como en este
bosque.
Segunda teoría: Que
los cuatrocientos pinos fueron aplastados por tanques de la Segunda Guerra
Mundial, cuando los árboles tenían entre siete y diez años.
Tercera: Que la nieve
acumulada los moldeó en sus orígenes.
Cuarta: Que es obra
de la acción del hombre, quien habiendo plantado los árboles en los años treinta
del siglo pasado, les dio esta forma para obtener madera curva que emplearía en
la construcción de buques. La invasión de Polonia por los nazis suspendió el
proyecto y los pinos siguieron creciendo rectos, buscando la luz solar.
Quinta: Que al igual
que los Círculos de las Cosechas los hubieran doblado energías gravitacionales
o magnéticas.
Que cada uno elija la
que más le guste…
“De alguna manera
misteriosa el bosque nunca me ha parecido una cosa estática. En términos
físicos, me muevo a través de él, sin embargo en términos metafísicos, parece
que él se mueve a través de mí” decía el escritor John Fowles.
Antes de 1945 la
región donde se encuentra el bosque formaba parte de Alemania. Después de la
Segunda Guerra Mundial fue puesta bajo la administración polaca, y étnicamente
se limpió según el Acuerdo de Potsdam. Así que los nativos fueron expulsados y
el pueblo se devastó. Esto explica que los posteriores lugareños de los años
setenta no tengan ni idea de por qué el cúmulo de pinos ha tomado tan peculiar
forma.
En otros lugares
también existen otros boques peculiares, con mágicas luciérnagas, con historias
de apariciones, de extraterrestres, bosques radioactivos, cubiertos de musgo
hasta las raíces, con enormes baobabs o secuoyas, bosques vivos pero viejos
como el mundo, bosques imaginados como Fargorn y sus maravillosos ents, o
Fartilia y su poblado de inadaptados.
Pero sin duda, uno de
mis bosques preferidos es el Bosque Animado o bosque de Oma, en la Reserva
Natural de Urdaibai en Vizcaya. El artista Agustín Ibarrola convirtió un grupo
de árboles en una obra artística entre los años 1982 y 1985, dentro de la
tendencia Land Art. Los troncos de los árboles pintados, vistos desde distintas
posiciones, componen figuras geométricas, humanas o animales. El propósito de
Ibarrola fue mostrar la relación entre la naturaleza y la presencia del hombre
en ella.
Según el escritor Emil Cioran, “Si no poseo
el gusto del misterio es porque todo me parece inexplicable, o mejor dicho
porque lo inexplicable es mi único sustento y estoy harto de él”.
No es nuestro caso…
Fuentes: Abc.es, Ecoforestalia.blogspot.com,
Miscuriosidades.com, Culturacolectiva.com, Wikipedia.
Foto: Misteriosenlaweb.blogspot.com
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