CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
20/01/2014
Por Eva Martínez Cabañas
Ai
Weiwei es el nombre de un artista y activista social chino que se dedica a
protestar contra la opresión de su gobierno mediante el arte y como buenamente
le permite su falta de libertad. Nació en 1957 en Beijing (así llaman ahora en la República
Popular China a su capital, nosotros la conocemos como Pekín)
y allí reside actualmente.
Es
hijo del escritor Ai Qing, considerado uno de los más grandes poetas chinos
contemporáneos. El padre fue acusado de intelectual derechista por el régimen
de Mao Zedong y, durante la Revolución
Cultural (1966-1976), fue desterrado junto a su familia:
primero al noreste del país, y posteriormente a la región de Xinjiang, en el
oeste. Los años de destierro en Xinjiang fueron duros. En ellos Ai Qing fue
obligado a limpiar letrinas públicas y se le prohibió publicar. “Mi padre era
un hombre sencillo. Su sensibilidad siempre se dirigió hacia la gente corriente
y los aspectos esenciales de la vida. Pero su mente no era muy práctica. Luchó
entre su pensamiento literario y el momento político que le tocaba vivir.
Batalló toda su vida por la justicia, y comparto con él este sentimiento” dice
su hijo.
Ai
estudió en el Instituto de Cine de Pekín, y en 1979 fue uno de los fundadores
del colectivo de artistas Stars
(Xingxing), cuyo objetivo era enfatizar el individualismo en contra de la
uniformidad de la Revolución Cultural.
El grupo se disolvió en 1983
a causa de la presión de la autoridades, y la mayoría de
sus miembros abandonó el país. Ai se marchó a Nueva York durante 12 años. “Allí
aprendí a ser un artista inteligente, y no un artista únicamente con
habilidades visuales o técnicas” nos cuenta.
Regresó
a Beijing porque su padre estaba enfermo; y fue en esta época cuando tomó en la
plaza de Tiananmen su famosa foto del puño cerrado con el dedo corazón
extendido, recordando de esta manera la matanza de Tiananmen en 1989. Os
recordaré que el ejército chino cargó contra los estudiantes que se
manifestaban en contra del partido comunista y a favor de la democracia y sus
derechos humanos. El número de muertos y heridos en esos días sigue siendo un
secreto de estado, pero se piensa que fueron miles. Posteriormente, Ai repitió
el mismo gesto ante la Casa Blanca
en Washington, en París y en Berlín.
Weiwei
también es arquitecto y escultor, y utiliza en sus obras objetos como muebles,
zapatos, bicicletas, semillas de girasol... ¡o vasijas neolíticas!. El artista
se vale de restos y objetos auténticos de templos de dinastías milenarias,
constatando así una realidad incuestionable: el expolio del patrimonio cultural
chino. En 1994 se hizo un controvertido autorretrato en tres tomas fotográficas
donde dejaba caer una valiosa urna de la Dinastía Hang (202 a .C-220). También
intervino en varias urnas paleolíticas adquiridas en excavaciones arqueológicas.
En una de ellas dibujó el logotipo de Coca-Cola (1995) y otras las pintó con
acrílicos de colores, creando así la obra 101
ánforas Whitewash (1993-2000). En 2007 confeccionó una polémica
construcción a base de puertas y ventanas recicladas de palacios destruidos que
contaban con miles de años. Y restauró 1001 sillas de la dinastía Qing en su
taller para servir de asiento a invitados compatriotas durante una exposición a
la que tituló Cuento de Hadas.
Fue
el asesor artístico en la construcción del Estadio Olímpico de Beijing conocido
como El Nido de Pájaro, y dijo:
“Pensé que los Juegos y diseñar el estadio eran una buena oportunidad para
mostrar al mundo que China quiere cambiar de forma sincera su historia. Pero
tratando con esos burócratas me di cuenta de que los Juegos no iban a ser un
momento de celebración, sino un viejo juego de propaganda. Esto me entristeció
mucho, y anuncié que no quería tener nada que ver con ellos”.
Y
encuentro en su blog este bello mensaje: “El 30 de noviembre de 2013 voy a
colocar un ramo de flores frescas en la cesta de una bicicleta exterior Nº 258
studio Caochangdi, y todas las mañanas, hasta que recupere el derecho a viajar
libremente”. Y es que el artista ha sido detenido y encarcelado en varias
ocasiones...
En
2009 fue secuestrado en el aeropuerto de Beijing cuando se disponía a tomar un
avión con destino a Hong Kong, desde donde partiría a Taiwán para organizar una
exposición. Durante cuatro días no se supo nada de él. Fue golpeado en un hotel
de Chengdu, capital de Sichuan, supuestamente por agentes de paisano, la
víspera del juicio de Tan Zuoren (un activista que investigaba las malas
prácticas seguidas en la edificación de los colegios derrumbados en el
terremoto de 2008), impidiéndole así asistir a su juicio. Después de intensos
dolores de cabeza, al mes siguiente y mientras se encontraba en Alemania, tuvo
que ser intervenido de urgencia en un hospital. La causa: hemorragia cerebral,
posiblemente consecuencia de la agresión policial.
En
2010 el artista organizó una fiesta-protesta en Shanghái (China) a través de su
cuenta en Twitter. Se trataba de convocar un banquete a base de cangrejos de
río para “celebrar” que las autoridades de esa ciudad iban a demoler su recién
inaugurado estudio en Beijing. Ai aseguró que la demolición no se debía a
cuestiones inmobiliarias, sino a su activismo contra el régimen chino. Tras
anunciarse la fiesta, la policía de Pekín lo puso bajo arresto domiciliario
durante dos días, pero el evento se llevó a cabo a pesar de su ausencia.
Semanas
después, la policía le impidió viajar a Corea del Sur ante el temor de que
acudiera a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz al disidente chino
encarcelado Liu Xiaobo. Ai fue uno de los firmantes de la Carta 08, un manifiesto
donde se pedía reformas políticas en el país, y por el que su principal
impulsor, Liu Xiaobo, fue encarcelado.
Y
en 2011 fue arrestado durante 81 días acusado de evadir impuestos. Lo cierto es
que Ai había señalado al gobierno chino como único responsable de la tragedia
que causó la muerte a miles de niños durante el terremoto de 2008 en Sichuan.
Denunció que las escuelas se habían desplomado por tener una construcción
defectuosa a causa de la corrupción. Para ello creó una instalación con 9.000
mochilas de escolares muertos y anotó los nombres de los niños fallecidos. La
detención de Ai fue acompañada de registros en su estudio, donde la policía
incautó ordenadores e interrogó a sus colaboradores. El 3 de abril su familia
denunció su desaparición a la vez que colgaba carteles escritos a mano que
decían: “Varón, 53 años, fue asaltado por dos hombres el domingo en el
aeropuerto de Beijing (...) Sigue desaparecido”. Su mujer, parientes, empleados
y voluntarios del estudio denunciaron junto a su desaparición la de Wen Tao,
amigo del artista, el chófer Zhang Jingsong, el diseñador del estudio Liu
Zhanggang y la contable Hu Mingfen. La alarma saltó a occidente desde la Bienal de Venecia, a la que
el artista estaba invitado. Cuatro días después, el gobierno chino confesó que Ai
se encontraba detenido en un lugar indeterminado por evasión de impuestos. El
22 de junio de ese año fue liberado bajo fianza. El gobierno le condenó a pagar
1,7 millones de euros y le obligó a permanecer bajo arresto domiciliario.
Ai
denunció a través de Twitter (bajo el seudónimo de Gran Hermano) diversos casos
de tortura en cárceles chinas. Para ello se hizo con una cámara con la que
podría vérsele en internet las 24 horas del día, pero fue desmontada a las
pocas horas de su emisión. La red Twitter está bloqueada en China, y para
utilizarla es necesario un programa que se salte la censura. Ai escribía en
chino y tenía más de 80.000 seguidores
Según
el diario Wen Wei Po, también está siendo investigado por bigamia (ya que tiene
un hijo con una mujer que conoció antes de casarse con su esposa) y por
difundir pornografía en internet (se piensa que es a causa de un autorretrato
en el que se cubre el sexo con un muñeco de peluche blanco: un animal de
ficción inventado por los internautas chinos para insulta a la censura).
Y
dice Ai: “La equivocación de los totalitarismos es que la libertad puede ser
encarcelada, pero no es así. Cuando es restringida toma el vuelo y aterriza en
el alfeizar de una ventana”.
En
cuanto a su arte, en 2010 expuso en la famosa Sala de las Turbinas de la
Tate Modern de Londres. Para ello creó una
alfombra de 100 millones de semillas de girasol de porcelana, como símbolo de
“la defensa del trabajo artesanal de China en contraste con la producción en
masa”. Además, el girasol es un símbolo que se mueve entorno al Sol, título que
se atribuye a los emperadores chinos. Las pipas fueron elaboradas y pintadas a
mano por 1.600 artesanos de la región de Jingdezhen.
En
2011 el artista fue catalogado como la persona más poderosa en el mundo del
arte, según una encuesta elaborada por la revista ArtReview, quien le concedió
la distinción por su activismo político y su obra de arte. Ai declaró a la BBC que no se sentía poderoso
en absoluto. De la misma manera, Reporteros Sin Fronteras lo nombraron
embajador honorífico por la libertad de prensa
En
2013, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla (el antiguo monasterio
de la Cartuja
de Sevilla) exhibió la primera muestra individual del artista en España. Bajo
el nombre de Resistencia y Tradición,
reunió obras como la mencionada Pipas de
Girasol, Luz Bajando, que se
trata de un gigantesco farolillo chino de color rojo estrellado en el suelo,
como referencia al gobierno chino, o El fantasma Gu bajando de la montaña,
una cuadrícula formada por 96 vasijas pintadas en blanco y rojo, y cuyo color
varía según el ángulo desde que se observe (por cierto, parece ser que una de
las vasijas se rompió cuando una anciana tropezó con la pieza).
Y
en septiembre de 2014, la famosa prisión de Alcatraz (en la bahía de San
Francisco en California) albergará una exposición del disidente chino con el
objeto de explorar el significado de estar privado de libertad y de los
derechos humanos más básicos como modo de castigo.
Ai
también ha publicado recientemente un disco, cantado en chino y titulado La Divina Comedia , con seis
canciones que hablan de su detención en 2011. El disco puede escucharse y
bajarse desde la web del artista: aiweiwei.com. También ha realizado su propia
versión del éxito musical de repercusión mundial Gangnam Style.
La
comunidad internacional apoya con firmeza la actividad de Ai, quien en cierta
ocasión expuso: “Ser artista hoy en China me expone a la realidad de las
condiciones actuales y exijo mi derecho a discutir abiertamente y dar mi
opinión sobre la cultura, la sociedad y la política; e intentar expresar mis
sentimientos personales, por ejemplo en internet. La sociedad china actual no
tiene moral, juicio propio, y la gente no está acostumbrada a asumir su
responsabilidad. No está acostumbrada porque el mayor éxito de las sociedades
totalitarias es hacer pensar a la gente que no es nada, que haga lo que haga
nada va a cambiar”.
Para
ir terminando os recomiendo una película documental que trata sobre su vida y obra. Su título es Ai Weiwei: Never Sorry y está dirigida
por Alyson Klayman. La podéis encontrar en la biblioteca pública.
Y
dice nuestro Don Quijote de la
Mancha : “la libertad, Sancho, es uno de los más preciosos
dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los
tesoros que encierra la tierra y el mar encubre; por libertad así como por la
honra, se puede aventurar la vida y, por el contrario, el cautiverio es el
mayor mal que puede venir a los hombres”.
Con
el permiso de Cervantes (quien tampoco se libró del cautiverio) quiero dedicar
sus palabras a todos los que en algún momento han sido privados de libertad por
amor a la misma.
Y
me despido con una canción que cuenta la historia del primer muchacho que saltó
el muro de Berlín: “Libre, como el Sol cuando amanece, yo soy libre... “
Fuentes:
Blog Ai Weiwei, Kristian Leahy (Descubrir el Arte), El País, BBC, Europa Press,
El Mundo, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo,
organización For-Site, El Confidencial y Agencia EFE.
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