viernes, 29 de agosto de 2014

WALT DISNEY CONGELADO


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
25/08/2014
Por Eva Martínez Cabañas





Cuentan que Elvis realmente no murió en Memphis, sino que fingió su muerte, se marchó a Argentina bajo el nombre de John Burroughs, y acabó trasladándose a Hawaii, donde vive alejado de su íntima soledad, la fama y el tóxico grupo de personas que le rodeaban. Y como dice el cantante Andrés Calamaro: “En Memphis lo saben todos, pero es gente muy discreta”. Sin embargo hoy no voy a hablar de Elvis, sino de otro “muerto viviente” de leyenda: el mismísimo padre de la fantasía.

Desde que era una niña siempre que ha salido a relucir el nombre de Walt Disney alguien ha añadido: “Y su cuerpo está congelado hasta que la ciencia pueda curarlo”. ¿Congelado? ¿En espera de que la ciencia avance una barbaridad y lo resuciten de su fresquito descanso? Qué curioso, me recuerda a la Bella Durmiente o a Blancanieves en su urna, pero esperando un beso científico...

Entonces, si esto fuera así, me pregunto dónde lo guardan, si lo envasaron de pie, tumbado, o al vacío. Si es un proyecto secreto del gobierno norteamericano, o por el contrario lo tiene a buen recaudo en un laboratorio del Polo Sur. También me pregunto si lo congelaron con nitrógeno líquido, o si navega a la deriva dentro de un níveo iceberg... Y algunos dicen que solo congelaron su cabeza. ¡Puaj! entonces habrá que ponerle cuerpo de robot. ¿Y quién le facilitó la información y la posibilidad? ¿Emmett Brown, el científico de la película Regreso al Futuro? Y a lo peor, hay por ahí algún almacén de millonarios criogenizados esperando, esperando...

Y luego viene la segunda tanda de preguntas: las personales. ¿Que haría yo en su caso? ¿Me dejaría congelar momentos antes de mi muerte? Sería solo hasta que me descongelase algún bondadoso científico del futuro... que no sabría que hacer con una torpe resucitada del siglo XXI. ¿Me mostraría su avanzado mundo? ¿Me haría cientos de pruebas antes de exhibirme en un teatro, como a King Kong? ¿Tendría que cambiar mi apellido por el de Frankenstein? Demasiadas preguntas...

Walt Disney falleció a causa de un cáncer de pulmón tras toda una vida de adicción al tabaco. Y su cuerpo fue incinerado en el cementerio Forest Lawn de Glendale, California, el 17 de diciembre de 1966.

¡Incinerado! Así que la leyenda no tiene ningún fundamento.

El imaginativo Walt no fue crionizado minutos antes de morir, ni su cuerpo reposa en una fría cámara en espera de un pulmón nuevo. Aunque nunca se sabe, lo mismo está con Elvis.

Por cierto, la criogenia es un conjunto de técnicas utilizada para enfriar un material a la temperatura de ebullición del nitrógeno o a temperatura aún más bajas, y se emplea para muchas cosas, excepto para resucitar a la gente. Ha sido un placer.



Fuentes: Muy Interesante.es, Wikipedia, ABC.es, Yahoo Answers y El Conventillo de la Museóloga.

RUNAS


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
18/08/2014
Por Eva Martínez Cabañas




Si os parece bien, hoy aprendemos un poquito sobre alfabetos rúnicos. Solo para curiosos. Solo para celtas nostálgicos...

Decía el astrónomo Galileo Galilei que las matemáticas son el alfabeto con el cual Dios ha escrito el Universo, y en nuestros días, mi queridísimo Umberto Eco parece añadir su propia valoración, en lo que a alfabetos se refiere, afirmando que la maquinaria que permite producir un texto infinito con un número finito de elementos existe desde hace milenios: es el alfabeto. Que a veces los sabios conversan entre sí, a pesar de los siglos.

Las runas surgieron de la cultura etrusca, un pueblo muy antiguo asentado en lo que hoy conocemos como Toscana italiana, pero hace tanto tiempo de esto que en la zona no se conservan restos de este lenguaje escrito. Estas preciosas y antiguas letras que encontramos grabadas en rocas verticales son vestigios históricos que nos cuentan cómo antes las cosas se hacían de otra forma, y que el paso de los siglos conlleva evolución y cambio.

El alfabeto rúnico recibe el nombre de futharc debido a las primeras seis letras que lo forman, excepto en Inglaterra que se conoce como futhorc, ya que la cuarta letra, que era la  “o” fue remplazada por la “a”, y sigue el principio acrofónico. La acrofonía es el dar a las letras de un sistema de escritura alfabético un nombre, de tal forma que el nombre de la letra misma comienza con ella. Por ejemplo, “alegría”,o “amor” son nombres acrofónicos de la letra A.

Las runas deben su apariencia angular a que fueron diseñadas para ser talladas en superficies duras, y sus trazos rectos facilitaban la labor. Las que han sobrevivido al paso de los años fueron escritas en anillos, cuchillos, espadas, monedas y monumentos. Se piensan que fueron creadas como alfabeto literario, y se utilizaban para escribir epitafios, conmemoraciones y mensajes escuetos.

Los bravos vikingos llevaban en la proa de sus naves símbolos rúnicos como defensa contra las inclemencias de los mares, y grababas en sus espadas, hachas, cascos y escudos las palabras de sus dioses, ya que consideraban que su magia protectora les permitía conquistar tierras y mares. Al finalizar la era vikinga, este tipo de escritura fue poco a poco reemplazándose con el paso de los siglos por el latino, ya que el cristianismo en aquella época se convirtió en símbolo de refinamiento.

Aunque las más conocidas hoy en día son una variante surgida de la fusión entre runas etruscas y germanas, es en la cultura escandinava (antiguos noruegos, suecos, daneses, finlandeses e islandeses) donde hallamos numerosas muestras de esta escritura. Las inscripciones rúnicas más antiguas encontradas están datadas sobre el año 150.

Otras runas se asocian inevitablemente con la cultura celta, un conjunto de pueblos tribales de la Edad de Hierro asentados en torno a los Alpes, y que llegaron a Irlanda, Gran Bretaña, Galia, Italia, Alemania, Bohemia, Iberia, Rumanía y otros lugares de Europa, plantándoles cara incluso a los organizados romanos.

El término “celta” significa héroe, y la sentencia “Llevamos la fuerza del jabalí y la sabiduría del unicornio” podía leerse en los poblados celtas. De su lengua proceden todas las lenguas indogermánicas, incluido el castellano, y de ellos deriva el sonido seminasal del portugués y el gallego. En Galicia podemos encontrar multitud de vestigios que los celtas llamados brigantes dejaron tras poblarla hacia el 700 a.C. aproximadamente.

Uno de los vestigios rúnicos más llamativos es la conocida como Piedra de Rök. Es un monolito ubicado a orillas del lago Vättern, en Suecia, y es una estela o piedra rúnica de granito de color gris claro. Presenta casi 2,5 m. sobre la superficie de la tierra y 1 m. más bajo ella. Muestra casi 280 inscripciones rúnicas en su frente, y ya era conocida en el siglo XVII, fecha en la que se encontraba empotrada en un muro de la antigua iglesia medieval del lugar. Fue en su traslado a un muro de la nueva iglesia cuando se descubrió que también presentaba unas 450 inscripciones en su parte posterior. En el siglo XIX fue sacada de la iglesia y ubicada en las cercanías. La piedra rúnica está datada en el año 800, y la primera traducción la hizo el noruego Sophus Bugge en el siglo XIX.  Le faltan algunos trozos en sus laterales, y en una traducción libre su comienzo diría:

“Estas runas están escritas por Varin en memoria de su hijo fallecido Vämod.
Yo les digo a los jóvenes, yo les digo para recordar como doce veces fueron tomados como botín de guerra, ambos de una sola vez y de hombre en hombre...”

En la actualidad su significado está siendo reconsiderado por el lingüista Bo Ralph, miembro de la Academia Sueca y profesor en la universidad de Göteborg. Su estudio se origina tras comprobar que la segmentación de las runas puede dar otras interpretaciones, y que la inscripción podría pasar a considerarse un tipo especial de literatura enigmática, como el Rig-Veda, un antiguo texto sagrado indio escrito en sánscrito.

Entre otras “joyas rúnicas” que conservamos y algunas reproducciones tras su desaparición destaca el Codex Runicus, los cuernos de oro de Gallehus , los llamados poemas rúnicos, el Abecedarium Nordmannicum, el Cuchillo del Támesis o La Cruz de Ruthwell.

Estos alfabetos estaban muy relacionados con los sacerdotes, y la misma palabra “runa” significa secreto. Nos dice la mitología que el primero fue creado por Odín, dios padre escandinavo, y que al principio se grababan en tablas y en bastones de mando. Más tarde se utilizaría la piedra para dejar un testimonio más perdurable.

Las letras, pintadas o grabadas en pequeñas piedras redondeadas, también eran herramientas místicas capaces de revelar secretos a aquellos que estuvieran iniciados, y con el paso del tiempo este conocimiento se ha ido transformando en un instrumento de adivinación del futuro. Las más tempranas se empleaban con propósitos mágicos además de como alfabeto, pero cuando el cristianismo prosperó, el uso del oráculo rúnico y la veneración de sus dioses paganos se prohibió, sustituyéndose el alfabeto celta por el romano. Durante la Primera Guerra Mundial los nazis se fascinaron por el ocultismo rúnico, y la incorporaron a su simbología política y militar. En la actualidad se han desarrollado diversas reinterpretaciones de su uso mágico y ritual.

Las runas es sí mismas poseen una belleza intrínseca a su condición de enigma, que, como decía el novelista cubano Alejo Carpentier: “Llego a preguntarme a veces si las formas superiores de la emoción estética no consistirán, simplemente, en un supremo entendimiento de lo creado. Un día, los hombres descubrirán un alfabeto en los ojos de las calcedonias, en los pardos terciopelos de la falena, y entonces se sabrá con asombro que cada caracol manchado era, desde siempre, un poema”.

No se puede decir más bonito.



Fuentes: Odinismo.com, Wikipedia, Taringa!, Huffpost Voces, Cyclopaedia.es.



lunes, 11 de agosto de 2014

MENSAJE EN UNA BOTELLA


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
11/08/2014
Por Eva Martínez Cabañas






Seguramente una botella con un mensaje dentro es de las cosas más especiales que uno puede encontrar en la vida, por poca sensibilidad que se tenga. Se trata de un misterio por abrir, la última posibilidad de ayuda para algún Robinson Crusoe, el testimonio de una aventura, o simples ganas de comunicarse. Pero ojo... no estoy hablando de latas de Poca-Cola, botellas de dos litros repletas de pereza personal, mortíferas arandelas de plástico de cómodos pack o misteriosos bidones sellados que contienen no sé qué sustancias. Esas son historias feas... los océanos no están para depositar los deshechos de nuestra ciega sociedad.

Aun así, todo lo que el mar guarda en su salobre útero se vuelve interesante. Los viejos barcos hundidos se convierten en espectaculares pecios, los aviones rescatados lavan el dolor de familiares y amigos, y hasta nuestros tristes objetos inservibles se convierten en refugios de numerosas especies. El mar todo lo lava.

Decía nuestro querido Mario Benedetti:

"Pongo estos seis versos en mi botella al mar
Con el secreto designio de que algún día
Llegue a una playa casi desierta
Y un niño la encuentre la destape
Y en lugar de versos extraiga piedritas
Y socorros y alertas y caracoles".

Palabras de nácar, amor y genio, ¿podríamos imaginar un juguete que mejor acariciase nuestra alma?

En marzo de 2014, tres pescadores alemanes (Fischer, Matthiesen y Buick) estaban faenando cerca del faro de Kiel, en el mar Báltico, cuando atraparon en sus redes una vieja botella de cerveza. En su interior había una postal y un par de sellos.

Entregaron su tesoro al Museo de Marina Internacional de Hamburgo con la esperanza de poder averiguar un poco más sobre su descubrimiento, y el experto determinó que se trataba de una postal danesa y dos sellos alemanes. Estaba redactada por Richard Platz, quien solicitaba a quien la encontrase que la reenviara a su domicilio de Berlín. El resto del texto era ilegible. También aseguró que la postal había sido escrita el 17 de mayo de 1913, así que se trataba del mensaje en una botella más antiguo encontrado hasta la fecha.

¡Más de un siglo a la deriva! Tan frágil en su vidrio, en un mar en constante movimiento, y con la sal y el agua como enemigos. Lo que me gustan estas cosas...

El experto (de nombre Holger von Neuhoff) ha afirmado: “Es increíble cómo es que la botella se ha mantenido intacta por tanto tiempo”. Un grupo de investigadores ha encontrado a la nieta de Richard Platz, que reside en Berlín. Se llama Angela Erdmann, tiene 62 años y ha contado que nunca conoció a su abuelo, un panadero berlinés que tuvo dos hijas y que falleció a los 54 años de edad. En el momento de escribir la postal Platz era un joven de 20 años de edad.

El conocido buque escuela Juan Sebastián Elcano, perteneciente a la Armada española, practica una bonita costumbre: todos los días, a las 12:00 h, los guardia marinas envían un mensaje en una botella con la fecha y posición del bergantín-goleta. Su propósito no es otro que calmar su curiosidad y averiguar si alguien lo encuentra en alguna playa del mundo. Estos marinos nos cuentan que el año pasado, y después de 330 días de haber sido lanzada, recibieron una carta con un bien recibido contenido: “Ola, soy edras del país de belze. Encontre su carta en una botella en las playas de ambergris caye belize o sea san pedro la isla bonita. Me complasco en embiarles su carta de vuelta”.

Yujuuu...

En 2011, Daniil Korotkikh, un chico ruso de 13 años, paseaba por la playa junto a sus padres cuando encontró algo que brillaba en la arena. Se trataba de una botella de cerveza con tapón de cerámica, y contenía un mensaje en su interior. El padre de Daniil afirmó que el texto estaba escrito en alemán, idioma que había estudiado en el bachillerato, y quitando una cubierta de celofán leyó la carta:

“7 de septiembre de 1987. Mi nombre es Frank y tengo 5 años. Mi padre y yo viajamos en un barco a Dinamarca. Si usted encuentra esta carta, por favor, escriba de nuevo a mí, y yo le escribiré de nuevo a usted”.

Frank Uesbeck, autor de la misiva marina, actualmente ha superado la treintena de edad y ya no vive en la dirección indicada, pero sus padres sí. Al recibir la carta de contestación casi no recordaba aquel viaje a Dinamarca, pero desde entonces Frank y joven Daniil han permanecido en contacto a través de la web.

A principios de este año, el perro de una pareja holandesa (Jacqueline y Pieter Piket) encontró una botella de plástico con un mensaje mientras paseaban por un dique de Zelanda, en los Países Bajos. Una niña inglesa, llamada Zoe Lemon, viaja en ferry desde Inglaterra a Alemania cuando decidió lanzarla al mar animada por su padre. De esto hacía 23 años. “Si no tuviéramos un perro que se vuelve loco con las botellas de plástico, nunca la habríamos encontrado” declaró Pieter Piket. Zoe contaba en su nota que le gustaba el ballet, tocar la flauta y el piano, y que tenía un hámster llamado Sparkle, un pez llamado Speckle, y una hermana llamada Rebecca, de 14 años.

La pareja envió su contestación a la dirección especificada con fecha 12 de septiembre de 1990. Zoe recibió la carta de manos de sus padres cuando estos la visitaron a Pendlenton, Inglaterra. Tenía 33 años y un hijo de 5. “Lo primero que vi fue mi escritura de cuando era niña y mi pequeña letra contando quién era yo y cuáles eran mis animales de compañía y mis hobbies. Me emocioné un poco” confesó Zoe, quien ha mantenido el contacto con el matrimonio holandés y le ha pedido fotos del lugar del hallazgo. John Lemon, padre de Zoe, disfrutó del inesperado descubrimiento tanto como su hija.

Y en 2013, se encontró una botella en el hielo ártico después de 54 años. El mensaje lo escribió un científico para comprobar el desplazamiento del glaciar. Los biólogos (Wqrwick F. Vincente y Denis Sarrazin) lo encontraron por casualidad en Ward Hunt, una isla deshabitada del océano Ártico, a -18º y con el asentamiento humano más cercano a 1.000 km. de distancia. La botella, de 250 ml, se encontró en el interior de un montículo de piedras.

El científico escribió en la nota: “A quién pueda interesar. Este hito y otro similar a 6,5 m. al oeste fueron colocados el 10 de julio de 1959. La distancia de este mojón de piedras al límite del glaciar es de 1,2 m. Pedimos a quien pase por aquí que vuelva a medir la distancia y envíe la información a Paul T. Walker, Departamento de Geología, Universidad estatal de Ohio... Muchísimas gracias”.

Sabemos que Paul Walker sufrió un ataque de apoplejía semanas después de escribir el mensaje, tuvo que ser evacuado y murió con solo 25 años de edad. Los biólogos tomaron nuevas medidas y descubrieron mediante el GPS que la distancia entre el hito de piedra y el glaciar ha aumentado en estos 55 años hasta alcanzar los 101,5 m.

Estas son algunas de las bonitas historias que la vida nos regala, ya que existen otras tantas que certifican que lo imposible puede suceder. Cantaba The Police en los años 80: Enviaré un SOS al mundo. Espero que alguien encuentre mi mensaje en una botella. Pues eso... Message in a bottle... y a esperar su regreso.


Fuentes: Muy Interesante, ABC, El Mundo, Blog Por tierra, mar y aire, RPP Insólito, La Información.com

miércoles, 6 de agosto de 2014

EL TIEMPO ENTRE TONTUNAS


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
04/08/2014
Por Eva Martínez Cabañas





El viernes tuvimos un día de nervios, preparativos, carreras y muchas risas.

Familiares y amigos fuimos convocados en la preciosa localidad de Torre de Juan Abad para inaugurar la exposición titulada “El tiempo entre tontunas”. Nuestro caricaturista y amigo Barry, aunque en realidad se llama José Barahona Parras desde niño, compartió con nosotros lo mejor de un trabajo de dos años. Y como no podía ser menos, lo hizo de la mano del humorista más grande que ha dado la historia de España: Francisco de Quevedo.

La exhibición está ubicada en la Casa-Museo sita en la calle de Quevedo, 32 desde el 1 al 15 de agosto en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:30 a 20:00 horas aproximadamente, y de lunes a sábado si les viene bien, ya que los ciudadanos de La Torre tienen la bella costumbre de no tomarse el tiempo demasiado en serio.

Por prescripción de mi manager me presento allí en autobús. Le pregunto al dibujante:

-¿Te importa que te haga unas preguntas?
-¿Tiene que ser ahora?
-Claro.
-¿Pero puedo cortar jamón mientras tanto?

Así que comenzamos con humor y nos salimos al patio con cuchillo y libreta. Me cuenta que la exposición surgió del empeño de familiares y amigos, quienes consideraban su trabajo “digno de ser mostrado”, y que posiblemente la exposición se reproduzca en Ciudad Real en los próximos meses. Cuando le pregunto sobre su primera viñeta me cuenta que tiene la costumbre de garabatear cuando está concentrado, y que fue en el dietario de mesa de su oficina donde dibujó a Rajoy con su nuevo teléfono móvil.

Yo me río por adentro. Basta la hojita de un calendario para crear una historia o provocar una risa… Así surgió la costumbre de dibujar una sátira diaria sobre la hoja del calendario, y al compartirla con los amigos apareció la posibilidad de mostrarlas en el periódico local “Ciudad Real Digital”.

Mientras intenta no cortarse un dedo, continúa contando que el título de la muestra surge de la famosa novela “El tiempo entre costuras”, y el localismo “tontuna” que a menudo utilizaba su abuela Hilaria. Me confiesa que para crear sus viñetas satíricas se inspira en las barbaridades que aparecen en la prensa diaria o en la radio, fuentes inagotables de humor, y que mientras hay días que le cuesta pensarlas, otras salen por sí solas. Utiliza el truco de enviarse e-mails a sí mismo para no olvidar sus ocurrencias, mezcla aforismos con personajes públicos, y cuando termina la viñeta del día se fuma un cigarro y se recrea con ella. “Si a mí me gusta, pienso que también le gustará a los demás”, me dice. Su personaje más dibujado a lo largo de estos dos años ha sido Artur Mas.

Cuando le pregunto por “Telmo y Luis” dice que son oriundos de Torre de Juan Abad, y que surgieron al contemplar a dos jubilados sentados en el parque. Desde entonces estos dos observadores de la actualidad no han dejado de hacernos sonreír.

José Barahona dibuja personajes muy reconocibles, huye del lenguaje soez y prefiere la gracia de los localismos, ya que así evita la ofensa y se guarda las espaldas como buen conocedor del Derecho. También me confiesa que su mayor deuda es no haber conseguido hacer una caricatura de la alcaldesa de Ciudad Real, añadiendo que se le da mal dibujar mujeres.

Entre sus próximos proyectos está llevar sus viñetas a formato libro, crear la sección “¿Qué pasó con?” en relación a promesas electorales que nunca se cumplieron, convertir a Telmo y Luis en cómic y crear una tira satírica una vez por semana. Mucho trabajo por delante…

-Barry, ¿la vida es más bonita cuando se vive con humor?
-Sí, es la salsa de soja del sushi.

En la exposición nos recibe con su buen hacer José María Lozano, responsable de la Casa-Museo, y la amable Vega Morcillo, guía y encargada del lugar que se brinda a mostrarnos la casa de don Fernando y el museo de Francisco Quevedo. Encontramos con emoción manuscritos del genio y de la época, su testamento, su tintero de cerámica de Talavera, la silla donde se sentaba a escribir, e intercambiamos sus mejores anécdotas.

Tras las palabras de Arsacio Peña, la exposición es amenizada con el arte y el piano de Inés Peña Yangüela, quien con desparpajo, sus preciosos diez años y vestido rojo, nos toca las piezas ensayadas y no ensayadas de su repertorio. Tras su actuación ambos fueron largamente aplaudidos.

Río con las viñetas y leo las palabras de Barry colgadas en la pared:

“Es habitual en los periódicos publicar tiras cómicas, comentando la actualidad política, social o deportiva. Su origen se remonta a la época dorada de la prensa norteamericana y en un primer momento se dirigieron a reflejar las noticias más relevantes o con marcado eco social.
En estas “daily strips” nacieron los personajes más universales del cómic americano, desde Popeye a Spiderman y desde Mafalda a Garfield.
El género no pasó inadvertido en España, donde el humor gráfico contó con los personajes más ilustres, Chumi Chúmez, Mingote, Forges y un largo etc, sin olvidar algunas de las grandes revistas especializadas de contenido crítico, desde “Hermano Lobo”  la “Codorniz”, hasta “El Jueves” más actual.
En la admiración hacia los grandes dibujantes e ilustradores, el que suscribe esta exposición tuvo siempre una vocación frustrada, el de ver publicadas sus “tontunas” a modo de viñeta en alguna publicación periódica.
Lo que empezó como una afición compartida con amigos y familiares, dibujada sobre el taco de un almanaque de oficina, tuvo su recompensa a medados de 2013 en las páginas digitales del diario de Ciudad Real “ciudadrealdigital.es” en la sección “El almanaque”, en la que sobre las hojas del mismo a diario, o casi vengo publicando estas viñetas que aquí se exponen, comentando la actualidad nacional, regional y provincial… en un intento de dar “otra visión” a acontecer diario.
Esto que aquí se expone, constituye una muestra de este trabajo”.

Para concluir decir que después de alguna sorpresa oculta tras blanco paño, nos tomamos un vino de la tierra para celebrar que sabemos hacer cosas y compartirlas. Gracias Barry por tus risas de papel. Gracias Vega por tu fuerza de catarata.

Me vuelvo a casa en coche con Eva, Inés y Javier. Arsacio nos sigue escoltando el piano. Llevamos la cara repleta de besos y estamos cansados pero contentos. Mañana será otro día.



CINE Y PALOMITAS


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
28/07/2014
Por Eva Martínez Cabañas





En Sudamérica ya se cocinaban palomitas de maíz en el periodo precolombino, pero no tenían cine...

En los años treinta sí, y como fue la época de la Gran Depresión estadounidense y unos trece millones de norteamericanos se encontraban sin trabajo, el cine en el lugar perfecto para evadirse de una sociedad que no conseguía alimentar a muchos de sus ciudadanos. En aquel momento el precio de la entrada era muy asequible, y este se complementó con un alimento barato, abundante, sabroso, fácil de transportar y que podía compartirse. El público lo traía de casa, pero pronto las propias salas empezaron a comercializarlo. Obtuvieron beneficios de hasta el 2.500% por la venta del producto y, como la sal que lleva da mucha sed, también vendieron refrescos.

La costumbre de comer palomitas de maíz se ha mantenido hasta la actualidad, e incluso se ha exportado a otros países. En España, hace treinta años, comer o beber en cines y teatros españoles estaba prohibido por considerarse una falta de educación: la sala podía mancharse y el ruido que se produce al masticar hubiese molestado a otros espectadores. Sin embargo, se ha ido incorporando la costumbre norteamericana en las últimas décadas, incluyendo además en el menú de ocio bebidas, chocolatinas, snaks de bolsa, chicles y otras delicias poco saludables que alimentan nuestra sociedad de consumo.

En 2013 la Revista Journal of Consumer Psycology publicó un artículo donde se demostraba que la publicidad previa a la proyección de nuestros cines, quedaba completamente invalidada en los espectadores que consumían palomitas de maíz. La Universidad de Colonia, en Alemania, llevó a cabo un estudio donde se llegó a la conclusión de que masticar interrumpe el lenguaje subliminal que se transmite cuando se proyecta un anuncio, ya que nuestro “diálogo interior” queda anulado. Este diálogo es el proceso inconsciente que nos ayuda a recordar y que se pone en marcha cuando por ejemplo escuchamos el nombre de una persona y reaccionamos moviendo nuestros labios y lengua para simular pronunciarlo.  

En 2012, la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, también realizó un estudio cuyos resultados establecieron que mascar chicle deteriora la capacidad de las personas para recordar, en contra de lo que se pensaba hasta el momento.

Basándonos en sus conclusiones, estas investigaciones podrían llegar a modificar la costumbre de suministrar aperitivos antes del comienzo de una película, ya que entran en conflicto con las estrategias actuales de marketing.

Y existe una segunda cuestión...

Los granos de maíz son una fuente de hidratos de carbono, fibra y antioxidantes a los que se añade gran cantidad de grasa, sal o azúcar en cines, ferias y puestos ambulantes. Las palomitas para microondas además contienen grasas saturadas, aditivos y saborizantes, de esta manera, lo más recomendable es prepararlas en casa de manera tradicional: con una buena sartén impregnada en aceite de oliva, un poquito de sal y una tapa para que la cocina no se convierta en la “verbena de la paloma”. Perdón por el chiste...

Las palomitas son muy calóricas si se preparan con gran cantidad de aceite o mantequilla, que las hacen más ricas en sabor pero menos saludables. Preparándolas en casa rebajamos las calorías aproximadamente en un 60%.

En 2012, el investigador Joe Vinson, experto en antioxidantes en la Universidad de Scranton, Estados Unidos, presentó ante la Sociedad Americana de Química los resultados de sus estudios, que establecían que el maíz inflado contiene mayor concentración de polifenoles (sustancia que combate la oxidación natural del organismo) que la fruta, los frutos secos y los vegetales, ya que contiene menos cantidad de agua.

Los polifenoles, fibra y otras sustancias saludables se encuentran localizados en gran parte en esa cascarita marrón y fastidiosa que se nos queda entre los dientes o pegada al paladar. Dice Joe Vinson: “Las palomitas de maíz pueden ser un aperitivo perfecto. Es el único snack del que realmente se come todo el grano sin procesar, sin otros ingredientes que diluyen sus propiedades. Una porción puede proporcionar más del 70% de las necesidades diarias de cereales y además hacerlo con placer”. Y añade que para que su consumo sea nutricionalmente irreprochable debe prepararse sin grasas, sal o azúcar.

Y ¡ojo! su consumo es apto para celiacos o personas con intolerancia al gluten.

Por cierto, las palomitas explotan debido a que su cubierta amarilla, o pericarpio, es muy gruesa y resistente, ya que se encarga de cuidar en el interior del grano el preciado germen que tendrá la futura planta y el endospermo, que es el almacén que contiene el alimento (almidón) y agua que necesitará el embrión. Con el calor, esta cubierta funciona como una pequeña olla a presión. Hasta los 66ºC el almidón absorbe la humedad contenida en el interior del grano, pero si se expone a mayor temperatura, superior a 100ºC, la presión interna aumenta hasta explotar, y el almidón que contiene se transforma en una espuma seca y crujiente. ¡Plof!


Fuentes: Muy Interesante, ABC.es, Muy en forma, Saber Curioso.es, Noticias de Salud y Consumer.es




ARTE CON CHICLE


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
21/07/2014
Por Eva Martínez Cabañas





Aunque el arte ha inspirado a muchos a lo largo de la historia, lo cierto es que el chicle no dispone de tanta atención en el mundo reflexivo. Este moderno y superfluo invento edulcorado me lleva a plantearme qué hacer para regalaros una cita, un poema o unas palabras hermosas sobre un tema tan concreto, así que inicio mi búsqueda.

Socialmente, hay quienes consideran este invento rumiador de pésimo gusto. También recuerdo un profesor de matemáticas que aconsejaba cambiar el chicle por caramelos locales para fomentar la economía, ya que aseguraba que gracias a la venta de este producto los americanos habían llegado a la Luna. En fin, las perlas que aprendemos en el colegio... Personalmente creo que el chicle es amigo del aburrimiento.

Nos cuentan los científicos que el hábito de mascar es común en todos los primates, y que proviene de nuestra época lactante, con una evolución psicológica que se traslada al chupete, al dedo pulgar en la boca o incluso al dañino tabaco.

Esta goma de mascar de sabor a menta refrescante, clorofila, fresa, canela, frutas del bosque, sandía, melón, regaliz, plátano, cola, cereza, ácido, hielo polar, lima, o Sabor Misterioso (de la marca norteamericana Hubba Bubba) se nos ha pegado en el pelo produciendo grandes catástrofes, pero también nos ha hecho felices con sus gigantescos globos que explotan en la  cara. Además nos ha enseñado a desafiar la advertencia materna de “no te tragues el chicle que se te pegan las tripas” para descubrir que, aún así, la vida sigue adelante.

El libro de John Emsley “Vanidad, Vitalidad, Virilidad. La química mejora nuestra calidad de vida” nos cuenta numerosas anécdotas sobre esta sustancia. Estas son algunas de ellas:

El arqueólogo sueco Bengt Nordgvist descubrió tres tochos de goma de resina de abedul mascada en el suelo de una choza de la isla Orust, en Suecia, que fueron datadas con una antigüedad de 9000 años. La goma conservaba las impresiones dentales de un adolescente con unos dientes en perfecto estado.

Ya en el año 50 a.C. los filósofos griegos animaban a sus alumnos a masticar resina de entina para fomentar el razonamiento, y Dioscórides, en el siglo I, recomendaba mascar la resina del lentisco por sus presuntas propiedades curativas.

En el siglo XVI los mayas masticaban savia de chicozapote. Su nombre proviene de la palabra náhuatl “tzictli”, ya que en México, América Central y América del Sur tropical se utiliza la savia de un árbol tropical llamado chiclero o Manikara zapota.

Antonio López de Santa Ana, que fue el vendedor de la famosa batalla de El Álamo, ofreció siglos después una tonelada de chicle a un fotógrafo que había conocido en México, de nombre Thomas Adams, quien intentó fabricar neumáticos con este producto. Como no tuvo éxito, tiró la mercancía en el neoyorquino barrio East End. Un día vio a una niña comprar en la droguería parafina para mascar, y recordando el material desechado, lo rescató y mezcló con parafina con la ayuda de su hijo de doce años. El resultado fue un producto mucho más agradable y masticable que lo catapultó al éxito. Hoy en día Adams pertenece al emporio Cadbury Schweppes.

La costumbre de mascar chicle se ha hecho tan habitual en Norteamérica que este país se ha convertido en el mayor consumidor del mundo. Llegó a importar hasta 7.000 toneladas al año de zapote para su elaboración, teniendo en cuenta que es necesario esperar que el árbol tenga veinticinco años de vida para obtener el producto y que solo puede cosecharse una vez cada tres o cuatro años. Así mismo su lugar de origen es la selva, por lo que se hace necesario sortear peligrosas serpientes y un insecto llamado la mosca del chicle, que ataca a los recolectores depositando sus huevos en orejas y narices, donde nacen unas larvas que devoran los tejidos del afectado y provocan serias deformaciones faciales ¡Puaj!

Con el tiempo a la goma de mascar se le añadieron otras resinas tropicales derivadas del isopreno, una corta molécula hidorcarbonada que se polimeriza por exposición al oxígeno o a catalizadores industriales, dando lugar a largas cadenas elásticas y masticables. Después e introdujeron elastómeros sintéticos con nombres como polisobutileno, acetato de polivinilo, laurato de polivinilo o copolímeros de butadieno.

Hoy en día la base del chicle no lleva resina natural y además de la goma base podemos encontrar en ellos edulcorantes, aromas, emulsificantes, humectantes y conservantes, edulcorantes. Uno de los más utilizados es el aspartamo, del cual se ha demostrado que puede perjudicar nuestra salud, aunque también pueden llevar sorbitol, manitol (que se obtiene de la hidrogenación del azúcar de las plantas), acesulfamo (E 950, que es un compuesto químico veinte veces más dulce que el azúcar) o xilitol (azúcar de abedul).

Existen varios experimentos con ratones que sugieren que mascar chicle estimula la memoria, la atención y la concentración, reduce la ansiedad, el estrés, y ayuda a combatir la demencia. Sin embargo, estos fueron desmentidos en 2012 por la Universidad de Cardiff, en Reino Unido. Esta entidad llevó a cabo un estudio cuyos resultados establecieron que mascar chicle deteriora la capacidad de las personas para recordar, en contra de lo que se pensaba hasta el momento.

Y ahora viene la parte más divertida...

Todos sabemos que numerosos consumidores de chicle tienen como costumbre deshacerse de él tirándolo al suelo en vez de a una papelera. ¿Habéis observado el suelo de una tienda de chuches un día de lluvia y desde un sitio elevado? Pues es impactante...

En 2000 en la calle Oxford de Londres se encontraron los restos de más de ¡un cuarto de millón de chicles pegados! Y en Singapur, se prohibió el chicle porque estos impedían el correcto funcionamiento de las puertas deslizantes del metro.

Hoy en día, en Seattle, Estados Unidos, existe la llamada “Gum Wall” o Pared de Chicle que, como podéis imaginar, es un muro donde los ciudadanos van pegando los chicles usados. La costumbre se originó en los años noventa, ya que las personas que asistían a un teatro cercano necesitaban deshacerse de él antes de entrar en la sala de espectáculos. Es una de las paredes de chicles más famosas de Estados Unidos, aunque existen varias más, y se ha convertido en toda una atracción turística.

En el centro de San Luis Obispo, en California, encontramos el Callejón de los Chicles o Bubblegum Alley. Se trata de una calle peatonal con un muro de 70 m. de largo por casi 13 m. de alto donde se pueden observar todo tipo de diseños que van desde flores, corazones, símbolos, letras o rostros que se han realizado con chicle mascado y modelado. Aunque se ha tratado de erradicar la costumbre, lo cierto es que los múltiples intentos no han dado buenos resultado, pero el callejón se ha convertido en un curioso lugar de visita tanto para foráneos como para residentes. Nadie sabe con exactitud cómo empezó la costumbre, pero se cree que pudo haberse iniciado en los años cincuenta, ya que los jóvenes de un colegio cercano solían pegar chicles usados en las paredes durante su fiesta de graduación.

En cuanto a la cita a la que os hacía referencia al principio, difícil... Sin embargo, explorando por galaxias “internestelares” he encontrado una página de sexualidad con un práctico consejo: “Deja una buena impresión en la primera cita. No comas chicle”. Lo doy por bueno.


Fuentes: Taringa! Inteligencia Colectiva, eHow en español, Wikipedia, Scielo, Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, Planeta Curioso.com



ANÓNIMO


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
14/07/2014
Por Eva Martínez Cabañas






Imagina que tuvieras con un don, un talento que naciera de tu corazón y que formase la mejor parte de ti mismo. E imagina que a pesar de ello, tu familia y entorno desaconsejaran su puesta en práctica por considerar tu habilidad indigna de tu estatus social. Piénsalo, ¿qué harías si fueses el mejor poeta de tu época y no dispusieses de libertad para escribir?¿Te olvidarías de tu habilidad? ¿Escribirías a escondidas?

“La reputación es un prejuicio inútil y engañoso, que se adquiere a menudo sin mérito y se pierde sin razón”, dijo el protagonista de esta historia.

El periodista y escritor norteamericano Charlton Ogburn, siguiendo la pasión de sus padres (quienes escribieron varios libros sobre el tema), en 1984 escribió el libro titulado El misterioso William Shakespeare, el hombre y el mito.

Y el escritor y astrofísico Michael H. Hart, (que en la actualidad cuenta con ochenta y un años, y que se describe a sí mismo como activista y separatista blanco), revisó la teoría de Ogburn y escribió un artículo donde negaba la autoría de la obras literarias de Shakespeare a quien todos conocemos como el Bardo de Avon.

La teoría de ambos considera que William Shakespeare, considerado el escritor más importante de lengua inglesa y uno de los más célebres autores de la literatura universal, en realidad no era quien decía ser y escribía bajo pseudónimo. Sabemos muy poquito de su vida, y esto es algo incomprensible en un autor con treinta y siete obras de teatro, ciento cincuenta y cuatro sonetos y cuatro obras líricas; y más teniendo en cuenta la abundante información que disponemos de otros autores del siglo XVII menos importantes.

Fue en 1623, siete años después de su muerte, cuando se editó la obra del maestro bajo el nombre de Primer Folio. Contenía 36 obras y fue recopilada por John Heminges y Henry Condell, ambos actores y amigos de Shakespeare. Se estima que se hicieron 1.000 ejemplares (el censo más reciente calcula que existen unos 228 ejemplares en la actualidad).

Sin embargo, sabemos que Shakespeare fue actor, escribió poesía y teatro, pero apenas tenía estudios elementales. Pertenecía a una familia humilde, y sus padres, esposa e hijas eran iletrados. ¿Alguien tan brillante en literatura negaría la posibilidad de leer y escribir a su propia descendencia? Esto nos cuesta creerlo. Su padre fue guantero, y William tuvo que trabajar como aprendiz de carnicero debido a la difícil situación económica que atravesaba la familia. En 1582 contrajo matrimonio con Anne Hathaway, hija de un granjero, y con quien tuvo tres hijos (de los cuales uno murió con 11 años). Al parecer tuvo que abandonar su pueblo debido a que le sorprendieron cazando furtivamente en las propiedades del juez de paz de la ciudad. Se cree que llegó a Londres hacia 1588.

Otro argumento que cuestiona la verdadera identidad del Bardo de Avon es que no existe ni un solo manuscrito de su puño y letra (ni siquiera una carta), aunque por otra parte, bien podría ser que sus manuscritos se perdieran en el incendio del Teatro Globe, situado a orillas del río Támesis en las afueras de Londres, que tenía capacidad para más de 3.000 espectadores y que desapareció bajo las llamas en 1613.

Tampoco consta en ningún registro que William asistiera a la escuela de Stratford, ni menciona al ilustre autor ningún profesor, compañero de clase, vecino o familiar, a pesar de la popularidad que alcanzó en su época. Tampoco es mencionado en ningún relato ni existen fragmentos o bosquejos de sus obras.

Lo que sí atesoramos es su testamento: un documento de tres páginas donde no se mencionan sus obras, derechos de autor ni nada relacionado con la literatura, e indiscutiblemente se trata del testamento de un hombre sin demasiados estudios. El mundillo del teatro tampoco hizo la más mínima alusión a su muerte en 1616. Y el influyente dramaturgo y poeta Benjamin Jonson, (amigo del auténtico Shakespeare), ni siquiera lo mencionó a su muerte en la correspondencia que se conserva de él. También contamos con seis firmas suyas en diversos documentos legales, pero las seis son distintas. Así mismo sabemos que a los cuatro años de llegar a Londres ya contaba con gran fama, y que sus obras fueron representadas en la corte de la reina Isabel I y de su sucesor el rey Jacobo I. De la misma forma, conocemos que William Shakespeare se retiró a los 40 años y regresó a su ciudad natal.  

Sin embargo, hoy en día se cree que el verdadero Shakespeare en realidad era un noble llamado Edward De Vere. El aristócrata poseía gran cultura, había viajado mucho y era catorce años mayor que el autor de Stratford-On-Avon. También sabemos de él que fue cortesano, autor teatral, poeta, deportista y mecenas de al menos dos compañías teatrales y una compañía musical. Nació en Castle Hedingham en 1550 y fue hijo de Margery Golding y John De Vere, 16º conde de Oxford.

Se le atribuyen 33 obras firmadas con su verdadero nombre, incluyendo publicaciones religiosas, filosóficas, médicas y musicales; y conocemos a algunos autores que le dedicaron sus obras, como Edmund Spenser, Arthur Golding, Anthony Munday, John Lyly o Thomas Churchyard.

Cuando contaba doce años de edad, su padre murió y fue nombrado 17º conde de Oxford, así como Lord Chambelán de Inglaterra, heredando una paga de 2.250 libras anuales. El padre de Edward había nombrado testamentarios a su mujer e hijo, pero sus tierras pasaron a ser patrimonio estatal. William Cecil, Secretario de Estado de la reina Isabel I, se hizo cargo del muchacho y lo envió al colegio St. John’s en Cambridge, para corregir sus cualidades dramáticas. Años después el joven se casaría con la única hija de su protector.

Durante su mandato, el Secretario de Estado consiguió equilibrio económico en Inglaterra, adoptó un nuevo sistema monetario y creó la iglesia anglicana. A su muerte fue sucedido por su hijo Robert Cecil como mano derecha de la reina. En 1586, Isabel I concedió a De Vere una renta vitalicia de mil libras, aunque desconocemos la razón, y años después le otorgó el mando militar de Flandes y el de la Armada. El aristócrata falleció en 1604 a los 54 años de edad.

De Vere firmó con su nombre hasta cierta fecha, ya que tras recibir la pensión de la reina se retiró de la vida social y entonces fue cuando empezaron a aparecer las obras firmadas por William Shakespeare. Nunca más apareció una obra a nombre de Edward De Vere.

Hay que tener en cuenta que en pleno siglo XVII era inconcebible que un aristócrata se dedicase al impío e innoble oficio de escribir obras teatrales o poesía. Por esto se piensa que la identidad “William Shakespeare” en realidad fue elegida por su noble familia tras el fallecimiento de De Vere, eligiendo como “autor” del legado del conde a un dramaturgo de Stratford-On-Avon. La suplantación evitaría a la familia un escándalo, beneficiaría a la del actor de Avon, y sobre todo haría posible publicar la impecable y prolífera obra del aristócrata. Un plan perfecto, aunque no tenemos datos que corroboren que efectivamente sucedió así.

El conocido dramaturgo Benjamin Jonson era amigo del conde, e incluyó un poema en el prólogo de la edición de Primer Folio, donde un par de versos insinuaban que el autor era de Stratford-On Avon. En Londres, William Shakespeare era un desconocido, por lo que nadie se dio cuenta del engaño. Así mismo, influenciado por la familia del aristócrata, Jonson colocó en la lápida de Shakespeare el siguiente epitafio en verso: “Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar el polvo aquí encerrado. Bendito sea el hombre que respete estas piedras. Y maldito el que remueva mis huesos”. Así, se aseguró que nadie comprobaría ni trasladaría el contenido del sepulcro en mucho tiempo. Cuando publicaron sus obras, realidad y mito ya se habían fusionado.

El actor Derek Jacobi que ha representado durante su larga carrera a personajes shakespearianos, y Mark Rylance, exdirector artístico del Teatro Globe (la réplica del teatro original), divulgaron en 2007 la denominada Declaración de duda razonable, promovida por la Coalición de la Autoría de Shakespeare en relación a verdadera identidad de Shakespeare. Al finalizar la obra titulada Yo soy Shakespeare, ambos actores divulgaron un documento que investiga la autenticidad del famoso dramaturgo.

Aunque ya existían sospechas sobre el dramaturgo, y se atribuían las obras del de Avon al dramaturgo Christopher Marlowe o al filósofo Francis Bacon, la Coalición se inclina por Edward De Vere debido a las similitudes que existen entre su biografía y numerosos hechos relatados en los libros del bardo, donde aparecen detalles sobre la vida en la corte y datos de otros países.

Lamentablemente no he encontrado información sobre alguna comparativa de estilos entre las obras firmadas por De Vere y las de Shakespeare, lo cual hubiera sido interesante y esclarecedor. Así que no podemos afirmar que esta teoría sea cierta o incierta.

La película llamada Anonymous (la podemos encontrar en la Biblioteca Pública del Estado), nos ofrece la biografía de Edward De Vere y una conspiración política por la sucesión de la corona que recuerda mucho a los dramas más truculentos de Shakespeare. Está dirigida por Roland Emmerich.

Noble o plebeyo, lo cierto es que el legado de este misterioso autor nos ha dejado un brillante estilo literario, grandes obras clásicas y testimonio de su desprecio por las mujeres... que nadie es perfecto.


Fuentes: Shakespeare.org, Ubaldo Gómez Files, Shakespeare Total, Wikipedia, Yahoo Grupo Escéptica (Javler), El Mundo.es y Buscabiografías.com.




EL INSPIRADOR MOMENTO EUREKA


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
07/07/2014
Por Eva Martínez Cabañas








Cuenta la tradición popular que Arquímedes de Siracusa, matemático, físico, astrónomo, ingeniero,  e inventor de los siglos III y II a.C, estaba tranquilamente tomando un relajante baño cuando, sin esperarlo, encontró la solución a un problema que le venía atormentando. Pues bien, al encontrar la respuesta, el físico griego salió a la calle entusiasmado, desnudo y gritando su famoso ¡Eureka! que en castellano significa Lo he encontrado.

Y es que el tirano Hierón II (en la Grecia clásica un tirano era el mandatario que gobernaba por la fuerza) se había hecho fabricar una corona triunfal de oro (de esas en forma de rama de laurel que llevan los emperadores romanos en las películas) y, como cree el ladrón que todos son de su condición, quiso comprobar si el orfebre le había engañado añadiendo plata a la pieza. Así que encargó la investigación a nuestro aseado sabio.

Como Arquímedes no era detective, sino científico, utilizó los medios que le eran más familiares para averiguar de qué estaba hecha la tiara. Pero pronto se topó con un gran inconveniente: tenía que resolver el problema sin dañar la corona. Así que no podía fundirla para convertirla en un cuerpo regular y calcular su masa y volumen como medio de llegar a su densidad.

Después de mucho tiempo dándole vueltas a la cabeza en busca de una solución, esta llegó sola y justo en el momento en que la mente del sabio se relajó. En la bañera, observó que el nivel del agua subía cuando esta se vertía en el recipiente, y pensó que el efecto podría usarse para determinar el volumen de la corona dorada,  ya que al sumergirla desplazaría una cantidad de agua igual a su propio volumen. Por consiguiente, al dividir el peso de la corona por el volumen de agua desplazada se podía obtener la densidad del objeto. ¡Eureka! Si la densidad de la corona resultaba ser menor que la densidad del oro, entonces se le habían añadido otros metales menos densos.

Hoy en día al descubrimiento de Arquímedes lo llamamos Principio de Flotabilidad; y aunque la historia de la corona no aparezca en sus trabajos, ni la anécdota nos aclare si la corona triunfal era realmente de oro o no, lo cierto es que su expresión entusiasta forma parte de nuestro lenguaje cotidiano.

Y es que la solución a nuestros problemas parece encontrarnos a nosotros cuando nos relajamos y dejamos de pensar en ellos. A este efecto, que llega sin aviso previo, lo conocemos como Sensación o Momento Eureka, y la mayoría de nosotros lo hemos experimentado en alguna ocasión.

Dicen los expertos que la sensación más común a este momento es la de bienestar acompañado de calor. Las dudas se disipan al instante, se manifiesta euforia y lo borroso y problemático se torna comprensible para nosotros.

Decía Henri Poncaré, matemático y científico del pasado siglo: “Entré en un autobús para ir de algún sitio a otro. En el momento que puse mi pie en el escalón la idea vino a mí, sin nada en mis pensamientos que pareciera haber preparado el camino para ello: que la transformación que yo había utilizado para definir las funciones fuchsianas era idéntica a las de la geometría no euclidiana”. “No proseguí el razonamiento, ni hubiese tenido ocasión de ello, pues me senté en mi asiento y continué una conversación previa, pero estaba completamente seguro. A mi regreso a Caen lo comprobé concienzudamente por pundonor”.

Así que ya sabemos: cuando nos encontremos “atascados” y no sepamos resolver un problema, lo mejor es dejar la cuestión de lado. Lo curioso es que no se sabe explicar el proceso mental que nos lleva a toparnos con la solución que tanto ansiamos.

Ante la pregunta sobre si el Momento Eureka existe o se trata de una sensación subjetiva, John Kounios, investigador de la Universidad de Drexel en Estados Unidos, nos dice que realmente existe y que se produce de manera consciente y metódica, por análisis, y de forma repentina e inesperada: como por inspiración. También asegura que, aunque dejar volar la mente dificulta actividades que requieren atención constante, sin embargo resulta beneficioso si se trata de resolver problemas de forma creativa.

Gustavo Deco, jefe del grupo de investigación de Neurociencia Computacional de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, nos cuenta que el cerebro en reposo está explorando todas sus posibilidades y probando toda su capacidad funcional. Así se producen conexiones entre las diferentes áreas que los científicos llaman excursiones dinámicas. En cuanto al Efecto Eureka, especula que podría suceder que,  en alguna de estas excursiones, se activara una zona relacionada con el problema, la cual encontraría apagada cuando nos preocupamos por hallar la solución.

Otros científicos aconsejan desconectar la mente y dejar vagar los pensamientos, valorándolo incluso como fuente de inspiración. Para comprobar esto, un grupo de investigación de la Universidad de California en Santa Bárbara, presentó un problema de creatividad a cuatro grupos distintos. Los resultaron señalaron que solo el grupo al que se le había permitido distraer la mente mejoró su rendimiento al repetir la prueba.

Los estudios demuestran una activación del lóbulo temporal derecho, que está situado justo encima de la oreja justo en el momento en que se produce la inspiración. A esto se le llama giro temporal superior. Las neuronas de esta área forman conexiones, reconocen relaciones entre conceptos distantes y también permiten entender metáforas y bromas.

La historia nos regala algunas anécdotas de Momentos Eureka en nuestros científicos más valorados. Parece ser que a Nikola Tesla se le presentaban estos momentos continuamente, y cuentan que se encontraba paseando por el parque cuando a su cerebro se le ocurrió la idea de corriente alterna, por lo que utilizó un palo para pintar el diseño en la tierra. Y de Albert Einstein se dice que se encontraba en el tranvía observando el reloj de la torre de Berna, en Suiza, cuando encontró la forma de reconciliar la teoría del espacio con la teoría del tiempo, ya que tiempo pasa a diferente velocidad dependiendo de cómo de rápido se mueva el observador, según las bases de su Relatividad Especial.

Así que ya sabemos: pasear, ir al cine, jugar con los niños, o darse un bañito puede mejorar nuestra vida en solo un instante. Esta vez la píldora del doctor no es amarga ¿no?



Fuentes: Wikipedia, Agenciasinc, Ciencianet, Crealogar y Recuerdos de Pandora.