CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
25/08/2014
Por Eva Martínez Cabañas
Cuentan
que Elvis realmente no murió en Memphis, sino que fingió su muerte, se marchó a
Argentina bajo el nombre de John Burroughs, y acabó trasladándose a Hawaii,
donde vive alejado de su íntima soledad, la fama y el tóxico grupo de personas
que le rodeaban. Y como dice el cantante Andrés Calamaro: “En Memphis lo saben
todos, pero es gente muy discreta”. Sin embargo hoy no voy a hablar de Elvis,
sino de otro “muerto viviente” de leyenda: el mismísimo padre de la fantasía.
Desde
que era una niña siempre que ha salido a relucir el nombre de Walt Disney alguien
ha añadido: “Y su cuerpo está congelado hasta que la ciencia pueda curarlo”. ¿Congelado?
¿En espera de que la ciencia avance una barbaridad y lo resuciten de su fresquito
descanso? Qué curioso, me recuerda a la Bella Durmiente o
a Blancanieves en su urna, pero esperando un beso científico...
Entonces,
si esto fuera así, me pregunto dónde lo guardan, si lo envasaron de pie, tumbado,
o al vacío. Si es un proyecto secreto del gobierno norteamericano, o por el
contrario lo tiene a buen recaudo en un laboratorio del Polo Sur. También me
pregunto si lo congelaron con nitrógeno líquido, o si navega a la deriva dentro
de un níveo iceberg... Y algunos dicen que solo congelaron su cabeza. ¡Puaj! entonces
habrá que ponerle cuerpo de robot. ¿Y quién le facilitó la información y la
posibilidad? ¿Emmett Brown, el científico de la película Regreso al Futuro? Y a
lo peor, hay por ahí algún almacén de millonarios criogenizados esperando,
esperando...
Y
luego viene la segunda tanda de preguntas: las personales. ¿Que haría yo en su
caso? ¿Me dejaría congelar momentos antes de mi muerte? Sería solo hasta que me
descongelase algún bondadoso científico del futuro... que no sabría que hacer
con una torpe resucitada del siglo XXI. ¿Me mostraría su avanzado mundo? ¿Me
haría cientos de pruebas antes de exhibirme en un teatro, como a King Kong?
¿Tendría que cambiar mi apellido por el de Frankenstein? Demasiadas preguntas...
Walt
Disney falleció a causa de un cáncer de pulmón tras toda una vida de adicción
al tabaco. Y su cuerpo fue incinerado en el cementerio Forest Lawn de Glendale,
California, el 17 de diciembre de 1966.
¡Incinerado!
Así que la leyenda no tiene ningún fundamento.
El
imaginativo Walt no fue crionizado minutos antes de morir, ni su cuerpo reposa
en una fría cámara en espera de un pulmón nuevo. Aunque nunca se sabe, lo mismo
está con Elvis.
Por
cierto, la criogenia es un conjunto de técnicas utilizada para enfriar un
material a la temperatura de ebullición del nitrógeno o a temperatura aún más
bajas, y se emplea para muchas cosas, excepto para resucitar a la gente. Ha
sido un placer.
Fuentes:
Muy Interesante.es, Wikipedia, ABC.es, Yahoo Answers y El Conventillo de la Museóloga.
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