sábado, 23 de mayo de 2015

LA GALÁCTICA LEY DE TITIUS


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
04/05/2015
Por Eva Martínez Cabañas




Johann Elert Bode fue un alemán del siglo XVIII muy conocido por sus dos aficiones preferidas: por un lado llegó a ser un gran astrónomo. Por otro, un impostor de renombre. Y es que le encantaban las estrellas de todos y los logros de otros en el mismo pack, según nos cuenta el escritor y periodista Marcelo Dos Santos.

Fue miembro de la Academia de Ciencias de Berlín, director del observatorio de la ciudad y consiguió grandes logros propios. Elaboró la primera efemérides astronómica alemana, estudió los cúmulos nebulares y descubrió algunos nuevos publicando una obra que llamó Catálogo Completo de Cúmulos y Nebulosas Estelares jamás observadas hasta el momento. ¡Y claro que no habían sido observadas! De los 75 ejemplos del libro, 25 no existían. También descubrió el cometa C1779A1Bode, y debió tener buen sentido del humor porque a algunas constelaciones las llamó Los honores de Federico, Oficina tipográfica o Globo aerostático.

Bode publicó una Ley en su Manual de Instrucciones para el Aprendizaje de los Cielos Estrellados. En aquel tiempo se conoció como la Ley de Bode. Actualmente su nombre es Ley de Titius-Bode.

Esta ley “predice” la existencia de objetos celestes atendiendo a su distancia con el Sol.

El astrónomo que realmente la descubrió se llamó Johann Daniel Titius. También era alemán. Titius no supo divulgar su descubrimiento convenientemente y solo lo mencionó, como comentario adicional, en un libro de astronomía que estaba traduciendo y que además no tuvo demasiado éxito. La fórmula pasó inadvertida hasta que Bode la incluyó en su manual de astronomía. En vez de mencionar al autor, intentó adjudicársela llamándola Ley de Bode. Al descubrirse su intento de plagio fue obligado a reconocer la autoría de Titius, pero el siguió llamándola Ley de Bode en sus publicaciones. El asteroide Titius y el cráter Titius de la Luna, se llaman así en honor a este astrónomo.

La Ley de Titius es una sencilla fórmula empírica que calcula de manera precisa la distancia que existe desde cada planeta hasta el Sol.

         n + 4
a = ————
           10

En esta Ley, a es la distancia buscada expresada en UA (unidades astronómicas) y n es un número regido por la secuencia 0 3 6 12 24 48 96 192 384 768... donde cada número es el doble del anterior. Si sumamos 4 a cada número, 4 7 10 16 28 52 100 196 388 772... y luego lo dividimos por 10, obtendremos 0,4 0,7 1 1,6 2,8 5,2 10 19,6 38,8 77,2... ¡la distancia entre cada planeta y el Sol en unidades astronómicas!

La formulación moderna de la Ley es más precisa a = 0,4 + 0,3 k, donde k es un número de la serie de potencias, 0 1 2 4 8 16 32 64 128 256... Si lo has entendido a la primera, eres una persona lista. Si no es así, es que yo no lo soy.

Hay que recordar que en tiempo de Bode todavía no se habían descubierto Urano, Neptuno y Plutón.

En la tabla de cifras resultantes que obtenemos con la fórmula, existía un número que no encajaba. Justo entre Marte y Júpiter. Fue por esta razón que los astrónomos de la época dudaron de su efectividad. Debieron quedarse con la boca abierta al descubrirse Ceres en el Cinturón de Asteroides. ¡Se encontraba justo en el sitio que predecía la secuencia!

Al descubrirse Neptuno, los astrónomos pudieron comprobar que el nuevo planeta burlaba totalmente la Ley de Titius, por lo que la ciencia determinó que la ley era válida solo hasta Urano. Cuando años más tarde se descubrió Plutón, también consultaron la tabla y encontraron que la cifra de su distancia al Sol correspondía en realidad a la que debería haber ocupado Neptuno. Entre los que apoyan el funcionamiento de esta ley, existe una teoría que afirma que Neptuno en realidad es un planeta intruso que se salió de su órbita, y que se encuentra en un lugar que realmente no le corresponde.

Con otros parámetros numéricos, la ley de Titius es válida para los satélites de Júpiter y Urano; y también para los de Saturno pero con algunas lagunas. En la actualidad, un estudio intenta relacionar la Ley de Titius con cinco sistemas exoplanetarios, con el fin de comprobar si se cumple fuera de nuestro querido sistema solar.

Pero lo que realmente nos sorprende es que no conocemos la base teórica que sostiene la ley. Titius dio con ella jugando con números y, aparentemente, solo se trata de una coincidencia de envergadura astronómica. Los expertos dicen que la explicación podría estar en la Ley de Resonancia Orbital Gravitatoria, pero ahí no me meto…


Fuentes: Wikipedia, SEA, Más Libertad, Astromia, UA.es
Foto: Cientecblog.com


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