domingo, 14 de junio de 2015

EL ENCANTADOR MERLÍN


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
08/06/2015
Por Eva Martínez Cabañas





“Conocía la esencia de todas las cosas, su transformación y su renovación, conocía el secreto del Sol y de la Luna, las leyes que rigen el curso de las estrellas en el firmamento; las imágenes mágicas de las nubes y el aire; los misterios del mar. Conocía los demonios que envían sueños bajo la Luna. Comprendía el grito áspero de la corneja, el volar cantarín de los cisnes, la resurrección del fénix. Podía interpretar el vuelo de los cuervos, el rumbo de los peces y las ideas ciegas de los hombres, y predecía todas las cosas que sucedían después”.

Esto cuenta la novela medieval francesa titulada “Lancelot y Ginebra, una historia sobre Merlín el Encantador”. Y es que el entrañable mago, con su larga barba blanca, túnica hasta los pies y su gorro picudo es considerado el mago europeo más poderoso desde el medievo. Dicen las leyendas que era capaz de hablar con los animales, cambiar de forma, hacerse invisible y controlar el clima y los elementos. También podía hablar con las hadas, gnomos y dragones y se dedicaba a cuidar de la Madre Tierra, como druida poderoso que era.

Es fácil llegar a la conclusión de que jamás existió un hombre así, pero que posiblemente el mito se inspiró en un hombre real.

El francés Jean Markale, (1928-2008), profesor de secundaria y escritor especialista en la civilización celta y el ciclo artúrico, afirma que Merlín es una figura polifacética que encarna los arquetipos del mundo mítico celta: el druida, el bardo, el hombre salvaje, el chamán y el profeta. Pero ¿fue un personaje real o solo la inspiración de cuentos, películas y leyendas?

El primer texto que menciona al mago Merlín es “La Historia de los Reyes de Britania” escrito por el clérigo galés Geoffrey de Monmouth, publicado en el siglo XII, y que fue una de las obras más conocidas del Medievo. Su autor llegó a ser obispo de Londres, y fue un apasionado defensor de las tradiciones celtas. Pensó en escribir una recopilación de los reyes celtas más destacados para evitar que cayeran en el olvido, pero al iniciar su proyecto se encontró con que apenas existían fuentes escritas de las que extraer documentación. Así que utilizó su imaginación… y desarrolló una historia que transcurría durante varios siglos y en la que se mezclaban personajes reales y ficticios.

Uno de los libros que encontró al documentarse fue “La Profecía de Britania”, obra del año 930 en la que varios presagios vaticinaban la caída de los anglosajones y el resurgimiento de los celtas. Uno de aquellos presagios se atribuía a un tal Myrddin. Monmouth incorporó el personaje a su historia bajo el nombre de Merlín y junto al relato del rey Arturo.

Y así nació la leyenda...

El éxito de la obra de Monmouth fue tan grande que se realizaron cientos de copias a mano que fueron diseminadas por toda Europa. Con el tiempo otros libros surgieron de este. El más importante fue “La muerte de Arturo”, escrito en el siglo XV por sir Thomas Malory.

Existen textos que afirman que Merlín fue un mago galés que vivió alrededor de los siglos V o Vl, aunque su historia está repleta de misterios y exageraciones. Estos escritos aseguran que Merlín se llamó Myrddin Emrys y fue hijo bastardo de uno de los reyes de la antigua Britania. Se convirtió en guía espiritual de su época y en consejero de diferentes reyes, como el usurpador Vortigern (caudillo del siglo V que se ganó el título de “uno de los peores reyes de los britanos”), Aurelius Ambrosius (ganó importantes batallas contra los anglosajones del siglo V), Uther Pendragon (padre del rey Arturo) y Arturo de Camelot (a quien guió en su reinado). Y esto ocurrió hace muchos años, cuando Inglaterra no era más que un puñado de reinos que batallaban entre sí.

Y cuentan que uno de aquellos reyes, Uther Pendragon, se encaprichó de lady Igraine cuando esta acudió a su castillo acompañando a su esposo, el duque Gorlois Tintagelo. Tanto se obsesionó Pendragon con ella que Tintagelo decidió llevarla a Tintagel y encerrarla allí. Uther pidió ayuda a Merlín, y el mago le proporcionó un brebaje que cambiaría su aspecto y lo haría idéntico a Gorlois, ya que este se encontraba lejos peleando en el castillo de Dimilioc.

Pero como pasó en otro cuento, Merlín le hizo prometer que a cambio le entregaría  el niño que naciera de aquel encuentro... Como el duque Gorlois murió en la batalla, Uther e Igraine pudieron casarse y vivieron en el castillo de Pendragon junto a las hijas que Igraine había tenido con Gorlois. Cuando nació el pequeño Arturo, Uther respetó su promesa y le dio el niño a Merlín, quien lo sacó del castillo de su padre y se lo entregó a sir Héctor para que lo criara junto a Kay, su hijo legítimo.

Arturo contaba con dieciséis o diecisiete años cuando Uther Pendragon murió. Reyes como Lot de Orkney, Uriens de Gorre o sir Pellinore se disputaron entonces el trono de Britania.

Arturo viajó a Londres con Kay y sir Héctor y allí repitió la historia de su padre, pues el joven quedó prendado de una hermosa joven llamada Morgana, desposada con el rey Uriens. Arturo y la joven se citaron en secreto, y poco después Morgana descubrió que Arturo era hijo de Uther. Así Arturo conoció que Morgana era una de las hijas de Gorlois e Igraine, y que ambos eran hermanastros. De aquel encuentro amoroso también nació un niño. Cuando Arturo se convirtió en rey, Merlín le predijo que el hijo que había engendrado con Morgana lo destruiría.

Y sucedió que Merlín mostró a su pupilo algo que marcaría su futuro. Lo condujo hasta un lugar donde se hallaba una espada mágica, de nombre Excálibur, y que estaba clavada profundamente en una roca con la siguiente inscripción: “Esta es la espada Excálibur. Quien consiga sacarla de la roca será rey de Inglaterra”. Como el muchacho consiguió separarla de la piedra, su pueblo lo reconoció como nuevo rey de Britania, y algunos reyes vecinos se alzaron entonces en armas contra él. El mago Merlín proclamó entonces el linaje del muchacho que lo legitimaba como rey. A pesar de ello, los reyes le declararon la guerra hasta que fueron derrotados uno a uno.

El rey Arturo fundó la hermosa ciudad de Camelot y Merlín lo ayudó en su labor. Para tratar de acabar con las guerras entre reinados creó la Tabla Redonda, formada por todos los reyes leales a Arturo y en condición de iguales. Luego se casó con la princesa Ginebra y siguieron años de prosperidad y felicidad para el reino.

Durante la Edad Media se creyó a pies juntillas que Merlín había sido un personaje real y el autor de oscuras profecías que circulaban en aquel periodo supersticiones y brujas. Estas profecías, escritas a finales del siglo V, fueron recopiladas. Están escritas en latín y ocupan diez páginas. Muchas de ellas describen cómo los anglosajones serán expulsados de la Inglaterra con la llegada de un libertador, y aquí aparece el rey Arturo, al que llaman el Jabalí de Cornualles. Algunas profecías están escritas en un lenguaje abstracto y plagado de seres mitológicos como el dragón: “Descenderá el zorro de las montañas, se transformará en lobo y, con el pretexto de mantener una conversación con el jabalí, se acercará taimadamente a él y lo devorará por entero”. Otras son más claras: “El Canal de la Mancha se hará tan estrecho que la gente podrá mantener una conversación de orilla a orilla”. Todas sus profecías terminan con inundaciones, tormentas y el fin del mundo.

Cuando Merlín era ya un anciano conoció a una joven llamada Nimue, hija del rey de Nothumberland. Merlín le enseñó su magia y con el tiempo la joven se llegó a conocer como la Dama del Lago. Cuentan que esta encerró al mago dentro de un árbol por siempre jamás, aunque también se dice que la tumba de Merlín es un túmulo rodeado de robles en el bosque de Brocelianda, situado a unos 30 km. al suroeste de Rennes, en la región francesa de Bretaña... Así pues Merlín puede encontrarse enterrado entre el Valle sin Retorno y el Mirador de las Hadas.

Yo por si acaso me asomo a las aberturas de los troncos de los robles, árbol celta por excelencia, porque nunca se sabe si encontrarás la cerradura de otro mundo o si podrás liberar al maestro de los magos. Y es que sus habilidades de druida nos hacen mucha falta hoy en día. Así que desde aquí preparo mi propio encantamiento con mi triskel colgando del cuello: “Merlín bueno, échanos una mano con el deshielo de los polos, los animales en extinción, los cultivos transgénicos, la tala de árboles y el agujeraco de la estratosfera. Ya verás que vas a ser de los pocos a los que no les falte trabajo”.

Y para cerrar una recomendación. …De las bonitas.

Película de dibujos animados: Merlín el encantador (Sword in the Stone). Año 1963. Director: Wolfgang Reitherman. Disney.

www.youtube.com/watch?v=MW4fbHIzYfA

Les dejo el enlace de una de mis escenas preferidas. Jóquiti póquiti póquiti prá…

Un abrazo.


Fuentes: Wikipedia, Tejiendo el Mundo, Actiweb y Mundivia.
Foto: Taringa.net

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