sábado, 29 de marzo de 2014

CALAMAR VAMPIRO DEL INFIERNO


CIUDAD REAL DIGITAL
Barricada Cultural
24/03/2014
Por Eva Martínez Cabañas


 
 

Me estoy acordando de esos versos de Rafael Alberti que dicen: “¡Qué blanca lleva la falda la niña que se va al mar! ¡Ay niña, no te la manche la tinta del calamar!” Me río sola, pero es que quiero recordar a un animalillo impresionante. El día que recordemos a algún reptil, recitaré los versos de García Lorca sobre aquellos viejos lagartos con delantales blancos. Uy... acabo de darme cuenta que a los grandes poetas les interesa mucho la limpieza de la ropa...

Hace solamente algo más de un siglo, los biólogos marinos arrastraron por primera vez a nuestro protagonista desde los fondos abismales del océano. Hoy en día seguimos sin saber mucho de él, y la información que tenemos procede en muchas ocasiones de su captura accidental por parte de pescadores más que de estudios programados. Aún así, lo que conocemos de él nos deja con la boca abierta.

Al igual que Superman, cuenta con una identidad de andar por casa y otra extraordinaria con superpoderes. Hablaremos de su lado “Clark Kent” para ir abriendo boca...

Lo conocemos por el llamativo nombre de calamar vampiro del infierno, o por Vampyroteuthis infernalis en el catálogo universal de especies, y es un molusco cefalópodo considerado una reliquia viviente, ya que es el único superviviente conocido de su orden. Se han encontrado fósiles de esta especie catalogados en el jurásico medio, hace unos 164 millones de años, y a pesar de su exclusividad, el teutólogo alemán Carl Chun lo catalogó como pulpo en 1903, ¡teutólogo tenía que ser! 

Es gelatinoso y pequeño, unos 15-30 cm, y a pesar de su nombre en ningún caso es una amenaza para los humanos ni para otras especies. Su color es negro Drácula o rojo pálido dependiendo de la luz y de la zona donde viva.

Habita las eternas, profundas y negras aguas de casi todas las cuencas oceánicas del mundo, tan profundo, a unos 3.000 m, que casi no cuenta con oxígeno; pero tampoco con demasiados depredadores, ya que son pocos los que pueden sobrevivir sin él. A esta franja más profunda de los océanos se le denomina Zona de Oxígeno Mínimo o ZOM, y en ella nuestro calamar puede vivir a sus anchas con una saturación de oxígeno del 3%. ¡Alucinante! ¡En un concurso de buceo en apnea batiría récords! ¿Y cómo lo ha logrado? Pues adaptándose al medio mediante un metabolismo basal muy bajo. La hemocianina de su sangre azul fija y transporta el oxígeno con gran eficacia, y además posee unas agallas de tamaño extra grande.

Otra característica suya es que al desplazarse parece volar más que nadar, lo cual consigue gracias a un par de aletas situadas en los laterales del manto con las que se propulsa en el agua. Es además muy ágil, y flota gracias a unos órganos de equilibrio llamados estatocitos y a sus tejidos ricos en amoniaco, que tiene una densidad similar a la del agua.

Por supuesto cuenta con una magnífica capa vampírica negra que conecta sus ocho brazos con elegancia. Y como sabe defenderse, lleva cada brazo forrado con hileras de espinas carnosas, ya que únicamente la mitad de sus brazos posee ventosas. No necesitaba tantas...

Sus ojazos son globulares, límpidos y penetrantes en color azul o rojo, también dependiendo de la luz, y son tan enormes, 2,5 cm, que han sido considerados los más grandes en el concurso de belleza del reino animal. Con ellos puede detectar incluso los reflejos más lejanos en la oscuridad.

Y cuando se siente amenazado se vuelve del revés, lo que le confiere un temible aspecto. Pero en realidad es una criatura pasiva, de cuerpo blandito, y con el tamaño, forma y color de una pelota de rugbi. 

No tiene colmillos, pero sí un pico blanco como el marfil, dos bolsas en las que oculta unos filamentos táctiles a modo de tentáculos y una poderosa mandíbula, por lo que hasta hace poco tiempo se pensaba que se alimentaba de pequeños invertebrados. Pero no es así...

Los investigadores Henk-Jan Hoving (experto en Ecología Evolutiva de Peces Marinos) y Bruce Robison (experto en Biología y Ecología de los animales de aguas profundas), trabajan en el Instituto de Investigaciones del Acuario de la bahía de Monterey en California. Estos dos científicos han comprobando que, a diferencia de pulpos y calamares que comen presas vivas, nuestro nuevo amigo captura pequeños desechos orgánicos con sus filamentos táctiles utilizándolos como si fueran el sedal de una caña de pescar. Estos filamentos son hasta 8 veces más largos que su cuerpo. 

Hoving y Robison también nos cuentan que se alimenta principalmente de “nieve marina”, que es una mezcla de cuerpos muertos (restos de algas y animales microscópicos), caca (partículas fecales de pequeños animales como los copépodos o el krill), y mocos (procedente de animales gelatinosos llamados larváceos). ¡Delicioso! Los investigadores utilizaron vehículos operados a distancia (ROV) y examinaron los vídeos de alta definición tomados por estos vehículos robóticos. También recogieron vampiros vivos y estudiaron sus hábitos de alimentación en “el restaurante” del laboratorio. Así que podemos decir que se trata de un “vampiro vegetariano”, al igual que Edward Cullen y su peculiar familia en la trilogía Crepúsculo. El vampiro no necesita comer mucho debido a su ralentizado metabolismo, y se piensa que gracias a esto solo necesita alimentarse un par de veces por semana.

La hembra vampira puede guardar el esperma de su enamorado durante varias semanas antes de decidir fecundar los huevos. Una vez fertilizados, esta cuidará de ellos con esmero durante algo más de un año, y después nuestra Bella Swuan morirá. Las crías se autoalimentarán gracias a un tipo interno de yema que les proporciona los nutrientes que necesitan para crecer.

Pero ahora viene lo realmente interesante. En su faceta “Superman” hemos de decir que cuenta con inigualables superpoderes...

Lo más sorprendente de nuestro Vampyroteuthis infernalis es que está cubierto completamente de órganos productores de luz que se llaman fotóforos, y con ellos es capaz de producir flashes de luz con los que desconcertar durante segundos a sus depredadores ¡incluso puede modularla a voluntad! ¿alguien sabía de un vampiro que se defiende con luz? En las profundidades, los animales que nadan debajo son capaces de distinguir las siluetas de los que están sobre ellos. Sería algo así como mirar el cielo, ver las nubes de azúcar y subir a comérselas. Por eso, nuestro querido y admirado calamar vampiro de las profundidades marinas, genera una exclusiva luz azulada conocida como contrailuminación, capaz de difuminar su silueta ¡Guau! Los expertos afirman que los cromatóforos (órganos pigmentados que tienen casi todos los cefalópodos) están poco desarrollados en nuestro amigo, y es por esto que no puede cambiar el color de su piel. Pero ¿para qué andar con triquiñuelas cuando se puede ser el gran Houdini? 

Los científicos de antes también aseguran que nuestro héroe carece de depósitos de tinta con la que huir en caso de necesidad. ¡Almas de cántaro! Si se ve amenazado, expulsa una pegajosa nube de moco bioluminiscente formada por innumerables bolitas que lanza desde la punta de sus brazos ¡Impresionante! Esta cortina luminosa permanece casi 10 minutos mientras él se refugia entre risas y sin necesidad de nadar lejos. Pero, como generar el moco bioluminiscente es metabólicamente costoso, solo emplea este recurso en casos extremos. ¡Y a mí que me sorprendía que Calamardo tocara el clarinete! 

Dado que estamos viviendo un tiempo en el que las especies vegetales y animales menguan considerablemente su número o incluso se extinguen debido a la mala praxis del humano, lo mejor que podemos hacer por esta preciosa especie milenaria es conocerlo y difundir información sobre ella. Ya sé que nosotros, manchegos de tierradentro, probablemente jamás veremos uno de cerca, pero sin embargo me consta que sentimos respeto por este sorprendente animalillo que nos da mil vueltas como superviviente. 

Y como de mayor quiero ser como él, lo mismo me hago un disfraz con leds, filamentos retráctiles de chicle y una capa negra que sea la envidia del mismísimo Conde “D”. Estáis invitados al espectáculo.


Fuentes: Calamarpedia, Wikipedia, ABC Ciencia, Ojo Científico.com y MBARI.org.

 



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